Prácticas de alimentación en ganado ovino

Los pastos suculentos proporcionan suficiente energía, proteína, vitaminas y minerales para las ovejas y los corderos; no es necesario concentrado adicional. Cuando los pastos no se utilizan (cría en estabulación), las ovejas deben alimentarse con una de las raciones para ovejas gestantes presentadas en Raciones para ovejas gestantes hasta 6 semanas antes del parto, y suministrarse 450-675 g de uno de los concentrados presentados en Concentrados para ovejas gestantes. Las ovejas deben tener acceso a una mezcla de sal con oligoelementos y fosfato dicálcico. Las ovejas con dos o tres corderos deben separarse de las que tienen un solo cordero y alimentarse con más concentrado o forrajes de mejor calidad. Las ovejas que crían dos corderos producen un 20-40 % más de leche que las que tienen un solo cordero. En cría confinada o parto acelerado, los corderos pueden ser destetados a los 2 meses de edad. La producción de leche de la oveja disminuye rápidamente tras este periodo, y el alimento se convierte más eficientemente en ganancia de peso cuando se suministra a los corderos en vez de a la madre.

Los corderos huérfanos, en exceso, trillizos o los de ovejas con poca leche pueden criarse con sustitutivos lácteos para mejorar la productividad. Estos corderos deben recibir un 10-20 % de su peso corporal como calostro, repartido en múltiples tomas, dentro de las primeras 18-24 h desde su nacimiento. Si el calostro de la madre no está disponible, puede utilizarse calostro congelado procedente de varias vacas. Los sustitutivos lácteos diseñados específicamente para corderos están disponibles y contienen ~30 % de grasa, un 25 % de proteína y una concentración elevada de antibióticos. En determinadas condiciones, puede ser aconsejable administrar a los corderos huérfanos inyecciones de vitaminas A, D y E y de selenio. En los sistemas de cría manual, los sustitutivos lácteos específicos para corderos son preferibles; sin embargo, pueden suministrarse a los corderos sustitutivos de buena calidad diseñados para terneros. Cuando se reconstituyen los sustitutivos lácteos, debe tenerse cuidado para asegurar que el polvo y el agua se mezclan adecuadamente en una suspensión. Suministrar pequeñas cantidades repartidas en numerosas comidas ayuda a reducir la incidencia de timpanismo y/o diarrea. Los sustitutivos lácteos deben suministrarse en una cantidad equivalente al 10-20 % del peso corporal del cordero, repartida en 4-6 tomas/día durante la primera semanas de vida. El número de tomas puede reducirse con el tiempo a dos diarias a las 3-4 semanas de edad.

Pueden utilizarse cubos o contenedores con varias tetinas. A los corderos mayores, que se amamantan más frecuentemente, se les puede suministrar el sustitutivo lácteo frío. A los 9-10 días de edad, si se suministra una ración de iniciación, los corderos deben recibir agua además de la leche. El destete puede realizarse bruscamente a las 4-5 semanas de edad, si los consumos de la ración de inicio y de agua son razonables.

Los corderos deben preadaptarse antes de dejar la explotación de origen. Esto incluye introducir la alimentación sólida, vacunar, desparasitar y, en ciertas condiciones, esquilar. Si esto no se hace, los corderos deben descansar durante varios días y alimentarse con heno de calidad media después de llegar al cebadero. See table Fórmulas recomendadas para corderos en engorde^a para algunas fórmulas recomendadas para el engorde de corderos.

No existe un método o ración que sea el mejor para el engorde de corderos. Pueden engordarse con un forraje de calidad buena o excelente (alfalfa, trigo) sin concentrado suplementario. Pueden iniciarse con pastos o residuos de cosechas, para continuar luego con sistemas de alimentación basados en concentrados a medida que se acaba el forraje. Cuando se engordan en un cebadero, deben tener libre acceso a los alimentos. Estas raciones pueden ser granuladas, molidas y mezcladas, una mezcla de gránulos de forraje molido (alfalfa) y cereales, y/o tener gran cantidad de concentrado. La autoalimentación normalmente da lugar a una ingesta y ganancia máximas de alimento, con unos costes laborales reducidos. La alimentación manual puede mecanizarse con un sistema de sinfines o con vagonetas de descarga automática. Esto implica una alimentación a intervalos regulares, de modo que los corderos consumen todo el alimento antes de que se les ofrezca más. El consumo de alimentos y la ganancia de peso pueden controlarse. Cuando se emplee maíz ensilado debe suministrarse a mano para reducir el desperdicio.

Los productores que ceban corderos todo el año o que producen corderos pesados suelen preferir que los corderos reciban la ración de engorde tan pronto como sea posible (10-14 días). Los corderos pueden adaptarse con seguridad al cebo ofreciéndoles raciones de alimentación automatizada, molidas o granuladas, que contengan el 60-70 % de heno. En 2 semanas, el heno puede reducirse al 30-40 % cuando la ración no es granulada. Otros alimentos fibrosos, como cáscaras de semillas de algodón o ensilado, pueden usarse de manera similar.

Los ensilados de maíz, sorgo o alfalfa pueden reemplazar alrededor de la mitad del heno en alimentación manual, pero disminuyen el engorde y el rendimiento hasta cierto punto. See table Ejemplos de suplementos para ovejas en extensivo para las raciones que pueden usarse en alimentación automática. Puede utilizarse maíz, cebada, sorgo, trigo o una mezcla de ellos; debe añadirse un 0,5 % de sal y un 0,5 % de harina de huesos o su equivalente al concentrado. Granular las raciones para los corderos de engorde es útil cuando se usan alimentos fibrosos de baja calidad o raciones muy ricas en fibra. Debe tenerse precaución cuando se suministran grandes cantidades de trigo; los corderos no adaptados a este son más propensos a desarrollar una indigestión aguda que si consumen otros cereales como maíz, sorgo o cebada.

Los suplementos minerales, como la sal, deben ofrecerse por separado, estén o no incluidos en el concentrado.

Las deficiencias más comunes entre los forrajes de pastoreo están relacionadas con la proteína dietética, la energía, la sal y el fósforo. Estos son más comunes a medida que los forrajes se aproximan a la madurez o están en estado latente. Estos problemas relacionados con la dieta pueden aparecer individualmente, pero son más comunes en combinación. Las ovejas en sistemas extensivos a menudo se desplazan largas distancias y están expuestas al frío, por lo que requieren más energía. Los suplementos proteicos (harinas de soja o de semillas de algodón, alfalfa granulada, etc.) aumentan la digestibilidad y el uso de los forrajes de baja calidad. Cuando sea posible, la adición de fósforo (p. ej., fosfato dicálcico o monocálcico, fosfato de roca defluorado) a la sal o a una mezcla de sal con oligoelementos pueden incrementar mucho la productividad.

La mayoría de los pastos de invierno se consideran adecuados en caroteno, porque muchas especies pascícolas proporcionan tanto caroteno como el heno de alfalfa curado al sol. Sin embargo, cuando es necesario que las ovejas se alimenten en pastos secos durante >6 meses, sin periodos intermedios de consumo de forrajes "verdes", se recomiendan suplementos de vitamina A. La adición de 45-50 UI de vitamina A/kg/día mejora la productividad en el caso de periodos extendidos (> 2 meses) de consumo de forrajes secos o almacenados a la intemperie.

En los pastos, los cajones portátiles para suministro de minerales son convenientes para el ganado ovino. Una de estas mezclas minerales debe suministrarse para libre consumo. Puede usarse un suplemento de sal con fosfato dicálcico o de fósforo (fosfato de roca defluorado) si no hay carencia de yodo o de oligoelementos. La sal normal se sustituye por sal yodada en casos de carencia de yodo, o por sal con oligoelementos si existen carencias de otros oligoelementos.

En condiciones de pastoreo de invierno, la cantidad de suplemento de fósforo que debe añadirse a los granulados varía según el tipo de forraje disponible, la frecuencia de alimentación y los ingredientes usados en los granulados. Se sugiere que los granulados proteicos de 36, 24 y 12 % contengan 1,5, 1 y 0,5 % de fósforo, respectivamente. Cuando se suministran suplementos proteicos, los granulados del 36 % de proteína deben ofrecerse a razón de 115 g por cabeza diariamente; los granulados del 24 % de proteína, a razón de 150 a 225 g; y los granulados del 12 % de proteína, a razón de 90 a 225 g, junto con heno de alfalfa o trébol. Debe tenerse cuidado cuando se añaden suplementos de fósforo y magnesio a la ración de los machos, enteros o castrados, porque ello se asocia con urolitiasis.