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Necesidades nutricionales de pequeños animales

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Revisado/Modificado nov 2023

Los perros y gatos necesitan concentraciones específicas de nutrientes en el alimento, según el estado fisiológico en que se encuentren. La Association of American Feed Control Officials (AAFCO) publica perfiles de nutrientes para perros y gatos en las dos categorías principales de necesidades nutricionales en las etapas de la vida: mantenimiento de adulto y crecimiento y reproducción. La AAFCO enumera las necesidades de nutrientes sobre una base de materia seca y en una unidad por cada 1 000 kcal de energía metabolizable (EM). El National Research Council (NRC) también publica perfiles nutricionales para perros, gatos, cachorros y gatitos (última publicación de 2006). El NRC usa las siguientes etapas de la vida cuando enumera las necesidades de nutrientes:

  • Crecimiento después del destete.

  • Mantenimiento de adulto.

  • Final de la gestación.

  • Pico de la lactación.

Tanto la AAFCO como el NRC enumeran las necesidades mínimas de nutrientes y los límites máximos de nutrientes potencialmente tóxicos. Sin embargo, ni la AAFCO ni el NRC reconocen que las necesidades nutricionales pueden cambiar en perros y gatos adultos sanos y de edad avanzada. Las investigaciones demuestran que el mantenimiento en la etapa de la vida adulta para las necesidades de nutrientes no es una etapa de la vida monolítica aplicable a cualquier edad de perros o gatos adultos. En cambio, la etapa de la vida adulta debe dividirse en etapas de la vida, como las de adulto joven, adulto maduro y geriátrico o de edad avanzada, para abordar adecuadamente las diferencias en los cambios metabólicos y fisiológicos que se producen a medida que los animales adultos envejecen(1, 2).

En los países de ingresos más altos, rara vez se observan enfermedades nutricionales en perros y gatos cuando los propietarios los alimentan con una dieta comercial, completa y equilibrada de buena calidad o una dieta casera formulada por un nutricionista veterinario diplomado. Los problemas nutricionales se dan con mayor frecuencia cuando los perros y gatos se alimentan con dietas caseras desequilibradas y cuando los gatos reciben dietas formuladas para perros, dietas vegetarianas o dietas (como dietas sin cereales) que utilizan ingredientes que no se suelen utilizar en los alimentos para mascotas o en cantidades más altas de las que previamente se ha demostrado que son seguras.

Los gatos tienen necesidades dietéticas diferentes a las de los perros y pueden desarrollar deficiencias nutricionales cuando se alimentan con dietas formuladas para perros. Por ejemplo, a diferencia de los perros, los gatos necesitan fuentes dietéticas de vitamina A, ácido araquidónico y taurina. Los gatos también tienen niveles más altos de necesidades de algunos aminoácidos, como la arginina y la niacina y la piridoxina (vitamina B6).

Los alimentos para perros o gatos y las dietas caseras derivadas de un número limitado de alimentos suelen ser inadecuados. Por ejemplo, ofrecer predominantemente carne o incluso una alimentación exclusiva a base de hamburguesas y arroz a los perros o gatos puede causar carencia de calcio e hiperparatiroidismo nutricional secundario. Suministrar solo hígado puede causar intoxicación por vitamina A tanto en perros como en gatos. La forma en que se administra el alimento (crudo o cocido) puede afectar a la disponibilidad de nutrientes. Por ejemplo, algunas formas de alimentos crudos contienen factores antinutricionales que se destruyen al cocinarlos, como la avidina que se encuentra en los huevos crudos, que destruye la biotina; las tiaminasas presentes en el pescado crudo, que destruyen la tiamina; y los inhibidores de la tripsina que se encuentran en la soja cruda, que interfieren con la digestión de las proteínas. Alternativamente, los métodos de cocción y las temperaturas pueden afectar a los niveles y la disponibilidad de nutrientes. La cocción puede mejorar la disponibilidad de ciertos nutrientes o puede reducir la cantidad de otros nutrientes. Estos factores deben considerarse al formular las dietas.

Energía en las necesidades nutricionales de pequeños animales

La medida más útil de la energía con fines nutricionales es la energía metabolizable (EM), que se define como la parte de la energía total consumida que se retiene en el cuerpo. Se suele medir en calorías en EE. UU. o en julios en muchos otros países. Una caloría es una unidad muy pequeña de energía, por lo que la unidad de medida más utilizada en la nutrición de perros y gatos es la kilocaloría, equivalente a 1 000 calorías. Una kilocaloría a menudo se abrevia como kcal o Caloría (con la "c" en mayúscula). Los perros y los gatos necesitan suficiente energía para alcanzar un peso corporal, una puntuación de condición corporal (PCC) y una puntuación de condición muscular (PCM) óptimos a lo largo de las diversas etapas de la vida de cada individual.

Las necesidades de energía para perros y gatos no son proporcionales al peso corporal. Los perros que se mantienen en hogares a menudo necesitan menos calorías por día que los perros que se mantienen en perreras; sin embargo, existe una variabilidad considerable. Las diferencias raciales también afectan a las necesidades energéticas con independencia del tamaño corporal; por ejemplo, el Terranova parece necesitar menos energía diaria que el Gran Danés. Otros factores que determinan las necesidades diarias de energía son el nivel de actividad, el estado fisiológico, el porcentaje de masa magra corporal, la edad y el ambiente.

Necesidades energéticas:

Calculadora clínica

Hay muchas fórmulas disponibles para calcular las necesidades energéticas de perros y gatos. Un método simple para perros y gatos sanos comienza con el cálculo del requerimiento de energía en reposo (RER). El RER es el requerimiento de energía para un animal sano, alimentado, en reposo y en un ambiente termoneutro. Incluye la energía gastada para recuperarse de la actividad física y la alimentación.

Hay dos fórmulas para calcular el RER. La fórmula exponencial (RER = 70 × [peso corporal en kg0,75]) puede utilizarse para animales de cualquier peso corporal, en tanto que la fórmula lineal (RER = 30 × [peso corporal en kg] + 70) está restringida a animales que pesan >2 kg y <45 kg.

El requerimiento energético de mantenimiento (REM) equivale a las necesidades de energía de un animal moderadamente activo en un ambiente termoneutro. Incluye la energía necesaria para obtener, digerir y absorber alimentos en cantidades para mantener el peso corporal, así como la energía para la actividad espontánea. Las fórmulas para calcular el REM tienen en cuenta la edad y el estado de castración.

Las fórmulas para las necesidades energéticas diarias de mantenimiento (kcal/día) se enumeran en la tabla. Cualquier fórmula específica utilizada para calcular las necesidades de energía para perros o gatos debe considerarse un punto de partida. Como ocurre con las personas, los animales del mismo peso pueden variar en sus necesidades de energía para mantener un peso corporal ideal. Cualquier animal puede necesitar hasta un 30 % más o menos de las calorías calculadas para su peso corporal que otro animal con el mismo peso corporal.

Si los perros o los gatos que consumen una dieta de mantenimiento para adultos necesitan significativamente menos (10-30 % menos) peso o volumen de alimento que el recomendado en la etiqueta para mascotas para mantener un peso y una PCC óptimos, la dieta podría modificarse con una menor densidad de energía. Las dietas de mantenimiento estándar están formuladas para satisfacer las necesidades nutricionales de un animal adulto moderadamente activo que consume una cantidad o un volumen razonable de alimento. Si las dietas de mantenimiento se administran de una manera calóricamente restringida, se produce una reducción en la ingesta de todos los nutrientes en la dieta, y las dietas de mantenimiento no están formuladas para administrarse de esa manera. Las dietas comerciales de control de peso de venta libre están formuladas para ser menos densas en energía, con los niveles de nutrientes en la dieta ajustados para garantizar que el animal reciba todos los nutrientes necesarios mientras consume menos calorías. No obstante, la restricción intensa de la ingesta calórica mediante una dieta de control de peso puede dar lugar a deficiencias nutricionales. Es una buena práctica comprobar las afecciones médicas subyacentes, como el hipotiroidismo en los perros, siempre que la cantidad de calorías necesarias para mantener a un animal en un peso corporal y una PCC ideales parezca inusualmente baja. En algunos casos puede ser necesario administrar una dieta terapéutica para bajar de peso para asegurarse de que el animal está recibiendo las cantidades necesarias de nutrientes mientras consume una cantidad limitada de calorías. A diferencia de las dietas de mantenimiento para adultos, estas dietas están formuladas para ser bajas en calorías y al mismo tiempo proporcionar todos los nutrientes que el animal necesita.

Tabla
Tabla

Clases de nutrientes

Las seis clases de nutrientes son agua, proteína, grasa, carbohidratos, vitaminas y minerales. Solamente la proteína, la grasa y los hidratos de carbono proporcionan energía; las vitaminas, los minerales y el agua no.

Agua en las necesidades nutricionales de pequeños animales

El agua es el nutriente más importante; la falta de agua puede causar la muerte en cuestión de días. Debe haber agua limpia y fresca disponible en todo momento. Disponer de varias fuentes de agua estimula el consumo. Esto es particularmente importante en los gatos, que a menudo no beben mucha agua.

Se han utilizado varios métodos para estimar las necesidades diarias de agua. Existen guías generales para las necesidades diarias de líquidos en perros y gatos, pero existen variaciones individuales. La cantidad de agua necesaria depende de varios factores diferentes, como el alimento consumido, el ambiente, el nivel de actividad y el estado de salud.

El contenido de humedad de los alimentos enlatados para mascotas varía de un 60 a >87 %. Los piensos secos contienen un 3-11 % de agua, y los piensos semihúmedos contienen un 25-35 % de agua. En consecuencia, los perros y gatos que consumen predominantemente piensos enlatados suelen beber menos agua que los que consumen predominantemente piensos secos.

En un ambiente termoneutro, la mayoría de las especies de mamíferos necesitan ~44-66 mL/kg de peso corporal.

Siempre que se provean cantidades abundantes de agua, los animales sanos pueden autorregular su ingesta y, en general, no se debe restringir la ingesta de agua. La carencia de agua puede observarse como resultado de una mala crianza o por enfermedad. La deshidratación es un problema grave en muchos trastornos diferentes, incluyendo aquellos de los sistemas GI, respiratorio y urinario.

Proteína en las necesidades nutricionales de pequeños animales

La proteína es necesaria para incrementar y renovar los componentes nitrogenados del organismo. Una función principal de la proteína dietética es ser fuente de aminoácidos esenciales y nitrógeno para la síntesis de aminoácidos no esenciales. Los aminoácidos proporcionan nitrógeno para la síntesis de todos los demás compuestos nitrogenados y energía cuando se catabolizan.

Diez aminoácidos son esenciales en la nutrición de los perros: arginina, histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina. Los gatos tienen un requerimiento dietético de un aminoácido adicional, la taurina. Otros aminoácidos no esenciales pueden volverse condicionalmente esenciales cuando un animal tiene un trastorno subyacente que interfiere con la síntesis del aminoácido o da lugar a su consumo excesivo o pérdida.

Las necesidades proteicas de los perros y gatos varían según la edad, el nivel de actividad, el temperamento, el estado fisiológico, el estado de salud y la calidad de la proteína dietética. Muchos alimentos comerciales para perros contienen una combinación de proteínas de origen vegetal y animal, con niveles variables de digestibilidad de la proteína. La digestibilidad por debajo del 80 % se clasifica como baja; la digestibilidad entre el 80 % y el 85 % se clasifica como media; la digestibilidad entre el 86 % y el 93 % se clasifica como alta; y la digestibilidad superior al 93 % se considera muy alta.

El calor puede tener efectos variables sobre las proteínas de la dieta. Por ejemplo, el calor puede inactivar los factores antinutricionales presentes en algunas formas crudas de proteína. El uso de calor excesivo al fabricar alimentos puede afectar a la digestibilidad de las proteínas. La mayoría de las dietas secas cocinadas se fabrican utilizando el método de cocción por extrusión, y la mayoría de los alimentos enlatados se fabrican utilizando un método de cocción en autoclave. La extrusión utiliza una combinación de humedad, presión, temperatura, caudal, tiempo de residencia y cizallamiento mecánico de los tornillos giratorios. El tiempo de cocción en la extrusora puede variar de 10 a 270 segundos y la temperatura de cocción puede variar de 80 °C a 200 °C. Se necesita una temperatura mínima de 74 °C para matar bacterias, parásitos y protozoos en los alimentos, y una temperatura mínima de 100 °C para matar las esporas bacterianas en los alimentos. Aunque se puede perder una pequeña cantidad de proteína durante el proceso de cocción, la mayoría de los fabricantes que cumplen con las pautas de la World Small Animal Veterinary Association (WSAVA) son conscientes de esto y agregan cantidades adicionales de proteína a los alimentos antes de cocinarlos.

El valor biológico de una proteína está relacionado con el número y los tipos de aminoácidos esenciales que contiene y con su digestibilidad y metabolicidad. Cuanto mayor es el valor biológico de una proteína, menor es la cantidad de proteína necesaria en el alimento para cubrir las necesidades de aminoácidos esenciales. El huevo ha demostrado tener el mayor valor biológico, y las carnes y vísceras tienen un valor biológico más alto que las proteínas vegetales.

Las dietas para cachorros en crecimiento y cría deben contener como mínimo un 22,5 % de proteína como materia seca o 56,3 gramos por 1 000 kcal (recomendaciones de la AAFCO) o 45 g de proteína/1 000 kcal de EM para cachorros de 4-14 semanas de edad y 35 g de proteína/1000 kcal de EM para cachorros >14 semanas de edad (recomendaciones del NRC). Los perros adultos requieren un mínimo de 18 % de proteína como materia seca o 45 gramos por 1 000 kcal de EM (recomendaciones de la AAFCO) o ~20 g de proteína/1000 kcal de EM necesaria (recomendaciones del NRC).

Las dietas para gatitos en crecimiento y cría deben contener un mínimo de 30 % de proteína como materia seca o 75 gramos de proteína por 1 000 kcal de EM (recomendaciones de la AAFCO) o 45 g de proteína/1000 kcal de EM (recomendaciones del NRC). Las dietas para gatos adultos deben contener un mínimo de 26 % de proteína como materia seca o 65 gramos de proteína por 1 000 kcal de EM (recomendaciones de la AAFCO) o 40 g de proteína/1000 kcal de EM (recomendaciones del NRC). Los gatitos en crecimiento son más sensibles a la calidad de las proteínas dietéticas y al equilibrio de aminoácidos que los gatos adultos.

La taurina es un aminoácido esencial en la dieta de los gatos, y la deficiencia de taurina puede causar cardiomiopatía dilatada y degeneración central de la retina en gatos. Como resultado, los gatos deben tener algunas fuentes de proteína de origen animal en su dieta porque las fuentes de proteína de origen vegetal están desprovistas de taurina. Opcionalmente, se puede suplementar la dieta con taurina sintética.

Si no se obtiene suficiente energía de la grasa o los hidratos de carbono del alimento, la proteína de esta, que se suele usar para el crecimiento o el mantenimiento de las funciones corporales, se convierte en energía en su lugar. Para prevenir la deficiencia proteica, las dietas ricas en energía deben garantizar que las necesidades proteicas se satisfagan en un menor volumen de alimento.

Los signos producidos por una deficiencia proteica o una proporción inadecuada entre proteínas y calorías pueden incluir alguno o todos estos:

  • Disminución de las tasas de crecimiento en cachorros y gatitos.

  • Anemia.

  • Pérdida de peso.

  • Atrofia del músculo esquelético.

  • Pelaje mate y descuidado.

  • Anorexia.

  • Problemas reproductivos.

  • Parasitosis persistente que no responde o infección microbiana de bajo grado.

  • Protección deteriorada por vacunación.

  • Pérdida rápida de peso después de una lesión o durante la enfermedad.

  • Incapacidad para responder adecuadamente al tratamiento de una lesión o enfermedad.

Grasas en las necesidades nutricionales de pequeños animales

Los triglicéridos, también llamados ácidos grasos, pueden ser de cadena corta, mediana o larga, según el número de átomos de carbono presentes en la cadena de los ácidos grasos. Los ácidos grasos esenciales son triglicéridos de cadena larga (AGCL) que no pueden sintetizarse en el organismo; la mayoría de los ácidos grasos consumidos en el alimento son ácidos grasos de cadena larga.

La mayoría de los nutrientes consumidos en la dieta se digieren y absorben en el intestino delgado, donde luego entran en la circulación sanguínea a través de la vena porta y se llevan al hígado. Cuando se consumen AGCL, se digieren y absorben en las células epiteliales del intestino delgado. Sin embargo, no son transportados directamente a la vena porta, sino que entran en los vasos linfáticos antes de llegar finalmente a la irrigación sanguínea. En contraste, los ácidos grasos de cadena media (AGCM) no parecen exigir un transporte inicial en los vasos linfáticos y, en cambio, pueden absorberse desde el intestino directamente a la circulación sanguínea a través de la vena porta. Esto ofrece una ventaja en los perros para el tratamiento de algunos trastornos gastrointestinales, como la linfangiectasia, que afectan al sistema linfático.

Más recientemente, los triglicéridos de cadena media se están utilizando en perros con disfunción cognitiva canina. A medida que los perros envejecen, el metabolismo de la glucosa en el cerebro se vuelve menos eficiente, lo que puede tener efectos adversos en la memoria, el aprendizaje y la consciencia, dando lugar una disminución de la función cognitiva. Ciertos triglicéridos de cadena media procedentes de aceites vegetales pueden servir como fuente de energía alternativa para el cerebro. Además, los triglicéridos de cadena media también se están utilizando en perros con convulsiones refractarias para disminuir la frecuencia de las convulsiones.

Las grasas dietéticas facilitan también la absorción, el almacenamiento y el transporte de las vitaminas liposolubles (A, D, E y K) y son una fuente de ácidos grasos esenciales (AGE).

Todos los mamíferos, incluidos los perros y los gatos, tienen necesidades dietéticas de ácido linoleico, un ácido graso omega-6 que se encuentra en cantidades apreciables en aceites vegetales como el de maíz y el de soja. Los gatos tienen necesidades adicionales de ácido araquidónico, otro ácido graso omega-6, que está ausente en los aceites y las grasas vegetales, pero que se encuentra en la grasa de la carne, las aves y los huevos. A diferencia de los perros, los gatos no pueden convertir el ácido linoleico en ácido araquidónico.

Más recientemente, los ácidos grasos omega-3 (ácido alfa-linolénico [ALA], ácido eicosapentaenoico [EPA] y ácido docosahexaenoico [DHA]) se han añadido a la lista de AGE necesarios durante el crecimiento y la reproducción tanto en perros como en gatos. La mejor fuente dietética de ALA es el aceite de linaza, y las mejores fuentes dietéticas de EPA y DHA son el pescado azul, el aceite de kril y el aceite de algas.

La mayoría de los piensos comerciales para perros adultos suelen contener un 5-15 % de grasa (sobre materia seca). Los piensos para cachorros suelen contener un 8-20 % de grasa (sobre materia seca). El amplio rango de contenido de grasa en las diferentes dietas proporciona las diferentes necesidades de energía de un animal determinado, para adaptarse a las demandas variables del trabajo, el estrés, el crecimiento o la lactación en contraposición al mantenimiento. Hasta un 60 % de la energía del alimento de los gatos pueden provenir de la grasa, aunque los alimentos que contienen un 8-40 % de grasa (sobre materia seca) también se han suministrado con éxito. Dado que la grasa aporta considerablemente más energía a los alimentos, la cantidad de proteína respecto a la energía debe equilibrarse adecuadamente según el estado fisiológico y los consumos normales esperados de acuerdo con el tamaño del animal y sus necesidades.

Las carencias de AGE son muy poco frecuentes en perros y gatos alimentados con piensos completos y equilibrados, conservados adecuadamente, que se han formulado de acuerdo a las recomendaciones de la AAFCO. Las carencias de AGE causan la aparición de uno o varios signos clínicos, como piel seca y escamosa y pelo sin brillo, inactividad, trastornos reproductivos como anestro, subdesarrollo testicular o falta de libido. Los suplementos de ácidos grasos a menudo se recomiendan para perros con piel seca y escamosa y pelo sin brillo; sin embargo, siempre deben evaluarse primero las afecciones metabólicas subyacentes.

Carbohidratos en las necesidades nutricionales de pequeños animales

Los almidones resistentes se clasifican como tipo 1, almidones físicamente inaccesibles a las enzimas digestivas, y tipo 2, aquellos resistentes a la digestión debido a la naturaleza de los gránulos de almidón dentro de la planta, como el tipo de almidón que se encuentra en las patatas crudas. La fibra también es resistente a la digestión por las enzimas digestivas producidas en el tracto gastrointestinal de perros y gatos; sin embargo, las bacterias del tracto gastrointestinal pueden producir enzimas capaces de degradar la fibra.

Los carbohidratos son la fuente dietética de glucosa, que se necesita en ciertos tejidos del organismo. Por ejemplo, el cerebro, el tejido nervioso, los eritrocitos, la médula renal, los testículos, el útero gestante y la glándula mamaria durante la lactación necesitan glucosa para obtener energía. Sin embargo, dado que la glucosa puede ser producida por el organismo a través de la gluconeogénesis a partir de aminoácidos o triglicéridos, los carbohidratos de la dieta no se consideran nutrientes esenciales en la dieta de perros y gatos adultos no reproductores.

Los perros suelen utilizar la glucosa de los carbohidratos de la dieta, pero si no se proporcionan cantidades adecuadas de carbohidratos en su dieta, se producirá gluconeogénesis, desviando aminoácidos de funciones como la síntesis de aminoácidos no esenciales y la construcción de músculo. Por el contrario, los gatos están por lo general en un estado de gluconeogénesis continua, usando aminoácidos glucogénicos y glicerol para sintetizar glucosa, y no pueden regular a la baja la gluconeogénesis durante los periodos de ayuno y de inanición. Por tanto, si no se proporcionan niveles adecuados de proteína y grasa en la dieta, los gatos utilizarán aminoácidos glucogénicos endógenos y glicerol para producir glucosa.

Tanto los perros como los gatos pueden digerir almidones bien cocidos, como los de los cereales, con >90 % de eficiencia. Después de la absorción, tanto los perros como los gatos utilizarán la glucosa de los carbohidratos de la dieta para ayudar a satisfacer su demanda fisiológica de glucosa. Los gatos están adaptados a una ingesta moderada de carbohidratos complejos en la dieta, a partir de los cuales la glucosa se absorbe en la sangre a un ritmo lento y constante. Los gatos pastan en la comida, ingiriendo hasta 18 comidas pequeñas por día, lo que produce una liberación lenta y constante de glucosa en la sangre. En muchas especies, incluidos los perros y los gatos, los carbohidratos poco digestibles o una sobrecarga de azúcares simples en el tracto gastrointestinal pueden causar cambios adversos en el metabolismo intestinal, como diarrea osmótica y flatulencia.

Los carbohidratos pueden volverse condicionalmente esenciales en perros cuando las necesidades de energía son elevadas, como durante el crecimiento, la gestación y la lactación. La supervivencia de los cachorros y el estado metabólico de la perra en el momento del parto parecen mejorar con una dieta en la que el 20-30 % de la energía proviene de los carbohidratos.

Los carbohidratos también pueden volverse condicionalmente esenciales en las gatas durante la lactación, protegiendo contra la pérdida de peso y mejorando la producción de leche. Para las gatas lactantes, la dieta debe contener al menos un 10 % de materia seca de carbohidratos digestibles.

Fibra

La fibra se define como las partes comestibles de las plantas o carbohidratos análogos que son resistentes a la digestión y absorción en el intestino delgado y tienen una fermentación completa o parcial en el intestino grueso. La fibra es resistente a la hidrólisis por las enzimas digestivas de los mamíferos en el intestino delgado; sin embargo, las bacterias beneficiosas del intestino grueso son capaces de fermentar la fibra y producir otros compuestos, como los ácidos grasos de cadena corta (AGCC), también conocidos como ácidos grasos volátiles (AGV). La fibra también sirve como sustrato energético para las bacterias beneficiosas.

Aunque no existe un requerimiento dietético de fibra en perros y gatos, se obtienen beneficios para la salud cuando se incluyen ciertas fuentes de fibra en la alimentación. La fibra adsorbe toxinas microbianas y xenobióticos, los cuales pueden tener efectos deletéreos en el tracto gastrointestinal. Ciertos tipos de fibra dietética pueden reducir la solubilidad de los ácidos biliares en el agua en las heces, reduciendo así algunos de los efectos directos que estos ácidos pueden tener sobre el epitelio intestinal. Otros tipos de fibra también pueden adsorber nutrientes, lo que puede ser beneficioso en situaciones en las que se desea ralentizar la tasa de absorción de glucosa en los intestinos (p. ej., pacientes diabéticos). Sin embargo, la fibra también puede unirse a los nutrientes, por lo que una dieta demasiado rica en fibra puede interferir con la absorción de nutrientes en el tracto gastrointestinal, lo que puede provocar deficiencias de nutrientes.

Los tres sistemas principales de clasificación de la fibra son solubilidad, fermentabilidad y viscosidad. La naturaleza diversa de la fibra hace difícil hacer afirmaciones generales aplicables a todos los tipos de fibra, como que las fibras solubles son fibras fermentables y las fibras insolubles son fibras no fermentables. También es importante tener en cuenta que dos fibras con las mismas propiedades en un sistema de clasificación pueden tener propiedades completamente opuestas en otro sistema de clasificación.

Solubilidad y viscosidad

La fibra se clasifica como insoluble y soluble. La fibra insoluble no tiene una interacción significativa con el agua y, por tanto, no posee una capacidad apreciable de retención de agua cuando la ingesta pasa a través del intestino grueso. Es análogo a la ingestión de perlas de plástico: las perlas de plástico aumentan el volumen fecal a medida que pasan a través del tracto gastrointestinal, pero no tienen capacidad para absorber agua y aumentan el contenido de humedad de las heces. La fibra insoluble puede tener un efecto laxante en el tracto gastrointestinal, pero no se debe a la interacción de la fibra con el agua para aumentar el contenido de humedad en las heces. Una forma en que produce un efecto laxante es estimulando la peristalsis. La fibra insoluble aumenta el volumen o la masa fecal y, a su vez, esto causa estiramiento en el músculo liso del colon, estimulando así el peristaltismo y disminuyendo el tiempo de tránsito intestinal. Una segunda forma en que la fibra gruesa e insoluble puede inducir un efecto laxante es a través de un efecto mecánicamente irritante sobre la mucosa intestinal que estimula la secreción de agua y moco desde la mucosa intestinal hacia la luz del intestino grueso. Por el contrario, si se alimenta con fibra insoluble finamente molida, no causa irritación de la mucosa intestinal y, por tanto, no tendrá un efecto laxante. Algunos ejemplos de fibra insoluble incluyen la celulosa, la pulpa de remolacha y el salvado de arroz.

La fibra soluble se disuelve en agua, y la capacidad de retención de agua de la fibra en todo el tracto gastrointestinal depende de su viscosidad. La viscosidad se refiere a las propiedades de formación de gel de algunas fibras solubles, y este gel determina la capacidad de retención de agua de la fibra. Las fibras solubles se pueden clasificar como viscosas o no viscosas, según la forma en que las cadenas de azúcar de polímero en la fibra interactúan entre sí. Las fibras con polímeros en forma de arbusto altamente ramificadas no se agrupan de forma regular cuando se mezclan con agua y, por tanto, no tienen efecto sobre la viscosidad. Se conocen como fibras solubles no viscosas e incluyen la inulina, los fructooligosacáridos (FOS) y la dextrina de trigo. Las fibras con polímeros lineales o de cadena de deformación se empaquetan en una matriz regular y forman enlaces cruzados con las cadenas de polímero adyacentes cuando se mezclan con agua para formar un gel. Estas se conocen como fibras solubles y viscosas. El gel retrasa el tiempo de vaciado gástrico y aumenta el tiempo de tránsito a través del intestino delgado. Algunos ejemplos de fibras viscosas solubles incluyen el psylllium, el betaglucano y la goma guar cruda. La fibra viscosa y soluble se usa a menudo en los alimentos para mascotas para formar una salsa en las dietas enlatadas. El contenido de agua de las heces es inversamente proporcional a la viscosidad de las heces.

Fermentabilidad

La fermentación es el proceso que se produce cuando las bacterias intestinales convierten la fibra en otros compuestos, como los ácidos grasos de cadena corta (AGCC), también conocidos como ácidos grasos volátiles (AGV), así como algunas vitaminas, como la vitamina K. La producción de ácidos grasos de cadena corta en el intestino grueso es importante en perros y gatos porque los AGCC proporcionan aproximadamente el 70 % de las necesidades energéticas de los colonocitos en los perros. Los AGCC también reducen el pH en el colon, lo que puede aumentar el peristaltismo colónico y disminuir el tiempo de tránsito, pero un pH más ácido también puede actuar como una barrera de defensa en el tracto gastrointestinal y proteger frente a la colonización de bacterias patógenas.

Toda la fibra es fermentable hasta cierto punto y varía de baja, o escasamente fermentable, a alta, o rápidamente fermentable. La fermentación de la fibra produce compuestos deseables, como los AGCC, pero también produce compuestos indeseables, como el metano y los gases de sulfito de hidrógeno. Como resultado, la fibra moderadamente fermentable se usa a menudo en los alimentos para animales de compañía para equilibrar la formación de compuestos deseables e indeseables. Algunos ejemplos de fibra moderadamente fermentable incluyen la pulpa de remolacha, el salvado de arroz y la goma arábiga.

Los fabricantes de dietas que contienen fibra deben ser conscientes del impacto que la cantidad y el tipo de fibra pueden tener sobre la digestibilidad de ciertos nutrientes y asegurarse de que el tipo y la cantidad de fibra en la dieta no provoquen deficiencias nutricionales cuando se consumen.

Niveles elevados de fibra en las dietas:

  • Aumento de la producción fecal.

  • Normalizan el tiempo de tránsito.

  • Alteran la microbiota colónica y los patrones de fermentación.

  • Alteran la absorción de glucosa y la cinética de la insulina.

  • A niveles altos, pueden deprimir la digestibilidad de ciertos nutrientes en la dieta.

Las fuentes de fibra como la pulpa de remolacha, la celulosa y el salvado de arroz tienen baja solubilidad, mientras que la goma arábiga, la metilcelulosa y la inulina tienen una alta solubilidad. El psyllium, que se encuentra en productos y suplementos comunes de venta libre, contiene fibra poco soluble y muy soluble.

Aunque todavía se usa la clasificación de la fibra basada en su solubilidad, la fibra también se suele clasificar según su fermentabilidad. La fermentabilidad se define como la capacidad de degradación de la fibra por las bacterias intestinales, y esta definición evalúa con mayor precisión los beneficios potenciales de la fibra en el tracto GI.

La fermentación de la fibra produce los AGCC acetato, propionato y butirato. Los ácidos grasos de cadena corta tienen numerosos beneficios, incluyendo el aporte de ~70 % de la energía que necesitan las células epiteliales del intestino grueso, la estimulación de la absorción intestinal de sodio y agua, y la disminución del pH en el intestino grueso, un entorno que favorece la supervivencia de las bacterias beneficiosas del tracto GI.

Por el contrario, la fermentación también produce sustancias poco deseables, como gases, amoníaco y fenoles. Las fibras altamente fermentables son rápidamente metabolizadas por las bacterias intestinales y producen grandes cantidades de gas que pueden causar cólico y diarrea. La producción de productos de fermentación poco deseables puede minimizarse usando una fuente de fibra de fermentación moderada; los ejemplos incluyen pulpa de remolacha, inulina y psyllium. La pulpa de remolacha también proporciona una buena calidad de las deposiciones en perros sin afectar a la digestibilidad de otros nutrientes cuando se incluye ≤7,5 % (sobre materia seca) en el alimento.

La fibra fermentable dietética también funciona como prebiótico en perros y gatos. Los prebióticos se definen como ingredientes alimentarios no digestibles que estimulan selectivamente el crecimiento o la actividad de bacterias beneficiosas en los intestinos, como Bifidobacterium y Lactobacillus. También inhiben la supervivencia y colonización de bacterias patógenas. Las bacterias beneficiosas producen AGCC y algunos nutrientes (p. ej., algunas vitaminas B y vitamina K). Las bacterias beneficiosas también pueden funcionar como inmunomoduladores, reducen las toxinas hepáticas (p. ej., aminas y amoníaco sanguíneo) y ayudan con la conducta ansiosa en perros.

La fibra bruta, que figura en el análisis garantizado en las etiquetas de los alimentos para mascotas, cuantifica solo algo de fibra dietética insoluble y nada de fibra dietética soluble. Por tanto, la fibra bruta no es, desafortunadamente, una medida exacta de la fibra dietética total.

Cambio de la designación de la fibra en las etiquetas de los alimentos para mascotas

Los efectos fisiológicos de la fibra no son uniformes en todos los tipos de fibra, y basarse únicamente en el porcentaje de fibra cruda que figura en las etiquetas de los alimentos para mascotas no refleja con precisión el contenido de fibra o el tipo de fibra en el producto, ni los efectos fisiológicos previstos de una dieta determinada. Un método más útil para informar sobre la fibra sería informar sobre la fibra dietética total, que incluye tanto las insolubles como las solubles. A menudo se usan tipos específicos de fibra en el tratamiento de ciertas afecciones y, por tanto, es importante conocer no solo la cantidad de fibra dietética total en la dieta, sino también la cantidad de fibra insoluble frente a la soluble.

Vitaminas liposolubles en las necesidades nutricionales de pequeños animales

Las vitaminas se definen como sustancias orgánicas presentes en los alimentos que son esenciales para el metabolismo normal. Se clasifican por sus propiedades físicas y químicas en vitaminas liposolubles (A, D, E y K) y vitaminas hidrosolubles (B y C).

Vitamina A

La vitamina A es un nutriente esencial necesario para numerosas funciones en el organismo, como la visión normal, el crecimiento, la reproducción, la función inmunitaria, el mantenimiento de tejidos epiteliales sanos y la expresión y regulación de muchos genes. El betacaroteno es un precursor de la vitamina A que se encuentra en las plantas, y los perros pueden utilizar fácilmente fuentes vegetales y animales de vitamina A. En contraste, los gatos no pueden convertir el betacaroteno en vitamina A porque carecen de la enzima carotenasa intestinal necesaria para la escisión del betacaroteno. Como resultado, los gatos necesitan una fuente dietética preformada de vitamina A, como la suministrada por el hígado, los aceites de pescado o la vitamina A sintética.

La deficiencia de vitamina A en perros y gatos puede provocar cambios oculares, como los siguientes:

  • Ceguera nocturna (nictalopía) y sequedad conjuntival grave (xeroftalmía).

  • Conjuntivitis.

  • Opacidad y ulceración corneal.

  • Queratitis.

  • Degeneración retiniana.

  • fotofobia

Además, los perros pueden experimentar anorexia, pérdida de peso corporal, lesiones cutáneas, ataxia, metaplasia del epitelio bronquiolar, neumonitis y mayor propensión a las infecciones. En los cachorros, la deficiencia de vitamina A puede dar lugar a un remodelado defectuoso de los orificios craneales, dando lugar a estenosis y degeneración del nervio coclear y finalmente a sordera.

La hipovitaminosis A en gatos también puede causar muerte fetal y anomalías congénitas (hidrocefalia, ceguera, alopecia, sordera, ataxia, displasia cerebelosa y hernia intestinal), así como metaplasia escamosa del aparato respiratorio, la conjuntiva, el endometrio y las glándulas salivales.

La hipervitaminosis A (intoxicación) es rara en los perros, que parecen ser menos sensibles que los gatos a la ingesta excesiva de vitamina A. Los signos clínicos más comunes de intoxicación por vitamina A en perros son malformaciones esqueléticas, fracturas espontáneas y hemorragia interna; sin embargo, también pueden producirse anquilosis de las vértebras y articulaciones grandes, hiperplasia osteocartilaginosa, osteoporosis, inhibición de la síntesis de colágeno, disminución de la condrogénesis en las placas de crecimiento de los perros en crecimiento y estrechamiento de los orificios intervertebrales.

En los gatos, la intoxicación por vitamina A es más frecuente y puede producirse cuando los gatitos en crecimiento se alimentan con una dieta rica en hígado. Esto da lugar a una extensa hiperplasia osteocartilaginosa de las tres primeras vértebras cervicales, lo que restringe el movimiento del cuello y limita la capacidad de los gatitos para acicalarse de forma eficaz, dando lugar a un pelo descuidado.

Consúltense las necesidades de nutrientes de la AAFCO para gatos y perros y los perfiles de nutrientes del NRC para gatos, perros, gatitos y cachorros para los niveles dietéticos de vitamina A y otros nutrientes.

Vitamina D

La vitamina D es un nutriente esencial en la dieta de perros y gatos. A diferencia de los humanos o de muchos otros mamíferos, tanto los perros como los gatos tienen cantidades muy limitadas de 7-dehidrocolesterol, un precursor que se convierte en colecalciferol (D3) cuando la piel está expuesta a la luz ultravioleta.

La función principal de la vitamina D es mejorar la absorción intestinal y la movilización de calcio y fósforo, así como estimular la retención y el depósito óseo de ambos minerales. Los excesos o deficiencias de vitamina D pueden producir cambios en los niveles séricos de calcio y fósforo. La forma biológicamente activa de la vitamina D en el organismo es el 1,25-dihidroxicolecalciferol, también conocido como calcitriol.

Los signos clínicos de la deficiencia de vitamina D incluyen raquitismo en animales jóvenes, uniones costocondrales agrandadas y osteomalacia y osteoporosis en animales adultos. Los signos clásicos de raquitismo son raros en cachorros y gatitos alimentados con dietas comerciales completas y equilibradas; están presentes con mayor frecuencia cuando se administran dietas caseras sin suplementos.

La hipervitaminosis D se ha asociado con cantidades excesivas de vitamina D añadidas inadvertidamente a los alimentos comerciales para mascotas o con la ingestión de raticidas que contienen colecalciferol (D3). La intoxicación por vitamina D causa hipercalcemia e hiperfosfatemia con calcificación irreversible de los tejidos blandos de los túbulos renales, las válvulas cardiacas y las paredes de los grandes vasos y puede ser mortal.

Vitamina E

La vitamina E funciona como un antioxidante en el organismo.

Los signos clínicos de la deficiencia de vitamina E se atribuyen con mayor frecuencia a la disfunción de la membrana como resultado de la degradación oxidativa de los fosfolípidos poliinsaturados de la membrana y la alteración de otros procesos celulares críticos. En los perros, los signos clínicos de la deficiencia de vitamina E son los siguientes:

  • Enfermedad degenerativa del músculo esquelético asociada con debilidad muscular.

  • Degeneración del epitelio germinal testicular y alteración de la espermatogénesis en los machos y nacimiento de cachorros débiles y muertos en las hembras.

  • Degeneración retiniana.

  • Lipofuscinosis (pigmentación marrón) del músculo liso intestinal.

  • Anorexia.

  • Apatía.

  • Coma.

En los gatos, los signos clínicos de la deficiencia de vitamina E son los siguientes:

  • Miocarditis focal intersticial.

  • Miositis focal del músculo esquelético.

  • Infiltración mononuclear periportal en el hígado y esteatitis.

Se han producido deficiencias naturales de vitamina E en gatos que recibieron grandes cantidades de atún enlatado, dando lugar al desarrollo de panesteatitis (enfermedad de la grasa amarilla). Los gatitos y gatos adultos también pueden desarrollar anorexia, apatía, hiperestesia a la palpación del abdomen ventral, tejido adiposo nodular y depósitos de grasa decolorados por pigmentos ceroides marrones o anaranjados.

La vitamina E se suele considerar una de las vitaminas liposolubles menos tóxicas; sin embargo, las dosis muy elevadas de vitamina E pueden antagonizar la absorción de otras vitaminas liposolubles y pueden aparecer signos clínicos asociados con deficiencias de vitamina A, D y K.

Vitamina K

Aunque la vitamina K es una vitamina esencial tanto en perros como en gatos, la microbiota intestinal por lo general puede proporcionar cantidades adecuadas. Como resultado, aunque las vitaminas K1 y K2 se ingieren en la dieta, la vitamina K en los tejidos suele ser de origen bacteriano.

Cualquier afección que altere la microbiota intestinal, como un tratamiento antimicrobiano, puede dar lugar a una carencia de vitamina K.

La deficiencia de vitamina K tanto en perros como en gatos provoca tiempos de coagulación prolongados y sangrado excesivo. La intoxicación por vitamina K es extremadamente rara.

Vitaminas hidrosolubles en las necesidades nutricionales de pequeños animales

La mayoría de las vitaminas hidrosolubles sirven como cofactores enzimáticos. Las vitaminas hidrosolubles tienen un potencial mucho menor de toxicidad que las vitaminas liposolubles porque cualquier ingestión oral de niveles excesivos no se almacena fácilmente en el organismo.

Las vitaminas hidrosolubles suelen excretarse con facilidad si se consumen cantidades excesivas. Se cree que es bastante difícil que causen intoxicación o efectos secundarios aunque se consuman megadosis. La B12 es la única vitamina hidrosoluble que se almacena en el hígado.

Vitamina C

La vitamina C (ácido ascórbico) tiene muchas funciones en el organismo, incluso como antioxidante y eliminador de radicales libres, desempeñando un papel importante en la síntesis de colágeno. La AAFCO no ha establecido un requerimiento dietético de vitamina C para perros y gatos, porque son capaces de sintetizarla de la glucosa en el hígado. No obstante, la suplementación puede proporcionar beneficios adicionales para la salud. La vitamina C también puede usarse como conservante natural en los alimentos para animales de compañía para recargar los tocoferoles mezclados que se usan para evitar la oxidación y el enranciamiento de las grasas en la dieta.

La suplementación excesiva de vitamina C ha suscitado preocupación en perros y gatos con antecedentes de urolitiasis por oxalato cálcico porque la degradación del ácido ascórbico se produce de forma no enzimática y da lugar a la formación de oxalato y al aumento de las cantidades de oxalato excretadas en la orina.

Tiamina (vitamina B)

La deficiencia de tiamina no suele producirse en perros y gatos alimentados con piensos equilibrados, completos y dietas comerciales equilibradas. La deficiencia de tiamina puede estar asociada a una elevada ingestión de antagonistas de la tiamina, como las tiaminasas, las enzimas que degradan la tiamina. Las tiaminasas se encuentran en el pescado crudo de agua dulce y en las almejas. Pueden producir una carencia por la rápida destrucción de la tiamina de los alimentos.

Las tiaminasas se destruyen al cocinar el pescado; por tanto, aunque los alimentos enlatados comerciales para gatos pueden contener pescado, el calor asociado con el enlatado es suficiente para destruir la tiaminasa. La destrucción de la tiamina también puede ser el resultado del tratamiento de los alimentos con dióxido de azufre o por calentamiento excesivo durante el desecado o el enlatado, pero las carencias son raras.

La deficiencia aguda de tiamina afecta al sistema nervioso y produce signos neurológicos graves, mientras que la deficiencia crónica de tiamina produce cambios en el miocardio y los nervios periféricos. Los signos clínicos de la deficiencia de tiamina en los perros incluyen ataxia e hipertrofia cardiaca, mientras que en los gatos incluyen anorexia, retraso del crecimiento, disfunción neurológica, convulsiones y debilidad muscular. La debilidad muscular aparece con mayor frecuencia como ventroflexión de la cabeza, el mismo signo clínico que a menudo se observa en gatos con deficiencia de potasio.

Niacina

La niacina es un término genérico usado para describir compuestos que presentan actividad de vitamina B3 (p. ej., ácido nicotínico y nicotinamida).

La deficiencia de niacina en perros da lugar a una afección conocida como enfermedad de la lengua negra, que se caracteriza por secreción sanguinolenta del tracto gastrointestinal e inflamación de las membranas mucosas en perros alimentados con dietas deficientes en niacina. Tanto la pelagra en humanos como la enfermedad de la lengua negra en los perros pueden curarse suplementando la dieta con niacina.

La deficiencia de niacina es rara en perros alimentados con dietas completas y equilibradas porque los perros pueden sintetizar la niacina a partir del triptófano, un aminoácido esencial. Los signos clínicos descritos en perros con deficiencia de tiamina incluyen lo siguiente:

  • Anorexia.

  • Pérdida de peso.

  • Diarrea sanguinolenta.

  • Alteración de la absorción intestinal de agua, sodio, potasio y glucosa.

  • Enrojecimiento del interior del labio superior que progresa a inflamación y ulceración de la mucosa oral y faríngea.

  • Salivación profusa con saliva teñida de sangre.

  • Olor horrible.

Los gatos no pueden sintetizar cantidades sustanciales de niacina a partir del triptófano y, por tanto, deben obtener sus necesidades totales de niacina de la dieta.

La deficiencia de niacina es poco común en gatos alimentados con dietas completas y equilibradas y se ha descrito principalmente en gatitos alimentados con una dieta purificada sin niacina. Estos gatitos dejaron de crecer después de 10-15 días, desarrollaron diarrea, perdieron peso y murieron hacia el día 50. No se observaron lesiones cutáneas ni orales.

Biotina

La biotina funciona como un cofactor esencial para cuatro reacciones diferentes de carboxilasa en los mamíferos. Las carboxilasas son necesarias para el metabolismo de lípidos, glucosa y algunos aminoácidos. La biotina puede proporcionarse en la dieta o ser sintetizada por microorganismos intestinales.

La deficiencia natural de biotina es muy rara en perros y gatos; sin embargo, puede estar causada por la administración de antimicrobianos orales que destruyen las bacterias intestinales que sintetizan biotina. La otra forma en que puede producirse una deficiencia de biotina es alimentar a los animales con claras de huevo crudas. Mientras que las yemas de huevo son una buena fuente de biotina, las claras de huevo crudas contienen una glucoproteína llamada avidina que se une a la biotina e impide su absorción en el tracto gastrointestinal. Los signos clínicos de la carencia de biotina incluyen falta de crecimiento, dermatitis, letargo y anomalías neurológicas.

Folato

El folato funciona como cofactor en la biosíntesis de nucleótidos, la síntesis de fosfolípidos, el metabolismo de aminoácidos, la producción de neurotransmisores y la formación de creatinina. El folato también está implicado en las células que se dividen rápidamente. El folato, combinado con cobalamina (vitamina B12), está implicado en la transferencia de grupos metilo en la producción de metionina a partir de la homocisteína.

El folato puede proporcionarse en la dieta o sintetizarse a partir de microorganismos intestinales. Una forma de diagnosticar la diarrea que responde a los antibióticos (ARD), también conocida como SIBO (sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado), y la disbiosis, es medir los niveles de folato en la sangre, que se incrementarán con la ARD.

Los signos clínicos de deficiencia de ácido fólico en perros y gatos incluyen pérdida de peso, anorexia, anemia, diarrea y mala calidad del pelo. En los gatos, la deficiencia de folato a largo plazo también puede producir un aumento de las concentraciones plasmáticas de hierro y anemia megaloblástica.

Cobalamina (vitamina B)

La cobalamina también está implicada en las células que se dividen rápidamente. La cobalamina se puede proporcionar en la dieta, principalmente a través de productos animales porque los productos vegetales no enriquecidos están esencialmente desprovistos de cobalamina o son sintetizados por algunos microorganismos intestinales. El íleon es el lugar principal de absorción de la cobalamina en los mamíferos.

La deficiencia de cobalamina puede causar anemia y daño neurológico irreversible debido a la desmielinización. La evaluación de los pacientes para determinar la deficiencia de folato y cobalamina es importante para el tratamiento apropiado.

La deficiencia de cobalamina en perros ha sido inducida por sobrecrecimiento bacteriano intestinal y debido a anomalías genéticas del metabolismo de la cobalamina (malabsorción intestinal de cobalamina) en el Schnauzer gigante, el Border Collie, el Beagle y el Komondor. Los cachorros con esta afección pueden mostrar signos clínicos de anorexia, retraso del crecimiento, neutropenia con hipersegmentación, anemia, plaquetas gigantes y cambios megaloblásticos en la médula ósea.

Los errores congénitos del metabolismo pueden evaluarse midiendo los niveles séricos de cobalamina u homocisteína o por análisis de orina para detectar la aciduria metilmalónica. La administración parenteral de cobalamina es necesaria en perros con esta anomalía genética.

La deficiencia de cobalamina en los gatos es principalmente el resultado de errores innatos del metabolismo, sobrecrecimiento bacteriano en los intestinos, enfermedad inflamatoria intestinal, linfoma intestinal, colangiohepatitis o colangitis y pancreatitis. Los signos clínicos incluyen pérdida de peso, diarrea, vómitos, anorexia, pelo descuidado o incluso de aspecto graso e intestinos engrosados. Si los gatos presentan una absorción de cobalamina por debajo de lo normal, pueden no responder bien a la suplementación oral y, en cambio, pueden necesitar la administración parenteral de cobalamina cada 2 semanas para mantener concentraciones normales en la sangre.

Minerales en las necesidades nutricionales de pequeños animales

Los minerales se pueden clasificar de la siguiente manera:

  • Macrominerales (sodio, potasio, calcio, fósforo, magnesio) necesarios en cantidades de gramos/día.

  • Oligoelementos de importancia conocida (hierro, zinc, cobre, yodo, flúor, selenio, cromo) necesarios en cantidades de miligramos o microgramos/día.

Es importante que la cantidad de minerales dietéticos necesarios esté equilibrada en relación con la concentración energética del alimento. A medida que la ingestión de un mineral excede sus necesidades, puede absorberse una cantidad excesiva, o una cantidad elevada de mineral no absorbido puede impedir la adecuada absorción intestinal de otros minerales. La suplementación mineral indiscriminada debe evitarse debido a que es probable que se causen desequilibrios minerales.

La carencia de minerales es rara en alimentos bien equilibrados. La manipulación de la ingesta dietética de calcio, fósforo, sodio, magnesio (perros y gatos) y cobre (perros) es común en dietas terapéuticas destinadas al tratamiento de enfermedades específicas.

Macrominerales

El calcio y el fósforo están en estrecho equilibrio entre sí en el organismo, y los niveles dietéticos de fósforo a menudo se rigen por los niveles de calcio en la dieta con el objetivo de lograr la proporción Ca:P adecuada para cada especie, tamaño y etapa de la vida. La absorción de calcio en el intestino se produce tanto por transporte activo como pasivo. El transporte activo es un proceso saturable regulado por la forma activa de la vitamina D, mientras que el transporte pasivo es un proceso no saturable.

Después del nacimiento, la absorción de calcio se produce principalmente por transporte pasivo, y los animales jóvenes desde el destete hasta los 6 meses de edad pueden no ser capaces de regular la absorción intestinal de calcio cuando hay un exceso de calcio en la dieta. Después de unos 6 meses, la contribución del transporte pasivo a la absorción total de calcio disminuye y el transporte activo se vuelve más destacado, permitiendo una mejor regulación de la absorción de calcio.

En la homeostasis del calcio en el organismo intervienen varios órganos y la hormona paratiroidea y la calcitonina, mientras que la homeostasis del fósforo en el organismo es un esfuerzo coordinado entre la absorción intestinal y la excreción renal. Las deficiencias de calcio y fósforo son poco frecuentes en perros y gatos que consumen dietas completas y equilibradas. Sin embargo, se han producido deficiencias de calcio cuando se administran dietas ricas en carne o exclusivamente de carne con un contenido alto en fósforo y bajo en calcio.

En los perros y en los gatos, las necesidades dietéticas de calcio y fósforo se incrementan por encima del mantenimiento durante el crecimiento, la gestación y la lactación. En los perros, la relación calcio:fósforo óptima debe ser ~1,2-1,4:1; sin embargo, las relaciones mínima y máxima según la AAFCO son 1:1 a 2,1:1. La absorción de fósforo es menor cuanto más alta es la relación; por lo tanto, es necesario un equilibrio apropiado de estos dos minerales.

Un aporte insuficiente de calcio o un exceso de cantidades de fósforo disminuyen la absorción de calcio y causan irritabilidad, hiperestesia y pérdida de tono muscular, con parálisis temporal o permanente asociada con hiperparatiroidismo nutricional secundario. La desmineralización esquelética, especialmente de la pelvis y de los cuerpos vertebrales, se desarrolla con la carencia de calcio. Cuando se produce una fractura patológica y la afección se puede confirmar radiográficamente, la desmineralización ósea es grave. A menudo, existe un historial de alimentación con un alimento compuesto casi completamente de carne, hígado, pescado o pollo.

El consumo excesivo de calcio es más problemático en perros en crecimiento (destete hasta 1 año de edad) de razas grandes y gigantes. La suplementación excesiva (>3 % de calcio [sobre materia seca]) causa signos clínicos de osteocondrosis y una reducción de la remodelación del esqueleto más graves en perros jóvenes en crecimiento rápido de razas grandes que en perros que consumen alimentos con menos calcio (1-3 % [sobre materia seca]). Los signos de cojera, dolor y movilidad disminuida no se han descrito en perros de razas pequeñas o razas de crecimiento más lento que se suministraron con las cantidades más altas de calcio.

El magnesio es un cofactor esencial de muchas vías enzimáticas metabólicas intracelulares y es raramente deficitario en alimentos completos y equilibrados. Sin embargo, si la suplementación con calcio o fósforo es excesiva, se forman complejos minerales insolubles e indigestibles en el intestino y puede reducirse la absorción de magnesio. Los signos clínicos de la carencia de magnesio en cachorros son apatía, letargo y debilidad muscular. Se excreta en la orina una cantidad excesiva de magnesio.

Oligoelementos

La carencia de yodo es rara cuando se ofrecen alimentos completos y equilibrados, pero puede producirse cuando se suministran alimentos ricos en carne (perros y gatos) o cuando los alimentos contienen pescado de agua salada (gatos). Los gatitos con carencia muestran signos clínicos de hipertiroidismo en las etapas tempranas, con aumento de la excitabilidad, seguido más tarde por hipotiroidismo y letargo. Se ha descrito metabolismo anormal del calcio, alopecia y resorciones fetales. La afección puede confirmarse observando el tamaño de la tiroides (>12 mg/100 g de peso corporal) y mediante histopatología en la necropsia.

El hierro y el cobre encontrados en la mayoría de las carnes se utilizan eficientemente, por lo que las carencias nutricionales son raras, excepto en los animales cuya alimentación está compuesta casi enteramente por leche o vegetales. La carencia de hierro o cobre se caracteriza por una anemia microcítica hipocrómica y, con frecuencia, un tono rojizo en el pelo de los animales de pelaje blanco.

La carencia de zinc produce emesis, queratitis, acromotriquia, retraso del crecimiento y emaciación. La disponibilidad de zinc a veces puede reducirse por otros componentes en las dietas comerciales. El Husky Siberiano y el Alaskan Malamute pueden tener un defecto genético que afecta a la absorción intestinal de zinc y presentar una dermatosis que responde a la suplementación con zinc (dermatosis canina que responde al zinc).

References

  1. Purina Institute. Accessed October 12, 2023. https://www.purinainstitute.com

  2. Cat Care For Life. Accessed October 12, 2023. https://www.catcare4life.org/cat-owners/lifestages/

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