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Trastornos digestivos de las aves de compañía

PorTeresa L. Lightfoot, DVM, DABVP (Avian)
Última revisión/modificación ene 2020

Las aves tienen varios trastornos digestivos, que incluyen infecciones y parásitos, que pueden causar problemas. La siguiente sección trata en detalle algunos de los trastornos más frecuentes.

Levaduras gástricas aviares (macrorhabdosis)

La levadura gástrica aviar (Macrorhabdus ornithogaster) a menudo coloniza el tracto digestivo de las aves. Es más común en aves de compañía más pequeñas, como periquitos, loros, agapornis, cacatúas y pinzones. Además, cualquier ave que tenga un sistema inmunitario debilitado puede estar infectada. El signo más frecuente de infección es la pérdida crónica de peso, la regurgitación, el letargo y la diarrea. Los excrementos pueden contener semillas o granulados sin digerir. El porcentaje de muertes varía del 10 al 80 % de las aves afectadas, según la especie y la cepa de la levadura. En las aves que se recuperan es probable que se produzcan recidivas y una posible diseminación del microorganismo en los excrementos.

El diagnóstico se realiza examinando los excrementos frescos al microscopio. La identificación positiva de los microorganismos ayuda al diagnóstico, pero estos pueden eliminarse en bajo número o de forma intermitente, por lo que puede ser necesario repetir la evaluación. Los objetivos del tratamiento son reducir el número de microorganismos y mejorar el estado general de salud e inmunitario del ave. Su veterinario puede recetarle varios medicamentos para lograr este objetivo. Esta enfermedad puede transmitirse entre aves.

Candidiasis (aftas)

La candidiasis es frecuente y está causada por la infección por la levadura Candida albicans. Es el mismo microorganismo que causa las "aftas" en la boca de los bebés humanos. Esta levadura es común en el medio ambiente y puede estar presente en pequeñas cantidades en el tracto digestivo de un ave normal. Sin embargo, puede causar enfermedad bajo ciertas condiciones. Las aves muy jóvenes no destetadas, especialmente las que reciben antibióticos, pueden desarrollar candidiasis debido a la inmadurez de sus sistemas inmunitarios. Las ninfas recién nacidas se consideran más sensibles. Las aves adultas que reciben antibióticos a largo plazo o que padecen malnutrición u otras enfermedades también pueden desarrollar candidiasis. Los antibióticos pueden alterar la digestión al eliminar las bacterias beneficiosas que suelen habitar en el tracto digestivo, permitiendo que otros microorganismos, como la levadura Candida, crezcan en exceso.

La candidiasis afecta con mayor frecuencia al buche, aunque el estómago y los intestinos también pueden estar afectados. También puede afectar a la piel, al tracto respiratorio y, raramente, al sistema nervioso central y otros órganos. La gravedad de la infección depende a menudo de la edad del ave y del estado de su sistema inmunitario. Un ave muy joven o muy enferma puede desarrollar una infección que se disemina a la sangre, la médula ósea y otros órganos.

La regurgitación de los alimentos, la falta de apetito y los signos generales de enfermedad pueden estar causados por el vaciado retardado del buche causado por la candidiasis. Algunas aves desarrollan un buche hinchado y lleno de moco. Las aves adultas pueden albergar un grado menor de candidiasis con pocos signos de enfermedad. Pueden aparecer manchas blancas en la boca si hay Candida oral. Un veterinario puede determinar si estas manchas blancas se deben a la candidiasis o a otra enfermedad. El examen microscópico de los excrementos, del contenido del buche o del material regurgitado puede revelar las levaduras.

Una buena higiene, incluida la limpieza y desinfección adecuadas de la jaula, el nido y cualquier utensilio de alimentación, es fundamental para minimizar la cantidad de Candida en el medio ambiente. En polluelos afectados por candidiasis, el buche debe vaciarse con más frecuencia y administrarse cantidades menores hasta que el buche vuelva a funcionar normalmente. Su veterinario puede recetarle medicamentos para ayudar a eliminar eficazmente la infección.

Bornavirus aviar/enfermedad de dilatación proventricular (síndrome de emaciación de los guacamayos)

La dilatación proventricular, también conocida como síndrome de emaciación de los guacamayos, afecta no solo a los guacamayos, sino a muchas otras especies de aves de compañía. Las cacatúas, las cotorras, los loros Eclectus y muchas especies africanas y asiáticas han sido infectadas. La afección está causada por el bornavirus aviar.

La dilatación proventricular afecta a los nervios del tracto digestivo y provoca el estiramiento del estómago y la falta de contracciones musculares normales. Los signos incluyen pérdida de peso crónica (a menudo tras un aumento inicial del apetito), el paso de alimentos no digeridos (más fácilmente reconocido cuando se encuentran semillas enteras en los excrementos) y regurgitación. Los signos del sistema nervioso (convulsiones, temblores, debilidad, incoordinación y ceguera) pueden aparecer con o sin signos gastrointestinales al mismo tiempo. Los brotes son poco frecuentes, pero la infección puede ser mortal.

La transmisión de la dilatación proventricular parece ser por exposición a heces de aves infectadas, pero pueden existir otras vías. El aislamiento de las aves afectadas es la única forma de prevenir la transmisión de la enfermedad a otras aves. Se recomienda la desinfección y una mejor ventilación, que pueden ayudar a reducir la transmisión. El tratamiento incluye el suministro de alimentos de fácil digestión y el uso de antiinflamatorios. El virus no sobrevive mucho tiempo en el medio ambiente, por lo que una buena higiene y la luz ultravioleta pueden ayudar a limitar la diseminación de la enfermedad.

Enfermedad de Pacheco/papilomatosis (herpesvirus de las psitácidas)

El herpesvirus de las psitácidas es el agente causal de la enfermedad de Pacheco y la papilomatosis interna en los loros. La enfermedad de Pacheco causa una inflamación vírica del hígado y se observa con mayor frecuencia en las especies del Nuevo Mundo (loros del Amazonas, guacamayos, cotorras y loros de cabeza de halcón). La papilomatosis interna se produce en loros que han sobrevivido a la enfermedad de Pacheco. La enfermedad está asociada con el estrés y a menudo se produce durante la introducción de nuevas aves, la reubicación o en aves con una enfermedad subyacente o una reproducción reciente. La enfermedad suele ser un problema de las bandadas, sobre todo en las colonias de cría.

La enfermedad se transmite por contacto directo, a través del aire o de la contaminación fecal de los alimentos o el agua. Los signos incluyen diarrea, excrementos verdes, letargo, regurgitación, debilidad y depresión. Los crecimientos o engrosamientos de tejido de color rosa parecidos a una coliflor, llamados papilomas, pueden aparecer en cualquier lugar, desde la cavidad oral, pasando por el tracto digestivo, hasta la cloaca de un ave. Las localizaciones más comunes, o al menos las más fácilmente detectadas, son la boca y la cloaca.

Los signos que se manifiestan dependen del lugar donde se producen los papilomas. Los crecimientos en la boca pueden causar sibilancias, dificultad para tragar y respiración con la boca abierta. Los papilomas situados más abajo en el tracto digestivo pueden causar vómitos, pérdida de apetito y emaciación. Los papilomas cloacales pueden parecerse y confundirse con el prolapso cloacal. Se pueden observar papilomas que sobresalen del respiradero cuando el ave se estresa o durante la eliminación. Pueden producirse esfuerzos para expulsar las heces, sangre en los excrementos, expulsión de gases y un olor anormal en los excrementos.

El veterinario aviar puede intentar la extirpación quirúrgica de los papilomas, pero los crecimientos a menudo reaparecen. El tratamiento es de soporte. No existe una cura permanente, pero el control durante muchos años es posible. Hay una vacuna disponible.

Parásitos gastrointestinales

La giardiasis se produce cuando los protozoos (parásitos microscópicos unicelulares) del género Giardia invaden los intestinos. Afecta a muchas especies de aves, pero se observa con mayor frecuencia en las ninfas. La transmisión se produce cuando se ingieren quistes infestantes, y las aves adultas pueden ser portadoras. Giardia puede causar diarrea, malnutrición y problemas con la absorción de nutrientes. En algunas aves, especialmente las ninfas, Giardia puede causar picor, haciendo que un ave chille y se tire de las plumas o se escarbe la piel con el pico. (Nota: existen muchas otras causas de arrancamiento de plumas que causarán los mismos signos.) Con la giardiasis, los excrementos pueden ser más grandes de lo normal y tener una apariencia de "palomitas de maíz". Si los polluelos están infectados, pueden estar delgados, con mal emplumado, lloran excesivamente para ser alimentados y pueden morir antes de emplumar. El veterinario prescribirá con mayor frecuencia una medicación tomada por la boca.

La tricomoniasis (conocida como acumulación caseosa o cancro en especies de aves que no son mascotas) es también el resultado de la infección por un parásito protozoario, Trichomonas gallinae. Ocasionalmente se observa en aves de compañía, especialmente en periquitos. Las lesiones de color amarillo blanquecino que se asemejan al queso o la cuajada se adhieren al revestimiento de la boca y la garganta, el buche y el esófago. Las lesiones pueden no ser visibles, pero los periquitos infectados pueden presentar signos como aumento de la salivación y regurgitación. La transmisión puede producirse por contacto directo (p. ej., cuando los padres infectados alimentan a las crías) o indirecto (ingiriendo alimentos o agua contaminados). El tratamiento requiere una medicación tomada por la boca.

En el tracto digestivo de las aves de compañía hay varios tipos de gusanos redondos, y las aves silvestres pueden transmitir ciertos gusanos redondos a los loros alojados en el exterior. La transmisión se produce cuando las aves ingieren los huevos de gusanos redondos. Los signos de infestación incluyen pérdida del estado general, debilidad, emaciación y la muerte. En las infestaciones graves, los intestinos pueden obstruirse. El veterinario prescribirá con mayor frecuencia un medicamento para matar los gusanos. En los climas cálidos donde la exposición en aviarios al aire libre es probable, se realizan con frecuencia desparasitaciones rutinarias con uno de estos medicamentos orales.

Los cestodos se han vuelto poco frecuentes en las aves de compañía ahora que la mayoría se crían en cautividad. Estos parásitos son más frecuentes en las cacatúas, los loros grises africanos y los pinzones. Los cestodos se transfieren de los animales infestados por un hospedador intermediario que pica al animal o recoge el cestodo de los excrementos u otras descargas y luego transfiere el parásito infestante a un animal previamente sano. Los hospedadores intermediarios de los cestodos probablemente son insectos y arañas de diversos tipos, lombrices de tierra y babosas. Rara vez se presentan signos de enfermedad, pero a veces pueden reconocerse segmentos del cestodo en los excrementos de las aves afectadas. Su veterinario prescribirá con mayor frecuencia medicamentos para matar los cestodos; el medicamento puede administrarse por la boca o inyectarse en un músculo. La recidiva es poco frecuente a menos que el ave continúe expuesta al hospedador intermediario.

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