Los trastornos de la cadera incluyen coxitis, luxaciones, fracturas y bursitis.
Coxitis
La coxitis es la inflamación de la cadera y puede dar lugar a la osteoartritis de la articulación de la cadera. La mayoría de los casos están causados por un traumatismo, como después de una caída o después de aplicar una escayola mientras el caballo está tumbado. Las fracturas del hueso de la cadera (pélvica) y las infecciones, particularmente la septicemia en animales jóvenes, también pueden ser causas. Independientemente de la causa, el desarrollo de osteoartritis secundaria de la articulación de la cadera es común y produce una cojera permanente.
La cojera puede observarse tanto en la pata de apoyo como en la de balanceo. En los casos graves es posible que el caballo arrastre la extremidad. En los casos menos graves, el caballo desarrolla una marcha ondulante, elevando el cuarto afectado durante la sustentación del peso y avanzando la extremidad de forma semicircular con un paso acortado hacia delante. La parte anterior del casco puede estar desgastada por el arrastre. El caballo suele estar de pie con la extremidad parcialmente doblada, la babilla girada hacia fuera y la punta del corvejón hacia dentro. Los músculos del cuarto trasero se desgastan debido al desuso en casos de larga duración. Las radiografías de la articulación pueden confirmar el diagnóstico, pero puede ser difícil obtener buenas imágenes en un caballo grande. Las gammagrafías óseas con gammagrafía se utilizan a menudo para identificar el lugar de la lesión.
El pronóstico de recuperación es malo. El tratamiento consiste en reposo, y los corticoesteroides inyectados en la articulación pueden aliviar temporalmente la cojera en los casos más leves. Los antiinflamatorios son útiles, pero muchos caballos sufren demasiado dolor para que el medicamento tenga un efecto beneficioso.
Luxación de la cadera
La cadera puede luxarse cuando los ligamentos o las membranas articulares se rompen debido a un traumatismo; sin embargo, la luxación de la cadera es infrecuente en los caballos. Cuando se produce la luxación, a menudo la acompaña la fractura del hueso de la cadera o el "bloqueo" de la rótula en posición extendida.
Cuando se rompe el ligamento redondo de la articulación de la cadera, la babilla y la punta del miembro posterior giran visiblemente hacia fuera, mientras que el corvejón gira hacia dentro. La articulación de la cadera no siempre se luxa completamente, pero cuando lo hace la marcha se ve obviamente afectada. El fémur rota hacia fuera y el caballo se resiste a soportar el peso sobre esa pata.
La reubicación de la articulación de la cadera puede intentarse bajo anestesia general, pero el pronóstico de recuperación a largo plazo suele ser malo.
Fractura pélvica
Un caballo puede fracturarse la pelvis a cualquier edad, pero la lesión es más frecuente en caballos de 6 meses a 2 años. Puede verse afectada casi cualquier parte de la cintura pélvica. El pronóstico de recuperación depende de la localización específica de la lesión y de la extensión de la lesión de los tejidos blandos. Por lo general, un veterinario puede confirmar una fractura pélvica tras un examen rectal, especialmente si los fragmentos están desplazados. Tras la lesión se produce un dolor considerable y cojera en las extremidades posteriores. Si la cojera no es demasiado grave pero se sospecha una fractura, es mejor dejar que el caballo repose durante 4-6 semanas antes de administrar anestesia general para hacer radiografías.
En los casos más prolongados, la cojera produce un desgaste de los músculos glúteos. Las radiografías pueden ayudar al diagnóstico. Dependiendo del lugar de la fractura, puede haber un pronóstico esperanzador de recuperación, especialmente en los caballos jóvenes. El reposo (de hasta 9 a 12 meses) suele ser el único tratamiento necesario. Sin embargo, algunas fracturas pélvicas tienen un pronóstico de recuperación mucho más reservado.
Bursitis trocantérica
En la bursitis trocantérica, la inflamación de la bolsa debajo del tendón del músculo glúteo medio cuando pasa sobre el trocánter mayor del fémur es la causa de malestar y cojera. No hay inflamación dentro de la bursa trocantérica mayor en los caballos. Es más frecuente en los caballos de carreras y de deporte, en los que la bursitis y el dolor de los músculos de los cuartos traseros se producen como consecuencia de problemas en los corvejones que alteran la marcha normal del caballo y provocan tensión.
La bursitis provoca el desplazamiento del peso hacia la pared media del casco, desgastándola más que la pared lateral externa. La zancada de la pata afectada es más corta, y la pata gira hacia dentro. El caballo tiende a llevar sus cuartos traseros hacia el lado sano. En los casos de larga duración, los músculos de los cuartos traseros se desgastan, lo que les da un aspecto plano. La presión aplicada al trocánter (la articulación de la cadera y el muslo) causará dolor.
Si la inflamación es grave, se debe dejar reposar al caballo y aplicar compresas calientes sobre la región afectada. La inyección de corticoesteroides y ácido hialurónico (un componente del líquido sinovial) en la bursa alivia temporalmente la inflamación. Es importante abordar el problema primario en los corvejones para resolver esta afección.
Para más información
Consulte también el contenido para veterinarios sobre trastornos de la cadera en los caballos.