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Trastornos congénitos y hereditarios del aparato urinario en los caballos

PorSherry Lynn Sanderson, DVM, PhD, DACVIM-SAIM, DACVIM-Nutrition
Última revisión/modificación ago 2019

Ciertas anomalías del tracto urinario son hereditarias o congénitas (presentes al nacimiento). Estas anomalías están causadas por genes anómalos o por lesión, enfermedad o exposición a sustancias tóxicas en el útero. Pueden o no causar problemas de salud a su caballo en el futuro. Estos tipos de anomalías son muy raros en los caballos, pero es importante considerarlos si su caballo tiene problemas en el tracto urinario.

Malformaciones de los riñones

Las malformaciones renales, llamadas displasias, se producen cuando los riñones de un caballo no se desarrollan adecuadamente antes del nacimiento. Cuando los riñones son inusualmente pequeños, la afección se denomina hipoplasia. La displasia puede producirse en uno o en ambos riñones. Cuando se producen estas afecciones, los riñones suelen ser pequeños, duros y pálidos. La porción externa del riñón que contiene los glomérulos (estructuras microscópicas que son fundamentales para filtrar la sangre) puede ser más pequeña de lo normal.

Los caballos con estas afecciones suelen tener una acumulación en la sangre de los productos de desecho tóxicos que normalmente se excretan en la orina. Un caballo afectado suele tener una sed excesiva y continua (llamada polidipsia) y una micción excesiva correspondiente (poliuria), así como otros signos de enfermedad renal como debilidad, falta de apetito, dolor abdominal, fiebre o hinchazón de las patas.

Su veterinario por lo general puede diagnosticar la displasia o la hipoplasia basándose en estos signos y en las pruebas apropiadas. El diagnóstico se puede confirmar con una biopsia de los riñones.

Falta de desarrollo

En raras ocasiones, uno o ambos riñones no se desarrollan. Esta afección siempre se acompaña de una falta del conducto que conecta el riñón con la vejiga (uréter). Los órganos reproductores también pueden estar poco desarrollados. Un potro en el que no se hayan desarrollado ambos riñones morirá poco después del nacimiento. Sin embargo, un caballo con un riñón funcional suele llevar una vida plena y saludable. En este caso, la falta de desarrollo de un riñón se suele descubrir por accidente.

Riñones poliquísticos

Los riñones poliquísticos tienen múltiples quistes dentro de la parte funcional del órgano. Los riñones están muy agrandados, lo que un veterinario puede palpar durante una exploración física. Los caballos con esta afección a veces también tienen quistes en los conductos biliares del hígado. Los problemas causados por esta afección pueden variar desde ninguno hasta una insuficiencia renal progresiva. Su veterinario puede diagnosticar los riñones poliquísticos basándose en la exploración de su caballo, usando radiografías o ecografía, o realizando una cirugía abdominal exploratoria.

Otras anomalías renales

Otros problemas congénitos incluyen riñones que no están colocados correctamente, riñones que están fusionados y el nefroblastoma, un cáncer que se desarrolla en los riñones durante el desarrollo embrionario (antes del nacimiento).

Anomalías de los uréteres

Varias anomalías pueden afectar al uréter, el conducto que conecta los riñones con la vejiga. Los caballos normales y sanos tienen dos uréteres, uno para cada riñón.

Un uréter ectópico es aquel que se abre en otro lugar que no sea la vejiga. Los uréteres ectópicos pueden conectarse a la uretra (el conducto utilizado para orinar) o, en las hembras, al útero o la vagina. Este defecto es raro en los caballos, pero se da con más frecuencia en las hembras que en los machos.

Otras anomalías del uréter incluyen la falta de desarrollo o desarrollo anormal, la presencia de más de los dos uréteres habituales y el ureterocele (dilatación de la porción del uréter que se conecta a la vejiga). El ureterocele por lo general se puede tratar con éxito con cirugía.

Anomalías de la vejiga

La vejiga es un saco muscular que almacena la orina producida por los riñones. Varios problemas congénitos y hereditarios pueden afectar a la vejiga. Estos incluyen la presencia de más de una vejiga, una vejiga anormalmente desarrollada o subdesarrollada, una falta de desarrollo de la vejiga y una vejiga que está invertida. Estos problemas se suelen producir junto con otras anomalías en las vías urinarias. Su veterinario puede diagnosticar estos problemas basándose en la exploración física, la observación de su caballo mientras orina y las radiografías de contraste. El tratamiento varía según el tipo de problema.

El uraco es un cordón de tejido fibroso que se suele extender desde la vejiga hasta el ombligo. Antes del nacimiento, el uraco es un conducto que conecta la vejiga con el cordón umbilical para poder extraer los desechos. Después del nacimiento, normalmente se cierra y se convierte en un cordón sólido. En algunos animales, sin embargo, el uraco no se cierra correctamente después del nacimiento. Según qué porción del uraco permanezca abierta, estas anomalías se denominan uraco persistente o un seno uracal umbilical. Otros problemas incluyen divertículos uracales (pequeñas estructuras en forma de saco adheridas al uraco) y quistes uracales. Los signos incluyen una incapacidad para controlar la micción, quemaduras por la orina (debido al hecho de que la orina es ácida) de la piel cerca del ombligo e infecciones del tracto urinario. Su veterinario puede diagnosticar estos problemas usando radiografías tomadas después de administrar una tinción especial por vía intravenosa. El tratamiento suele incluir cirugía y, a veces, antibióticos.

Anomalías de la uretra

La uretra conecta la vejiga con el exterior del cuerpo. Es el conducto a través del cual pasa la orina cuando un caballo orina. Los problemas uretrales congénitos son raros en los caballos. Algunas de las afecciones que sí se producen son la falta de desarrollo de la uretra, una uretra que no se abre completamente o no se abre en absoluto, aberturas de la uretra que están en la parte inferior o superior del pene en lugar de en la punta en los machos, uretras múltiples, divertículos uretrales (pequeñas bolsas que se forman en la uretra que se inflaman y duelen), una abertura anormal entre la uretra y el recto, y una uretra inusualmente estrecha.

Para más información

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