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Encefalomielitis del Nilo Occidental en los caballos

PorThomas Schubert, DVM, DACVIM, DABVP
Revisado/Modificado may 2019

La encefalomielitis es la inflamación del cerebro y/o la médula espinal. El virus del Nilo Occidental, la causa de la encefalomielitis del Nilo Occidental, se descubrió por primera vez en América del Norte en 1999, aunque se distribuyó ampliamente en África, Oriente Medio, el sudoeste de Asia y partes de Europa. Esta enfermedad vírica, transmitida principalmente por mosquitos, se caracteriza por una disfunción del sistema nervioso central y puede ser mortal o (si el caballo sobrevive) puede dar lugar a signos prolongados de enfermedad.

La encefalomielitis de los caballos causada por la infección del virus del Nilo Occidental se ha denominado encefalitis equina de Oriente Próximo o lordige en Francia. La proporción de caballos infectados es baja, estimada en alrededor del 10 %, pero las tasas de mortalidad se acercan al 50 % en los caballos que muestran enfermedad clínica. El número de casos equinos de infección por el virus del Nilo Occidental en EE. UU. ha ido disminuyendo desde que alcanzó un máximo de más de 15 000 casos en 2002, aunque se han producido brotes focales más pequeños. Se cree que esta disminución se debe a la disponibilidad y al aumento del uso de vacunas, a una mayor conciencia de la necesidad de controlar las poblaciones de mosquitos y a una mayor inmunidad al virus dentro de las poblaciones de aves silvestres (los hospedadores reservorios).

Todos los caballos son sensibles a la encefalomielitis por el virus del Nilo Occidental, especialmente si no están vacunados contra la enfermedad. Puede afectar a caballos de cualquier edad, pero los adultos son los más afectados. Los caballos más viejos y los no vacunados desarrollan una enfermedad más grave.

Los signos y el curso de la enfermedad son muy variables y pueden parecer similares a otras enfermedades. No todos los caballos infectados por el virus desarrollan la enfermedad, y algunos caballos pueden morir sin mostrar signos de la enfermedad antes de la muerte. Los primeros signos de la enfermedad pueden ser generales e incluir signos de malestar o ansiedad, cojera, febrícula o malestar general. Los signos neurológicos pueden incluir espasmos del hocico, alteración de la visión, deambulación sin rumbo, presionar con la cabeza, movimientos en círculos, incapacidad para tragar, marcha irregular, temblores, falta de coordinación, debilidad, contracciones musculares, parálisis, convulsiones y muerte. Los caballos pueden volverse anormalmente sensibles a la vista, los sonidos o el tacto. Una vez que se ha desarrollado la parálisis completa en una o más patas, la tasa de mortalidad aumenta enormemente. El diagnóstico presuntivo se realiza mediante un análisis de sangre que muestra un aumento de los anticuerpos de tipo IgM contra el virus del Nilo Occidental.

Están indicados el tratamiento de los signos y los cuidados de apoyo. A menudo se prescriben antiinflamatorios, incluidos fármacos no esteroideos y/o corticoesteroides, pero no siempre producen mejoría. Se pueden administrar suero o productos del plasma que contienen anticuerpos frente al virus como parte del tratamiento, pero no hay pruebas de su eficacia. Puede ser necesario probar varias terapias diferentes para encontrar una que ayude. Un buen cuidado de apoyo es importante. En los caballos que se recuperan, la mayoría vuelve a funcionar normalmente en un plazo de 1-6 meses, pero algunos propietarios de caballos infectados por el virus del Nilo Occidental han descrito algunos efectos a largo plazo.

La vacunación ayuda a proteger contra la encefalomielitis por el virus del Nilo Occidental. La mayoría de los caballos que reciben una de las vacunas disponibles de acuerdo con las recomendaciones del fabricante estarán completamente protegidos de la enfermedad. En el improbable caso de que un caballo vacunado contra el virus del Nilo Occidental contraiga la enfermedad, los signos tienden a ser menos graves y la recuperación es mejor. Su veterinario puede recomendar un programa de vacunación apropiado para su caballo según las pautas actuales.

Ciclo de transmisión del virus del Nilo Occidental

Una buena gestión ambiental también puede ayudar a prevenir la infección por el virus del Nilo Occidental. Dado que los mosquitos se reproducen en el agua estancada, todos los tanques y baldes de agua deben limpiarse al menos una vez a la semana, y deben eliminarse las áreas donde el agua estancada puede acumularse, como macetas vacías y neumáticos usados. Los ventiladores que soplan sobre los caballos en la zona de los establos pueden reducir los mosquitos y otros insectos voladores. (Asegúrese de que todos los cables eléctricos de los ventiladores estén fuera del alcance de los caballos para evitar descargas eléctricas.) Deben usarse insecticidas apropiados de acuerdo con las instrucciones de la etiqueta en el verano y en otras épocas cuando los mosquitos son comunes.

Transmisión a las personas

Los mosquitos también puede transmitir el virus del Nilo Occidental a las personas. La mayoría de las personas que contraen el virus nunca desarrollan síntomas. Sin embargo, un pequeño porcentaje presenta síntomas, y la infección es más común en niños, ancianos y personas inmunodeprimidas. La fiebre del Nilo Occidental en las personas es un síndrome caracterizado por fiebre, dolor de cabeza y debilidad.

Los caballos no actúan como una fuente del virus del Nilo Occidental para los mosquitos, y los caballos infectados no representan un riesgo para los humanos que los cuidan. Se deben tomar precauciones especiales si las personas van a participar en la ayuda con una necropsia (autopsia del animal) o cuando se manipulan productos sanguíneos de caballos infectados.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre la encefalomielitis.