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Encefalomielitis vírica equina (encefalitis)

PorThomas Schubert, DVM, DACVIM, DABVP
Revisado/Modificado may 2019

Estos trastornos víricos, por lo general transmitidos por mosquitos u otros insectos hematófagos, implican una disfunción del sistema nervioso central y una mortalidad de moderada a alta. La encefalomielitis del Nilo Occidental, causada por la infección por el virus del Nilo Occidental, es actualmente la encefalitis más conocida de este tipo. Otros virus que causan encefalomielitis son la encefalitis equina del este (encontrada principalmente al este de Canadá, estados de EE. UU. al este del río Misisipi y las islas del Caribe), la encefalitis equina del oeste (encontrada al oeste de Canadá, estados de EE. UU. al oeste del río Misisipi, México y América del Sur) y la encefalitis equina venezolana (encontrada en México y América Central y del Sur).

La gravedad de la enfermedad depende del virus individual. Las infecciones por la encefalitis equina del este y venezolana suelen ser graves y pueden progresar a la muerte en un corto periodo de tiempo. El virus del Nilo Occidental y la encefalomielitis equina occidental son menos graves. No todos los animales infectados desarrollan signos de enfermedad; un caballo puede infectarse con el virus, desarrollar anticuerpos y eliminar el virus sin mostrar ningún signo evidente de enfermedad.

Los signos del sistema nervioso pueden variar, según el tipo de virus implicado. Los signos observables pueden ser deterioro de la visión, deambular sin rumbo, presionar con la cabeza, incapacidad para tragar, marcha irregular, debilidad y parálisis, convulsiones y muerte. Muchos caballos tienen fiebre. Los caballos con encefalomielitis del Nilo Occidental pueden tener incoordinación de la médula espinal, contracciones musculares y una sensibilidad anormal al tacto. Casi la mitad de los caballos afectados presentan una contracción inconfundible del hocico al principio de la enfermedad.

Encefalomielitis, caballo

El diagnóstico tentativo se realiza basándose en los signos y comparando la ubicación del caballo o caballos afectados y la estación del año con los datos conocidos sobre los insectos que transmiten la enfermedad. La detección de ciertos anticuerpos sanguíneos (IgM) contra el virus causante proporciona un apoyo adicional para el diagnóstico.

No existe ningún tratamiento específico para la encefalitis vírica. Los cuidados de apoyo incluyen fluidos intravenosos si el caballo no puede beber, el uso de agentes antiinflamatorios apropiados y anticonvulsivos si es necesario. Es esencial un buen cuidado intensivo.

Actualmente se dispone de vacunas para la encefalomielitis del este, oeste, venezolana y del Nilo Occidental. Su veterinario puede recomendar la vacuna apropiada y el programa de refuerzo para su caballo, según la ubicación geográfica y las pautas actuales. Otras medidas preventivas implican minimizar la exposición potencial a los mosquitos infectados mediante el manejo del entorno, manteniendo las áreas habitadas libres de malas hierbas y material orgánico (heces), limpiando los tanques de agua y cubos al menos semanalmente y retirando los recipientes que contienen agua estancada.

El pronóstico depende en gran medida de la causa vírica específica. Los caballos que se recuperan pueden o no tener daño neurológico permanente. El trastorno puede ser mortal. Las muertes se producen dentro de los 2-3 días posteriores a la aparición de los signos de la encefalitis equina del este. Los signos de la infección por el virus del Nilo Occidental pueden aparecer y desaparecer durante varios días o semanas.

Riesgo para las personas

Las personas pueden infectarse por todos los virus que suelen causar encefalitis vírica en los caballos. Los signos en las personas varían desde síntomas leves similares a los de la gripe hasta la muerte. Los niños, los mayores y las personas cuyo sistema inmunitario está suprimido son los más sensibles. Las personas suelen desarrollar un deterioro neurológico permanente. La enfermedad humana no se describe frecuentemente y suele seguir a las infecciones equina hacia las 2 semanas.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre la encefalomielitis vírica equina.