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Meningitis y encefalitis en los caballos

PorThomas Schubert, DVM, DACVIM, DABVP
Última revisión/modificación may 2019

La inflamación de las meninges, la cubierta membranosa del cerebro y la médula espinal (meningitis), y la inflamación del cerebro (encefalitis) a menudo se observan simultáneamente (meningoencefalitis), aunque cualquiera de ellas puede desarrollarse por separado. Las causas de la meningitis, la encefalitis y la meningoencefalitis incluyen la infección por bacterias, virus, hongos, protozoos o parásitos. Los virus (p. ej., el virus de la rabia, el herpesvirus y más) y los protozoos (p. ej., Sarcocystis neurona) son causas más frecuentes de meningitis y encefalitis que las bacterias.

La meningitis y la encefalitis son menos frecuentes que las infecciones de otros órganos, porque el sistema nervioso tiene barreras protectoras. Sin embargo, pueden producirse infecciones cuando estas barreras protectoras se lesionan o debilitan. Las infecciones también pueden extenderse al sistema nervioso central desde los senos, las bolsas guturales, el oído interno, las vértebras o los discos espinales; estas infecciones pueden ser el resultado de heridas por mordedura u otras lesiones traumáticas cerca de la cabeza o la columna vertebral. También pueden formarse abscesos cerebrales a partir de infecciones o por envenenamiento sanguíneo.

La meningoencefalitis bacteriana suele afectar a animales de granja muy jóvenes debido a un envenenamiento sanguíneo causado por Escherichia coli o una infección estreptocócica. Actinobacillus equuli es una causa importante de meningoencefalitis en potros. La meningoencefalitis causada por Mannheimia haemolytica se ha descrito en caballos, burros y mulas. Las especies de Actinomyces, Klebsiella y Streptococcus son causas esporádicas de meningitis en los caballos.

Los signos habituales de meningitis son fiebre, dolor y rigidez del cuello y espasmos musculares dolorosos. Los caballos pueden tener estos signos sin ningún signo de disfunción cerebral o de la médula espinal. Sin embargo, en la meningoencefalitis pueden aparecer signos como depresión, ceguera, parálisis parcial de la cara o de las extremidades, pérdida del equilibrio o del control motor, convulsiones, cambios de comportamiento, agitación, inclinación de la cabeza y movimiento en círculos, dificultad para comer y pérdida del conocimiento, según la gravedad y localización de la inflamación. El análisis del líquido cefalorraquídeo procedente de una punción lumbar es el medio más fiable y preciso para identificar la meningitis o la encefalitis.

Los casos resultantes de las infecciones por rickettsias y bacterias pueden tratarse con los antibióticos apropiados, mientras que las infecciones fúngicas pueden tratarse con fármacos antimicóticos específicos. El pronóstico de recuperación depende de la causa, la gravedad de la infección y si la infección ha causado o no un daño irreversible al tejido nervioso. El tratamiento de apoyo puede incluir analgésicos, anticonvulsivos, fluidoterapia, suplementos nutricionales y fisioterapia.

Para más información

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