La inflamación de las estructuras del oído medio (otitis media) suele deberse a la extensión de la infección desde el conducto auditivo externo (a través del tímpano) o desde la garganta (a través del conducto auditivo). La diseminación de la infección a través de la de sangre a estas áreas o desde el oído interno es posible, pero rara. La inflamación del oído medio puede provocar inflamación de las estructuras del oído interno (otitis interna). Esto puede, a su vez, producir pérdida de equilibrio y sordera.
Pueden estar afectados uno o ambos oídos. Los signos de la otitis media incluyen sacudidas de la cabeza e inclinación o rotación de la cabeza hacia el oído afectado. Cuando la otitis media se disemina hacia (o desde) el oído externo, se observan signos de otitis externa. Dado que los nervios faciales y simpáticos viajan a través del oído medio, la parálisis del nervio facial o el síndrome de Horner (constricción de la pupila del ojo, caída del párpado, hundimiento del globo ocular en la cavidad orbital y protrusión del tercer párpado) pueden producirse en el mismo lado que el oído afectado. Si la otitis interna se produce al mismo tiempo, la inclinación de la cabeza hacia el lado afectado será más evidente. Además, un animal con inflamación del oído interno puede tener una falta general de coordinación. También se puede observar un movimiento rítmico involuntario de los ojos de lado a lado (llamado nistagmo) con la inflamación del oído interno. Si la inflamación se extiende al cerebro, se pueden observar signos neurológicos.
En los caballos, la inflamación grave del oído interno o medio puede provocar un crecimiento excesivo de los huesos y la fractura de la articulación timpanohioidea (una articulación entre el cráneo y los huesos que se encuentran dentro de la garganta). Esta fractura puede extenderse al cráneo, dando lugar a una infección o hemorragia debajo del cráneo, que puede ser mortal.
El diagnóstico de la otitis media e interna se basa en la anamnesis y los signos del caballo. Los veterinarios pueden sospechar la afección en caballos que presentan signos y antecedentes de alimentación con biberón o ingestión de leche contaminada en potros recién nacidos, enfermedad respiratoria previa o actual, infecciones a largo plazo del oído o un cuerpo extraño en el oído. La afección se confirma visualizando el tímpano enfermo con un otoscopio. Como es difícil ver el tímpano en los caballos, puede ser necesario un equipo especializado (un videotoscopio, un endoscopio, radiografías, TC o RM) para confirmar el diagnóstico.
El tratamiento de la otitis media e interna tiene más éxito cuando se inicia inmediatamente. Los casos a largo plazo pueden no responder al tratamiento o pueden recidivar después de parar el tratamiento. El tratamiento consiste en eliminar cualquier infección bacteriana o parasitaria, reducir la inflamación y el dolor y controlar las complicaciones. Su veterinario le recomendará un plan de tratamiento apropiado.
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