Trastornos del oído externo en los caballos

Las garrapatas pueden producir irritación en el punto de fijación y se pueden encontrar en el pabellón o en el conducto auditivo. La garrapata de la oreja, que se encuentra en el sudoeste de EE. UU., América del Sur y Central, el sur de África y la India, es una garrapata de cubierta blanda cuyas formas más jóvenes e inmaduras infestan y viven en el canal auditivo externo de los caballos. Los signos de infestación incluyen sacudidas y frotamiento de la cabeza o caída de las orejas. Se deben tratar tanto el animal como el entorno (pastos y establos). Su veterinario puede recomendar el tratamiento más adecuado para su caballo. La garrapata espinosa de la oreja (Otobius megnini) se encuentra en el sudoeste de EE. UU., América del Sur y Central, el sur de África y la India. Las garrapatas inmaduras (larvas y ninfas) se alimentan dentro del canal auditivo de los caballos y otros animales. Los signos incluyen temblores y frotamiento de cabeza, así como orejas caídas. El tratamiento consiste en eliminar tantas garrapatas como sea posible con unas pinzas y el uso de insecticidas tópicos. También hay que tratar cualquier infección secundaria bacteriana o por hongos. El ambiente también debe tratarse para ayudar a prevenir futuras infestaciones.

Los ácaros psorópticos no aradores causan picor e inflamación del conducto auditivo en los caballos. Algunos caballos no muestran signos de infestación, mientras que otros pueden sacudir la cabeza y tener la oreja caída. Son frecuentes los bultos con costras, la pérdida de pelo y/o la piel escamosa. El diagnóstico se confirma al encontrar los ácaros en los raspados de la piel o en las secreciones del oído, pero los ácaros pueden ser difíciles de encontrar en el canal auditivo. Hay medicamentos disponibles para controlar estas afecciones. Su veterinario le recetará el que sea más apropiado para su caballo.

Sarcoptes scabiei es una especie diferente de ácaros que afecta con mayor frecuencia a perros y cerdos, pero que rara vez infesta a los caballos. La sarna sarcóptica causa picor intenso y cambios en la piel (como pequeños bultos, costras, pérdida de pelo o piel engrosada y curtida) en la oreja y otras partes del cuerpo. Si la infestación no se trata, la enfermedad puede extenderse por todo el cuerpo, lo que provoca una grave pérdida de peso, debilidad general y falta de ganas de comer. El diagnóstico se basa en los signos, la anamnesis y la detección de ácaros en múltiples raspados de la piel. Sin embargo, los ácaros pueden ser difíciles de encontrar, por lo que pueden ser necesarios múltiples raspados o una biopsia. Su veterinario le recetará un medicamento para eliminar los ácaros. Dado que los ácaros pueden sobrevivir en el animal hospedador, toda la cama, los cepillos y los aparejos se deben tratar también. Su veterinario puede recomendar además que otros animales en contacto con un caballo infestado se traten por este ácaro contagioso.

Miasis, caballo

El ataque por dípteros (irritación de las orejas causada por las moscas picadoras) es un problema mundial en los caballos causado por las moscas de los establos, moscas negras y jejenes (especies de Culicoides). La picadura del díptero provoca pequeños bultos redondos y duros, y zonas elevadas y enrojecidas con costras centrales sanguinolentas que pican. Los cambios en el tejido se encuentran en las puntas de las orejas. En los caballos, las picaduras de dípteros pueden provocar una reacción de hipersensibilidad o una inflamación grave de la piel, lo que da lugar a cambios en los tejidos de la parte posterior y/o inferior del cuerpo y de la cara, además del oído externo. El tratamiento incluye repelentes de moscas, control de la población de dípteros con la limpieza ambiental (p. ej., eliminación del estiércol) y los insecticidas.

Placas aurales equinas

Las placas auditivas equinas son bultos y parches rosados en la superficie interna de la oreja. Están causadas por un papilomavirus que probablemente se transmite por moscas negras. Estas moscas están activas al amanecer y al anochecer, atacan la cabeza, las orejas y la parte inferior del abdomen de los caballos. Los bultos y los parches engrosados, duros y redondos finalmente se juntan. A menudo están afectados ambos oídos. Las placas no suelen causar signos, pero en algunos casos el efecto directo de la picadura de la mosca provoca inflamación y molestias en la piel. El tratamiento incluye aplicaciones frecuentes de repelente de moscas y la estabulación del caballo durante las horas en que las moscas negras están activas. Las placas no suelen desaparecer.

La congelación puede producirse en animales poco adaptados a climas fríos y es más probable en condiciones de humedad o viento. Suele afectar a las zonas del organismo que no están bien aisladas, incluyendo la punta de las orejas. La piel puede estar pálida o enrojecida, hinchada y con dolor. En casos graves, puede ir seguida de muerte de los tejidos y pérdida de las puntas de las orejas. El tratamiento consiste en un calentamiento rápido y suave y en cuidados de apoyo. Puede ser necesaria la amputación de las zonas afectadas, pero suele retrasarse hasta que se determine la extensión del tejido vivo.

Varias enfermedades inmunomediadas puede afectar al oído externo y al canal auditivo. Otras zonas del cuerpo suelen verse afectadas y pueden incluir las membranas mucosas o la piel. Las enfermedades inmunomediadas se confirman con una biopsia del tejido anormal.