La neumonía por aspiración es una infección pulmonar causada por la inhalación de material extraño. La gravedad de la inflamación depende del material inhalado, del tipo de bacterias inhaladas y de la distribución del material extraño en los pulmones. Una causa común de neumonía por aspiración es la administración inadecuada de medicamentos líquidos. Si un animal necesita que se le administren líquidos orales o a través de una jeringa de dosificación, no deben administrarse más rápido de lo que el animal pueda tragar. Los animales que intentan comer o beber mientras están parcialmente atragantados también corren riesgo de sufrir una neumonía por aspiración. Las alteraciones en el mecanismo normal de la deglución, como en animales anestesiados o comatosos, o en animales con deformidades como el paladar hendido, son causas frecuentes.
Una historia clínica que sugiera que se ha podido inhalar una sustancia extraña es la pista más importante para diagnosticar esta enfermedad. Los signos incluyen respiración dificultosa o rápida, frecuencia cardiaca rápida y fiebre. Otros signos incluyen membranas mucosas azuladas y espasmos de las vías respiratorias. Se puede detectar un aliento dulce y con olor desagradable, que se vuelve más intenso a medida que la enfermedad progresa. A menudo se asocia con una secreción nasal que a veces está teñida de color marrón rojizo o verde. En ocasiones se pueden observar indicios del material inhalado en la secreción nasal o en el material expulsado al toser.
Como en casi todas las enfermedades, la prevención es mejor que el tratamiento. Este es especialmente el caso de la neumonía por aspiración, ya que el pronóstico es malo incluso con tratamiento. La tasa de muerte es alta y los animales recuperados a menudo desarrollan abscesos pulmonares. Si se sabe que un animal ha inhalado una sustancia extraña, se suelen prescribir antibióticos de amplio espectro sin esperar a que aparezcan signos de neumonía.