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Trastornos de la laringe en los caballos

PorBonnie R. Rush, DVM, MS, DACVIM
Revisado/Modificado may 2019

La laringe es la parte de la garganta que sirve para la fonación. Se localiza cerca de la parte superior de la tráquea. La laringe está formada por músculos y cartílago, e incluye las cuerdas vocales. En los caballos se observan varios trastornos de la laringe.

Condritis aritenoidea (condropatía laríngea)

En los caballos, la acumulación de líquido y la hinchazón de la laringe pueden dar lugar a la condritis aritenoidea, una afección que causa hinchazón en el cartílago de la laringe. Se cree que es el resultado de una infección microbiana, a menudo tras la inhalación de sustancias irritantes. Al principio suele haber una inflamación grave. Posteriormente se produce un agrandamiento progresivo de los cartílagos que da lugar a una obstrucción fija de las vías respiratorias superiores; esto provoca sonidos respiratorios agudos y una menor tolerancia al ejercicio. La condritis aritenoidea se produce con mayor frecuencia en caballos machos jóvenes. Los caballos Pura Sangre Ingleses en entrenamiento de carreras son más propensos que otras razas a desarrollar esta afección. La extirpación de parte del cartílago es un remedio eficaz, aunque un caballo de competición puede no ser capaz de volver a su plena capacidad atlética.

Hemiplejia laríngea (rugido)

La hemiplejia laríngea es una afección en la que se produce la parálisis de la laringe. Por razones que no se comprenden completamente, esto ocurre más comúnmente en el lado izquierdo que en el derecho o en ambos lados. El nervio que controla el lado izquierdo de la laringe es el nervio más largo del organismo. La parálisis está causada por un deterioro gradual de las fibras nerviosas de la laringe, que conduce al deterioro de los músculos asociados. Dado que se pierde el control muscular, el cartílago de la laringe puede colapsar, reduciendo el tamaño de las vías respiratorias a través de las cuales el caballo respira. La mayor resistencia al flujo de aire hace que la respiración sea más difícil y ruidosa cuando el caballo está inhalando aire. Cuando el caballo inhala durante un ejercicio vigoroso, las vías respiratorias pueden estar esencialmente bloqueadas.

Hemiplejia laríngea, caballo.

La afección se desarrolla en caballos jóvenes y es familiar en la mayoría de los casos. Entre las causas menos comunes se encuentran las lesiones del nervio, la inyección accidental de sustancias irritantes y la intoxicación por plantas (p. ej., Cicer arietinum [garbanzos] y subespecie de Lathyrus) o por químicos. Si un caballo tiene parálisis laríngea en ambos lados, el envenenamiento por plomo puede ser la causa. Aunque todas las razas están afectadas, hay una incidencia mayor en los machos y en las razas grandes de cuello largo.

Los signos más comunes de hemiplejia laríngea son el ruido al inhalar durante el ejercicio y la intolerancia a este. Los caballos afectados no muestran ningún signo cuando están en reposo, salvo un relincho inusual en muchos casos. Usando un endoscopio, el veterinario puede observar un movimiento reducido (o ningún movimiento) de tejidos específicos en la laringe.

La cirugía puede realizarse para estabilizar el lado afectado de la laringe, lo que evitará el colapso de las vías respiratorias durante el ejercicio. Esto se suele hacer en los caballos de carreras y es la única técnica que reduce el bloqueo durante la inhalación. Las posibles complicaciones después de la cirugía son la tos crónica, la inhalación crónica de alimento, el fallo del implante y la infección de este. El rendimiento atlético mejorará después de la cirugía; sin embargo, los caballos pueden no alcanzar (o volver a) su máximo rendimiento.

Defecto del cuarto arco branquial

El defecto del cuarto arco branquial es una afección en la que una o más estructuras de la laringe no se han desarrollado completamente. El desarrollo incompleto puede darse en uno o ambos lados. Los defectos del lado derecho son más frecuentes que los del lado izquierdo o los de ambos lados. La gravedad de los signos clínicos se basa en la extensión del defecto. El signo más común es el ruido respiratorio, aunque se ha descrito tos y una leve dificultad para tragar. Su veterinario puede observar el defecto al examinar el cuello de su caballo, o detectarlo mediante radiografía o examen endoscópico. Es improbable que los caballos afectados vuelvan a ser atletas efectivos.