El sistema musculoesquelético incluye los huesos, el cartílago, los músculos, los ligamentos, las articulaciones, los tendones y otros tejidos conectivos. Sostiene el cuerpo, permite el movimiento y protege los órganos vitales. Dado que muchos otros sistemas orgánicos (incluyendo el sistema nervioso, los vasos sanguíneos y la piel) están interrelacionados, los trastornos de uno de estos sistemas pueden afectar también al sistema musculoesquelético.
Las enfermedades del sistema musculoesquelético suelen afectar a la capacidad de movimiento del cuerpo. El grado de limitación del movimiento depende del tipo y la gravedad del problema. Los trastornos esqueléticos y articulares son los más comunes, pero los problemas en el sistema musculoesquelético también pueden indicar enfermedades de los músculos, problemas neurológicos, tóxicos en el organismo, anomalías hormonales, trastornos metabólicos, enfermedades infecciosas, trastornos sanguíneos y vasculares, mala nutrición y defectos del nacimiento.
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