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Trastornos congénitos y hereditarios del sistema nervioso en los gatos

PorThomas Schubert, DVM, DACVIM, DABVP
Revisado/Modificado ago 2018

Algunos defectos congénitos (defectos presentes al nacimiento) se heredan de los padres, mientras que otros están causados por factores ambientales en el útero, como deficiencias nutricionales o algunas infecciones víricas. Para muchos se desconoce la causa.

Los gatitos nacen con un sistema nervioso que no está completamente desarrollado, y los defectos de nacimiento pueden no ser evidentes hasta que empiezan a caminar. En algunos casos, la evidencia de un trastorno hereditario puede no verse hasta que el gato ha llegado a la edad adulta, aunque el defecto haya estado presente desde el nacimiento.

Los defectos congénitos del sistema nervioso se clasifican según la región principal del sistema nervioso afectada: cerebro anterior, cerebelo, tronco encefálico, médula espinal, trastornos nerviosos y musculares periféricos, o trastornos multifocales que incluyen signos de más de un área. Muchos de estos trastornos hereditarios son raros o específicos de una raza, o ambos. A continuación se describen algunos de los trastornos más comunes de cada área.

Trastornos del cerebro anterior

Los gatitos con hidranencefalia nacen sin cerebro. El cráneo, en su mayoría vacío, está lleno de líquido cefalorraquídeo. El trastorno se ha descrito principalmente en gatitos que estuvieron expuestos al virus de la panleucopenia felina (parvovirus) mientras estaban en el útero. Esto también puede causar malformaciones del tronco encefálico e hipoplasia cerebelosa.

La hidrocefalia, comúnmente conocida como "agua en el cerebro", es un exceso de líquido cefalorraquídeo que ejerce presión sobre el cerebro y puede dañarlo. La hidrocefalia suele producir signos similares a los de una lesión cerebral y puede empeorar con el tiempo. Sin embargo, algunos animales pueden no mostrar ningún signo obvio. La ecografía o la RM pueden confirmar el diagnóstico. Esta afección puede tratarse con medicamentos, pero la cirugía puede ser necesaria en casos graves.

La encefalopatía hepática es un síndrome neurológico causado por enfermedad hepática. Suele estar causada por un defecto congénito que da lugar a anomalías en los vasos sanguíneos del hígado o, en casos raros, puede ser el resultado de una deficiencia enzimática en el hígado. Los signos incluyen "mirar fijamente al vacío", babeo excesivo, maullidos o llantos inapropiados, agresividad y agitación. En la enfermedad avanzada se puede observar depresión, ceguera, movimientos bruscos y repentinos, estupor, coma o convulsiones. Los signos se suelen notar antes de que el gatito tenga 6 meses de edad. La encefalopatía hepática se diagnostica mediante técnicas de imagen, como la TC o la ecografía. Los análisis de sangre pueden ayudar en el diagnóstico.

Trastornos cerebelosos

En la hipoplasia cerebelosa, el cerebelo no se desarrolla completamente. Está causada por la exposición del gatito al virus de la panleucopenia felina (parvovirus) mientras está en el útero. El gatito suele tener un temblor que no empeora a medida que el gato madura, y los animales afectados pueden ser buenas mascotas. Se utiliza la RM para diagnosticar el trastorno. La hidrocefalia o la hidranencefalia también se pueden encontrar en animales con trastornos cerebelosos.

Trastornos del tronco encefálico

Se ha descrito la enfermedad vestibular congénita en gatos Birmanos. El sistema vestibular, localizado dentro del cerebro y el oído medio e interno, es responsable de mantener el equilibrio. Los gatitos que nacen con disfunción del sistema vestibular tienen alteraciones del equilibrio y de la postura y pueden estar permanentemente sordos. No existe tratamiento, pero los animales pueden aprender a compensar, mejorando su equilibrio y postura.

Trastornos de la médula espinal

La espina bífida oculta, que literalmente significa "espina dorsal partida", es un defecto de nacimiento que se observa en los gatos Manx. En los gatitos afectados, la columna vertebral no se cierra correctamente durante el desarrollo en el útero. Se observa como resultado de los cambios espinales que dan lugar al tipo de cuerpo sin cola. Los gatos afectados pueden no ser capaces de controlar la micción o la defecación y pueden presentar debilidad y disminución de los reflejos en las extremidades posteriores. Estos gatos también pueden nacer con vértebras deformadas (lo que se denomina disgenesia sacrocaudal). El pronóstico en los gatos gravemente afectados es malo.

Trastornos de los nervios periféricos y de los músculos

La neuropatía de la hiperquilomicronemia hereditaria (hiperlipidemia) es un trastorno hereditario que causa daños en los nervios periféricos de todo el organismo en los gatos. Los signos no se desarrollan hasta que el gatito tiene al menos 8 meses de edad. Esta afección hace que se depositen gránulos de grasa dentro de los nervios, y algunos estudios muestran que los signos pueden controlarse con una dieta baja en grasas.

La miastenia gravis congénita se da en gatitos. La enfermedad afecta a la conexión entre músculos y nervios. Los gatitos afectados están débiles después de jugar y pueden regurgitar debido a un esófago dilatado. Hay medicamentos disponibles para el tratamiento, pero el pronóstico es incierto. Los gatitos que nacen con miastenia gravis tienden a evolucionar peor que los gatos mayores que la desarrollan.

La miopatía hipopotasémica de los gatos Birmanos es un trastorno muscular causado por niveles bajos de potasio en sangre. Es un trastorno hereditario que causa episodios de debilidad en los músculos del cuello. Durante estos episodios, los gatos afectados no pueden levantar la cabeza. La enfermedad suele producirse cuando los gatitos tienen 3-4 meses de edad. La afección se suele tratar con éxito suplementando la dieta del gato con potasio.

Las distrofias musculares pueden producirse en gatos machos debido a un defecto hereditario en la producción de una proteína muscular esencial. Al principio, los gatos afectados muestran rigidez y agrandamiento muscular, dificultad para tragar y debilidad. A medida que el gato envejece se produce atrofia muscular y el gato puede ser incapaz de levantar los tobillos del suelo. Los veterinarios usan análisis de sangre y biopsias musculares para diagnosticar el trastorno. El pronóstico es de incierto a malo y no hay tratamiento.

La enfermedad por almacenamiento de glucógeno es un trastorno hereditario que hace que el glucógeno (un tipo de azúcar) se acumule excesivamente en las células del organismo. La enfermedad puede causar debilidad muscular y dificultad para hacer ejercicio en los gatos Bosque de Noruega.

El megaesófago congénito es un esófago dilatado que es hereditario en los gatos Siameses. Los signos comprenden regurgitación frecuente y neumonía. El pronóstico es incierto.

Trastornos multifocales

Los animales con trastornos multifocales muestran signos consistentes con más de una localización anatómica.

Las afecciones degenerativas espongiformes se han descrito en gatitos Mau Egipcios y Birmanos. El tejido del sistema nervioso central se deteriora, causando incoordinación, marcha anómala, temblores de cabeza, contracciones musculares y cambios de comportamiento. No se comprende el desarrollo de la enfermedad, y el pronóstico es malo.

Los trastornos de almacenamiento lisosómico son un grupo raro de afecciones que resultan de la degradación incompleta de una proteína, carbohidrato o grasa. Sus subproductos se acumulan dentro del organismo y pueden ser tóxicos para las células. Los signos suelen desarrollarse, aunque no siempre, a una edad temprana. El pronóstico es actualmente malo para todos los tipos de estos trastornos, pero se están estudiando nuevos tratamientos.

Otros trastornos

El nistagmo pendular es un movimiento anormal de los ojos observado en varias razas de gatos asiáticos. El movimiento de los ojos es similar al del péndulo de un reloj. La afección no parece causar un problema en los gatos afectados.

La sordera congénita se da en gatos, especialmente en aquellos con ojos azules y pelo blanco. La prueba de RATE puede utilizarse para identificar la sordera en uno o ambos oídos.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre anomalías congénitas y hereditarias del sistema nervioso.