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Trastornos del sistema nervioso y efectos de las lesiones en los gatos

PorThomas Schubert, DVM, DACVIM, DABVP
Revisado/Modificado ago 2018

Un cambio en la capacidad de un animal para percibir su entorno puede estar causado por una enfermedad en el sistema nervioso central o en el sistema nervioso periférico. Los principales signos de los trastornos del sistema nervioso incluyen cambios de comportamiento, convulsiones, temblores, dolor, adormecimiento, falta de coordinación y debilidad o parálisis de una o varias patas. Los efectos de una lesión sobre las funciones sensoriales y motoras dependen de su localización y gravedad.

Una lesión de la médula espinal puede causar pérdida de sensibilidad y parálisis por debajo del nivel de la lesión. Las lesiones leves de la médula espinal pueden provocar movimientos torpes y una leve debilidad de las extremidades. Las lesiones moderadas de la médula espinal pueden causar una mayor debilidad de las extremidades. En las lesiones graves de la médula espinal puede producirse una pérdida completa de movimiento (parálisis) y sensibilidad. Sin embargo, no todas las lesiones de la médula espinal causan parálisis. Por ejemplo, la lesión de la médula espinal en la parte baja del dorso no puede dar lugar a parálisis de la extremidad, sino a la pérdida del control de la vejiga.

Las lesiones cerebrales provocan efectos diferentes, también en función de la parte del cerebro afectada. Las lesiones del tronco encefálico pueden causar pérdida del equilibrio, debilidad de las extremidades, reflejos hiperactivos, estupor o coma. Las lesiones del cerebelo pueden provocar falta de coordinación de la cabeza y las patas, temblores y pérdida de equilibrio. Las lesiones cerebrales pueden causar ceguera completa o parcial, pérdida del sentido del olfato, convulsiones, coma, estupor, comportamiento de andar en círculos e incapacidad para reconocer al propietario.

Algunas lesiones del sistema nervioso pueden causar daños que no son evidentes hasta 24 a 48 horas después de que se produzca la lesión. El daño a largo plazo suele estar causado por hinchazón o hemorragia interna de los vasos en el cerebro. Los accidentes cerebrovasculares causados por arterias obstruidas o presión arterial alta son raros en los animales de compañía.

Mecanismos de enfermedad

Además de los efectos de las lesiones, los trastornos del sistema nervioso pueden incluir defectos de nacimiento, trastornos hereditarios, infecciones e inflamaciones, envenenamiento, trastornos metabólicos, deficiencias nutricionales, enfermedades degenerativas, cáncer o causas desconocidas.

La mayoría de los defectos de nacimiento, a menudo llamados trastornos congénitos, son evidentes al nacer o poco después. Algunas enfermedades genéticas hacen que las neuronas se degeneren lenta e irreversiblemente durante el primer año de vida. En otras enfermedades hereditarias, como la epilepsia, el animal puede no mostrar ningún signo durante 2-3 años.

Las infecciones del sistema nervioso están causadas por virus o microorganismos específicos. Otras inflamaciones, como ciertos tipos de meningitis, pueden estar causadas por el propio sistema inmunitario hiperactivo. Estas se conocen como trastornos autoinmunitarios. Varias sustancias químicas pueden causar una reacción tóxica en el sistema nervioso. Estas incluyen ciertos pesticidas y herbicidas, venenos para ratas, anticongelantes y sedantes. Las dosis elevadas de ciertos tipos de medicamentos también pueden ser tóxicas para el sistema nervioso. El botulismo, el tétanos y las picaduras de garrapatas, así como la intoxicación por el veneno de las serpientes tigre y coral, también pueden afectar al sistema nervioso y causar parálisis.

Algunos trastornos metabólicos afectan a la función del sistema nervioso, incluyendo niveles bajos de azúcar en sangre, dificultad para respirar, enfermedad hepática e insuficiencia renal. Las anomalías tiroideas y de las glándulas adrenales y las alteraciones electrolíticas también pueden causar signos neurológicos. La falta de tiamina (vitamina B1) en la dieta puede causar pérdida del control motor, estupor, convulsiones y coma en los gatos. Las cantidades inadecuadas de vitamina B6 pueden causar convulsiones.

Tumores del sistema nervioso

Los tumores del sistema nervioso se clasifican según el tipo de célula afectada, el comportamiento del tumor, el patrón de crecimiento y cualquier cambio secundario observado dentro y alrededor del tumor. Los tumores pueden crecer a partir de células dentro o asociadas con el sistema nervioso, pueden formarse en los tejidos circundantes o pueden diseminarse al sistema nervioso desde otro tumor en el organismo. Los tumores que afectan al sistema nervioso son menos frecuentes en los gatos que en los perros.

Para confirmar la presencia de un tumor cerebral se utilizan diversas pruebas. Las radiografías simples, la mielografía, la gammagrafía, la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) se utilizan para diagnosticar tumores del sistema nervioso. El análisis del líquido cefalorraquídeo también puede ser útil.

El pronóstico de los animales con tumores del sistema nervioso varía y depende de la localización, la extensión del daño tisular, el acceso mediante cirugía y la tasa de crecimiento del tumor. Las mejoras recientes en el tratamiento se han centrado en la extirpación quirúrgica, la radioterapia y la quimioterapia.