La insuficiencia cardiaca no es una enfermedad o diagnóstico específico. Es un síndrome en el que una disfunción grave da lugar a la incapacidad del sistema cardiovascular para mantener una circulación sanguínea adecuada. Existen mecanismos limitados y específicos por los que la enfermedad cardiaca puede provocar un fallo del sistema cardiovascular. Por lo tanto, pueden desarrollarse signos limitados y específicos por la insuficiencia cardiaca.
Tipos de insuficiencia cardiaca
La insuficiencia cardiaca puede dividirse en cuatro clasificaciones funcionales: insuficiencia miocárdica sistólica, impedancia al flujo cardiaco, sobrecarga de presión y sobrecarga de volumen.
La insuficiencia miocárdica sistólica es una reducción general de la capacidad de contracción del músculo cardiaco. Esto se puede identificar con ecocardiografía (ecografía). Hay una reducción del movimiento de la pared durante la contracción de los ventrículos. Si la reducción es significativa, no se puede mantener el flujo sanguíneo normal. Puede estar causada por deficiencia nutricional (taurina), genética, traumatismo, infección, fármacos o venenos, descarga eléctrica, golpe de calor o tumores. Algunos casos no tienen causa conocida.
La insuficiencia cardiaca resultante de la impedancia (obstrucción) al flujo cardiaco puede dar lugar a una disminución del flujo sanguíneo. La causa puede ser la compresión externa del corazón (p. ej., la presencia de líquido en la bolsa que rodea el corazón), la disfunción diastólica que da lugar a un ventrículo rígido y un llenado ventricular reducido (cardiomiopatía hipertrófica) o las anomalías de las estructuras físicas del corazón.
La insuficiencia cardiaca causada por sobrecarga de presión se produce como resultado del aumento a largo plazo de la tensión en la pared del corazón durante la contracción. Esto da lugar a un engrosamiento de la pared del ventrículo afectado. Esto puede ser el resultado de la obstrucción del flujo sanguíneo desde el corazón (como la estenosis pulmonar o aórtica) o del aumento de la presión arterial en todo el organismo (hipertensión sistémica) o en las arterias de los pulmones (hipertensión pulmonar).
La sobrecarga de volumen de la insuficiencia cardiaca se produce como resultado de cualquier enfermedad que aumente el volumen de sangre en el (los) ventrículo(s), aumentando así el flujo sanguíneo. Finalmente, esto puede provocar signos de insuficiencia cardiaca congestiva. Entre las enfermedades que provocan insuficiencia miocárdica por sobrecarga de volumen se encuentran las valvulopatías (p. ej., valvulopatía degenerativa de las válvulas auriculoventriculares), las derivaciones de izquierda a derecha (p. ej., conducto arterioso persistente, comunicación interventricular) o los estados de alto rendimiento (como los provocados por el hipertiroidismo o la anemia). El aumento del volumen sanguíneo da lugar a un agrandamiento (dilatación) de la cámara del ventrículo afectado.
Mecanismos compensadores
El sistema cardiovascular mantiene la presión arterial y el flujo sanguíneo normales. En la enfermedad cardiaca, el organismo utiliza mecanismos específicos para intentar normalizar estas funciones y contrarrestar los efectos negativos que la enfermedad tiene en el organismo. El sistema nervioso puede aumentar inmediatamente la frecuencia cardiaca y la presión arterial de un animal. Estos efectos desaparecen a los pocos días, momento en el que un sistema hormonal especial activa el riñón para que ahorre agua y sodio. Esto aumenta el volumen de sangre en el organismo, lo que incrementa el gasto cardiaco, la presión arterial y el flujo sanguíneo. Estos notables mecanismos permiten que un animal compense una enfermedad leve, luego moderada e incluso grave, a menudo durante años. Desafortunadamente, la activación a largo plazo de estos mecanismos compensatorios puede dañar el músculo cardiaco y otros órganos en los estadios finales de la enfermedad, dando lugar a una insuficiencia cardiaca más grave.
Signos de insuficiencia cardiaca
Los signos asociados a la insuficiencia cardiaca dependen de sus causas y de la cámara del corazón que esté afectada. Con la insuficiencia cardiaca congestiva del lado izquierdo, los signos se asocian a una reserva de presión en los vasos que llevan sangre al ventrículo izquierdo. Esto hace que se acumule líquido en los pulmones (llamado edema pulmonar) y en la cavidad torácica fuera de los pulmones (derrame pleural). La tos y la dificultad para respirar son los signos más comunes, aunque los gatos con insuficiencia cardiaca son mucho menos propensos a toser que los perros con la enfermedad. También puede observarse un aumento de la frecuencia respiratoria, pérdida de apetito o resistencia al ejercicio. La disminución del volumen de sangre bombeada desde el corazón puede hacer que las patas y las orejas se sientan frías y puede disminuir la temperatura corporal del gato. Los gatos con insuficiencia cardiaca congestiva del lado izquierdo a menudo respiran más rápido que los gatos sanos. Su veterinario puede indicarle que cuente el número de respiraciones que su gato toma en 1 min cuando está durmiendo o descansando (pero no ronroneando). Esta frecuencia respiratoria durante el sueño puede controlarse regularmente para identificar la insuficiencia cardiaca precoz y la respuesta a los medicamentos.
La insuficiencia cardiaca congestiva del lado derecho da lugar a un aumento de la presión en las venas y capilares del organismo. Esto puede dar lugar a una acumulación de líquido en el abdomen, la cavidad torácica, el hígado o las extremidades. La insuficiencia cardiaca derecha es infrecuente en los gatos.
La insuficiencia biventricular puede surgir cuando tanto el ventrículo derecho como el izquierdo no funcionan, como en los gatos con insuficiencia cardiaca derivada de una cardiomiopatía dilatada o de la exposición a tóxicos (venenos). Pueden observarse signos atribuibles a ambas formas de insuficiencia cardiaca congestiva, aunque lo habitual es que los signos de un tipo de insuficiencia cardiaca congestiva superen a los del otro.
Tratamiento
Es importante tratar la insuficiencia cardiaca para mejorar el rendimiento del músculo cardiaco, controlar las arritmias y la presión arterial, mejorar el flujo sanguíneo y reducir la cantidad de sangre que llena el corazón antes de la contracción. Todos estos factores pueden dañar aún más el corazón y los vasos sanguíneos si no se controlan. También es necesario reducir la cantidad de líquido en los pulmones, el abdomen o la cavidad torácica.
Hay muchos tipos de fármacos disponibles para tratar la insuficiencia cardiaca. Los fármacos específicos, la dosis y la frecuencia utilizados variarán en función de las causas y la gravedad de la insuficiencia cardiaca y de otros factores. Su veterinario es el que mejor puede decidir los medicamentos apropiados para su gato. Todos los medicamentos recetados por su veterinario deben administrarse según las indicaciones. De lo contrario, pueden no ser eficaces e incluso causar complicaciones y daños graves.
Se suelen recetar diuréticos para reducir la sobrecarga de líquidos. La digoxina y el pimobendán, que forman parte de un grupo de fármacos conocidos como inótropos positivos, se pueden utilizar para ayudar al músculo cardiaco a contraerse. Los inhibidores de la ECA (ECA significa enzima convertidora de la angiotensina) y los vasodilatadores pueden dilatar los vasos sanguíneos y, por lo tanto, reducir la presión arterial. Los fármacos betabloqueantes adrenérgicos (también llamados bloqueadores beta) y los bloqueantes de los canales de calcio también son útiles en algunos casos de insuficiencia cardiaca congestiva.
Además de los fármacos, a veces se recomiendan otros tipos de tratamiento. Estos pueden incluir una dieta baja en sodio (existen dietas de prescripción o comerciales), oxigenoterapia para elevar el nivel de oxígeno en la sangre, suplementación con taurina en gatos con deficiencias comprobadas, procedimientos quirúrgicos para eliminar el exceso de líquido acumulado en la cavidad torácica o el abdomen, o medicamentos contra la ansiedad para gatos que tienen problemas para respirar.
Para más información
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