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Estructura y función del oído en los gatos

PorKaren A. Moriello, DVM, DACVD
Última revisión/modificación jul 2018 | Última modificación del contenido ago 2018

Los gatos son muy sensibles al sonido, con un rango de audición tanto por encima como por debajo del rango de frecuencias que puede ser detectado por los humanos. Pueden oír mejor que las personas e incluso mejor que la mayoría de los perros.

El oído es un órgano auditivo y un órgano del equilibrio. Consiste en el oído externo, medio e interno.

El oído externo incluye el pabellón auricular (la parte que se ve que está hecha de cartílago y cubierta por piel o pelo) y el canal auditivo. El pabellón auricular está diseñado para captar las ondas sonoras y canalizarlas a través del conducto auditivo hasta el tímpano. En los gatos, las orejas son móviles y pueden moverse independientemente una de la otra. El canal auditivo de los gatos es más profundo y cónico que en las personas, creando un mejor conducto para llevar el sonido al tímpano. Este canal más profundo está sujeto a la acumulación de suciedad y cera que puede causar inflamación e infección secundaria, aunque en menor grado que en los perros.

El oído medio incluye el tímpano y una pequeña cámara llena de aire que contiene tres huesos diminutos: el martillo, el yunque y el estribo. También incluye dos músculos, la ventana oval y la trompa de Eustaquio (un pequeño conducto que conecta el oído medio con la parte posterior de la nariz, permitiendo que el aire entre en el oído medio).

Dentro de la oreja de un gato

El oído interno es una estructura compleja que incluye el caracol (el órgano auditivo) y el sistema vestibular (el órgano del equilibrio). Los conductos semicirculares, que se encuentran dentro del oído interno, están llenos de líquido y son importantes para mantener el equilibrio. Estos están muy desarrollados en el gato, lo que explica su agilidad y su excelente sentido del equilibrio.

Exploración física del oído

Su el veterinario examinará los oídos de su gato en cada revisión de rutina. Si el gato tiene antecedentes de infecciones de oído previas u otros problemas en el oído, debe proporcionar esa información al veterinario.

Para empezar, su veterinario inspeccionará visualmente los oídos externos, observando cualquier signo de inflamación, lesión por traumatismo, hinchazón, secreciones o cera excesiva del oído. A continuación, utilizará un instrumento llamado otoscopio para observar el canal auditivo y el tímpano. Un videotoscopio (un otoscopio con una cámara que puede mostrar imágenes del interior del oído) es a menudo muy útil para inspeccionar los conductos auditivos. Puede ser necesario usar sedación o anestesia general para examinar a algunos gatos si les duele el oído o si es difícil sujetar al gato. Si se sospecha una infección, se realizarán pruebas en muestras de líquido o secreciones del oído para determinar los microorganismos implicados y el tratamiento adecuado. Las infecciones en los oídos de los gatos están causadas con mayor frecuencia por bacterias o levaduras.

Para diagnosticar un tumor del oído puede ser necesario realizar una biopsia para obtener tejido para su evaluación. Pueden ser necesarias pruebas adicionales, como radiografías, tomografía computarizada (TC), resonancia magnética (RM), pruebas neurológicas y pruebas electrónicas para confirmar ciertas afecciones, como la sordera.