logoVERSIÓN PARA PROPIETARIOS DE MASCOTAS

Trastornos de la glándula tiroides en los gatos

Última revisión/modificación ago 2018

La glándula tiroides es una glándula bilobulada en el cuello. Produce dos hormonas que contienen yodo, T3 y T4, que afectan a muchos procesos en el organismo. En general, las hormonas tiroideas regulan la tasa metabólica o la velocidad a la que se desarrollan los procesos orgánicos. Una cantidad insuficiente de hormonas hace que los procesos orgánicos sean lentos. Demasiada hace que funcionen demasiado rápido.

Las hormonas tiroideas actúan en muchos procesos celulares diferentes. Algunas de sus acciones ocurren en minutos u horas, mientras que otras tardan varias horas o más. Las hormonas tiroideas en cantidades normales trabajan junto con otras hormonas, como la hormona del crecimiento y la insulina, para formar tejidos. Sin embargo, cuando se secretan en exceso, pueden contribuir a la degradación de proteínas y tejidos.

Hipotiroidismo

En el hipotiroidismo, la disminución de los niveles de hormonas tiroideas da lugar a un ritmo metabólico más lento. En los gatos, la causa más común de hipotiroidismo es la extirpación quirúrgica o la destrucción (p. ej., con yodo radiactivo o fármacos antitiroideos) de la glándula tiroides como tratamiento del hipertiroidismo. Aunque el hipotiroidismo natural es extremadamente raro en los gatos, cuando se produce parece deberse a un trastorno en la glándula tiroides misma (más que en la hipófisis, como se observa en algunos otros animales).

Dado que la deficiencia de la hormona tiroidea afecta al funcionamiento de todos los sistemas y aparatos, los signos varían. En los gatos con enfermedad leve, los signos son leves o están ausentes. En los gatos con enfermedad avanzada, los signos incluyen letargo, apatía, pérdida de pelo, baja temperatura corporal, disminución del apetito y, en ocasiones, disminución de la frecuencia cardiaca. Puede desarrollarse obesidad, especialmente en gatos con hipotiroidismo causado por la destrucción de la glándula derivada del tratamiento del hipertiroidismo. En los gatos que nacen con hipotiroidismo (o que lo desarrollan a una edad temprana), los signos incluyen enanismo, letargo grave, torpeza mental, estreñimiento, falta de apetito y disminución de la frecuencia cardiaca.

El diagnóstico preciso del hipotiroidismo requiere una evaluación minuciosa de los signos y varias pruebas de laboratorio, incluyendo la demostración de concentraciones sanguíneas bajas de hormonas tiroideas (especialmente T4) en combinación con niveles elevados de hormona estimulante de la tiroides.

El hipotiroidismo se trata mediante la sustitución con hormona tiroidea sintética. El éxito del tratamiento puede medirse por la mejora de los signos. Las concentraciones de hormona tiroidea también se controlan para determinar si la dosis de hormona tiroidea necesita un ajuste. Una vez estabilizada la dosis, los niveles de hormonas tiroideas suelen controlarse una o dos veces al año. El tratamiento suele ser de por vida.

Hipertiroidismo

El hipertiroidismo está causado por un exceso de las hormonas tiroideas, T3 y T4. Es más probable que se observe en gatos de mediana edad o mayores. Un tumor tiroideo benigno productor de hormonas es la causa más común de hipertiroidismo felino. Ambos lóbulos tiroideos suelen estar agrandados y su veterinario puede palparlos.

Los signos de hipertiroidismo reflejan un aumento de la tasa metabólica. Los signos más comunes son pérdida de peso, apetito excesivo, hiperexcitabilidad, aumento de la sed y la micción, vómitos, diarrea y aumento del volumen fecal. Los signos cardiovasculares incluyen aumento de la frecuencia cardiaca, soplos, dificultad para respirar, dilatación del corazón e insuficiencia cardiaca congestiva. En raras ocasiones, los gatos hipertiroideos presentan signos como disminución del apetito, letargo y depresión.

El diagnóstico se basa en la anamnesis, los signos y la exploración física, y se confirma con un análisis de sangre para medir el nivel de hormonas tiroideas.

Los gatos con hipertiroidismo pueden tratarse mediante tratamiento con yodo radiactivo, extirpación quirúrgica de la glándula tiroides, administración a largo plazo de un fármaco antitiroideo o terapia nutricional de por vida (con una dieta de prescripción que restrinja el yodo). Se suele recomendar el yodo radiactivo; es sencillo, eficaz y seguro. El yodo radiactivo se concentra dentro del tumor tiroideo, donde irradia y destruye el tejido tiroideo hiperactivo sin afectar a otros tejidos.

La extirpación quirúrgica de la glándula tiroides también es eficaz. Si el tumor afecta solo a un lado de la glándula, solo se extirpa la mitad y no suele ser necesario el tratamiento con hormona tiroidea sintética. Si el tumor afecta a ambos lados de la glándula, se debe extirpar toda la glándula y se necesitará tratamiento con hormona tiroidea sintética después de la cirugía. La principal complicación es que las glándulas paratiroides, que se encuentran a ambos lados de la glándula tiroides, pueden lesionarse o también extirparse durante la cirugía. En este caso, también será necesario el tratamiento con calcio y vitamina D.

El tratamiento diario con metimazol, un fármaco antitiroideo, bloquea la producción de la hormona tiroidea. Debido a que la mayoría de los efectos adversos asociados al tratamiento con metimazol se desarrollan durante los primeros 3 meses, los hemogramas completos y las mediciones de las hormonas tiroideas en suero se controlan con frecuencia (cada 2-4 semanas) durante ese tiempo. La dosis de metimazol se ajusta para mantener los niveles de hormona tiroidea circulante dentro del rango normal. Después de este periodo inicial, las concentraciones séricas de hormona tiroidea se suelen medir cada 3-6 meses para monitorizar la respuesta al tratamiento y la necesidad de nuevos ajustes de dosis. También pueden ser necesarios medicamentos adicionales para tratar las complicaciones del hipertiroidismo.

Existe una dieta de prescripción para gatos que no pueden recibir otras terapias. El alimento es deficiente en yodo, que es un componente esencial de T4 y T3. La terapia dietética parece ser más eficaz en gatos con hipertiroidismo leve y puede no funcionar en gatos con enfermedad grave. Los gatos deben comer solo este alimento durante el resto de sus vidas; otros alimentos para gatos, comida de la mesa o golosinas harán que el tratamiento sea ineficaz.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre la glándula tiroides.