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Cánceres y tumores del pulmón y las vías respiratorias en los gatos

PorNed F. Kuehn, DVM, MS, DACVIM
Última revisión/modificación ago 2018

El aparato respiratorio puede albergar muchos tipos diferentes de tumores y cánceres. Los siguientes son los tumores más comunes que se encuentran en los pulmones y las vías respiratorias de los gatos.

Tumores de la nariz y los senos

Los tumores de la nariz y los senos son relativamente infrecuentes en los gatos en comparación con los perros. La incidencia es mayor en los gatos machos. La edad media en el momento del diagnóstico es de 12 años. En los gatos, más del 90 % de los tumores nasales son cancerosos (malignos). Los tipos de tumores más comunes son los carcinomas y los linfomas. En general, si no se tratan, la supervivencia es de 3 a 5 meses después del diagnóstico.

La descarga nasal crónica que contiene moco, pus o sangre es el signo más común. Al principio, la secreción puede afectar a un solo lado de la nariz, pero a menudo se convierte en una secreción bilateral. Pueden producirse estornudos periódicos, sangrado de la nariz y ronquidos. Pueden observarse deformaciones de la cara y la boca y/o globos oculares protuberantes en función de los tejidos afectados por el tumor. Puede producirse un lagrimeo excesivo e inflamación de la córnea. Si el tumor se extiende al cerebro, los gatos pueden mostrar signos neurológicos, como desorientación, ceguera, convulsiones y coma.

El diagnóstico se basa en la anamnesis y en los signos clínicos. Las radiografías nasales o la TC pueden mostrar indicios de la presencia de un tumor. Se prefieren las TC nasales porque proporcionan mejores detalles que las radiografías cuando se intenta distinguir los tumores de la nariz de otras causas de secreción nasal crónica. Una biopsia de tejido tumoral puede proporcionar un diagnóstico definitivo.

El tratamiento recomendado depende en gran medida del tipo de tumor y de la extensión de la enfermedad. Los tratamientos, como la extirpación quirúrgica agresiva del tumor, la quimioterapia, la radioterapia o las combinaciones de estas, ofrecen un pronóstico más favorable cuando el diagnóstico se realiza de forma precoz.

Tumores de la laringe y la tráquea

Los tumores de la laringe y la tráquea son poco frecuentes en los gatos. Pueden ser benignos (pólipos inflamatorios) o malignos (como el carcinoma de células escamosas, el linfosarcoma y el adenocarcinoma). Los signos más comunes de los tumores de laringe incluyen dificultad para respirar al inhalar o después del ejercicio, respiración aguda y ruidosa, cambio de la voz (ronquera o pérdida de la voz) y tos. Los tumores de la tráquea se asocian con signos similares. A menudo se puede hacer un diagnóstico a partir de la anamnesis y los hallazgos clínicos y eliminando otras causas de obstrucción de las vías respiratorias superiores o de tos. La masa tumoral puede ser vista por el veterinario durante el examen de la laringe o la tráquea con un endoscopio. El diagnóstico definitivo se puede establecer con una biopsia. El tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica del tumor. Algunos tipos de tumores responden a la radioterapia.

Tumores pulmonares primarios

Los tumores que se originan en el pulmón (tumores pulmonares primarios) son muy raros en los gatos. La enfermedad pulmonar metastásica es más común que los tumores pulmonares primarios en los gatos. Aunque los gatos son menos propensos a desarrollar cáncer de pulmón primario que los perros, la incidencia descrita ha aumentado durante los últimos 20 años. Esto puede deberse a un aumento de la vida media, a una mejor detección y concienciación o, posiblemente, a una mayor exposición a los agentes cancerígenos del medio ambiente. La mayoría de los tumores pulmonares primarios se diagnostican a una edad media de 12 años en los gatos. Todas las razas y ambos sexos parecen estar igualmente afectados. De los tumores pulmonares primarios en los gatos, más del 80 % son malignos (cancerosos).

Los signos que indican un tumor pulmonar primario pueden variar según la localización del tumor, la velocidad de crecimiento del tumor y la presencia de enfermedad pulmonar previa o actual. La tos es poco frecuente en los gatos; los signos generales de enfermedad, como falta de apetito, pérdida de peso y respiración rápida y dificultosa, son signos más frecuentes. La acumulación de líquido alrededor de los pulmones (llamada derrame pleural) es común en los gatos con tumores pulmonares primarios. También se puede observar letargo, sibilancias, vómitos, fiebre o cojera.

Las radiografías de tórax son el primer paso para establecer un diagnóstico; sin embargo, un diagnóstico definitivo de cáncer de pulmón requiere una muestra de tejido (biopsia).

La cirugía para extirpar la porción del pulmón que contiene el tumor es el tratamiento recomendado en la mayoría de los casos. Los tumores que no pueden operarse o aquellos que se han diseminado pueden tratarse con quimioterapia. La recidiva o la diseminación del tumor son causas comunes de muerte.

Tumores pulmonares metastásicos

Un tumor pulmonar metastásico es aquel que se origina en otra parte del cuerpo y luego se disemina a los pulmones. Un tumor maligno puede extenderse solo a los pulmones o también a otros órganos. Los signos de la enfermedad pulmonar metastásica son similares a los de los tumores pulmonares primarios (véase anteriormente). La gravedad de los signos depende de la localización del tumor y de si las lesiones son únicas o múltiples. El diagnóstico es similar al de los tumores pulmonares primarios. Si su gato desarrolla un tumor que es propenso a metastatizar a los pulmones, su veterinario probablemente recomendará radiografías de tórax. Sin embargo, las radiografías no pueden detectar tumores pequeños (de menos de 3 mm de tamaño), por lo que puede ser necesaria una TC.

El objetivo principal del tratamiento del cáncer es evitar la metástasis. Algunos tumores de crecimiento lento o con una sola metástasis pueden extirparse con cirugía. La quimioterapia o la radioterapia pueden ser útiles con ciertos tipos de tumores que no son adecuados para la cirugía. Dado que la diseminación al pulmón se produce tardíamente durante el curso clínico de un tumor maligno, el pronóstico es malo.

Para más información

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