La traqueobronquitis es una inflamación aguda o crónica de la tráquea y las vías respiratorias bronquiales; también puede extenderse a los pulmones. Es más probable que se dé en gatos que ya están afectados por una enfermedad respiratoria o un trastorno de los pulmones o las vías respiratorias. La traqueobronquitis en gatos puede estar causada por disfunción inmunitaria, parásitos, enfermedades de la boca y faringe, o tos crónica relacionada con enfermedades cardiacas o pulmonares. Otras causas incluyen inhalación de humo y exposición a vapores químicos.
Los espasmos de tos son el signo más prominente; es más grave después del descanso o al comienzo del ejercicio. También puede observarse una fiebre ligera. La fase aguda de la bronquitis pasa en 2-3 días, aunque la tos puede persistir durante varias semanas.
El asma bronquial (bronquitis alérgica) es un síndrome de los gatos con semejanza al asma en humanos. Los más afectados son los gatos jóvenes y de raza Siamesa e Himalayo. El desarrollo súbito de asma en gatos mayores es sumamente infrecuente. Los signos del asma bronquial incluyen dificultad para respirar, tos o sibilancias que pueden aparecer y desaparecer. Sin embargo, la tos crónica en gatos mayores se debe a menudo a neumonía. Si la dificultad respiratoria es grave, pueden observarse mucosas azuladas (que indican una falta de oxígeno en la sangre).
El diagnóstico del veterinario se realiza a partir de la anamnesis, la exploración física y los signos clínicos y descartando otras causas de tos. Las herramientas diagnósticas incluyen radiografías de tórax, el uso de un endoscopio para visualizar los bronquios (broncoscopia) y la recogida de muestras de biopsia y frotis para análisis de laboratorio. Estas pruebas diagnósticas pueden ser necesarias en los casos en que el tratamiento inicial del veterinario no sea eficaz para proporcionar alivio.
En los casos leves o de reciente aparición de los signos, el tratamiento de apoyo puede ser eficaz, pero también es necesario el tratamiento de la enfermedad subyacente (si está presente). El reposo, el calor y la higiene adecuada son importantes. Si hay infección bacteriana, se pueden prescribir antibióticos de amplio espectro. El veterinario puede realizar o prescribir un tratamiento, como el uso de una nebulización o el vapor de una ducha caliente para ayudar a diluir las secreciones, facilitando su expulsión.
El asma felina se trata con corticoesteroides orales o inhalados. Se dispone de cámaras de aerosol e inhaladores especializados para administrar medicamentos inhalados en gatos. También pueden ser necesarios medicamentos adicionales para abrir las vías respiratorias o reducir la inflamación. También es importante evitar los productos en aerosol o los alérgenos (p. ej., el humo del cigarrillo, los perfumes, el polen, el moho o el polvo) que pueden empeorar la enfermedad.
Consulte también el contenido para veterinarios sobre la traqueobronquitis.