La etología es el estudio científico de todo lo que hacen los animales, ya sean insectos, aves, mamíferos, peces o personas. El campo del comportamiento animal se ocupa de la comprensión de las causas, las funciones, el desarrollo y la evolución del comportamiento. El comportamiento se refiere a las acciones o reacciones de un organismo. El comportamiento suele estar relacionado con el entorno y está controlado por los sistemas endocrino y nervioso. La complejidad del comportamiento animal está relacionada con la complejidad de su sistema nervioso. Por lo general, los animales con sistemas nerviosos complejos tienen una mayor capacidad para aprender nuevas respuestas y así ajustar su comportamiento.
El comportamiento de un animal está influenciado por muchos factores. Algunos de estos factores incluyen la predisposición genética, la experiencia y el aprendizaje, el entorno y la fisiología. Varios estudios en perros han demostrado que el comportamiento puede ser hereditario en cierta medida. Además, las influencias maternas pueden afectar a la personalidad y al temperamento. Si los cachorros se separan de una madre miedosa, es menos probable que tengan miedo que si se dejan con su madre. El efecto de otros cachorros en la camada, la cantidad y el tipo de manipulación humana y la exposición a nuevos objetos y experiencias influyen en el comportamiento de un perro. El cerebro y sus neurotransmisores asociados también desempeñan un papel fundamental en el temperamento y el comportamiento. Los niveles anormales de varias hormonas desempeñan un papel en ciertas formas de agresividad y miedo.
Comprender la naturaleza de los problemas de conducta es esencial para desarrollar una base racional para su tratamiento. Mientras que este capítulo se centra en el comportamiento anormal de los perros, el grado en que el comportamiento de un perro es anormal se define por cuánto se desvía de lo "normal" o por la gravedad del problema que esta conducta plantea a su propietario.