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Cojera en los perros

PorJoseph Harari, MS, DVM, DACVS
Revisado/Modificado mar 2018

La cojera es un signo de enfermedad, no una enfermedad específica. Puede indicar un trastorno en el sistema musculoesquelético. Los signos de los trastornos musculoesqueléticos incluyen debilidad, cojera, hinchazón de la extremidad y disfunción articular. La función nerviosa y muscular puede verse afectada como resultado de cambios en los tejidos neuromusculares. Los problemas con los músculos y el esqueleto también pueden afectar a otros órganos, incluyendo los aparatos urinario y digestivo y el sistema circulatorio.

Examen de la cojera

Para diagnosticar el problema, su veterinario examinará a su perro y revisará cualquier lesión previa y su salud general actual. Un veterinario realiza un examen de la cojera para identificar cambios en los tejidos musculoesqueléticos. El veterinario observa al animal descansando, levantándose y caminando. Observa si la lesión afecta a una o varias extremidades y cómo varía el grado de reacción con cada tipo de actividad. Si cojea de una extremidad anterior, el animal suele levantar la cabeza cuando apoya peso sobre esa extremidad. El paso también se acorta en el lado afectado. Si cojea de una extremidad posterior, el animal suele dejar caer la cabeza cuando apoya peso sobre esa extremidad. El veterinario palpará los huesos, las articulaciones y los tejidos blandos del animal en busca de anomalías como hinchazón, dolor, inestabilidad, sonidos chirriantes o crepitantes, reducción del rango de movimiento y atrofia muscular. Puede ser necesario realizar más de una exploración, a veces con ejercicio intermedio. En animales irritables o en determinadas pruebas puede ser necesaria la sedación.

Técnicas de diagnóstico por imagen

Los veterinarios pueden utilizar procedimientos de imagen para diagnosticar la cojera. Estos incluyen radiografías y ecografía, así como técnicas menos comunes como la gammagrafía, la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM). Durante estos procedimientos, el veterinario probablemente usará un sedante fuerte o anestesia para reducir el dolor y el estrés de su mascota. See also heading on page Introducción a las pruebas diagnósticas y estudios de imagen

Artroscopia

La artroscopia es un tipo de cirugía menor en la que se inserta un tubo flexible llamado endoscopio en la articulación a través de una pequeña incisión. Es relativamente no invasiva y se utiliza para el diagnóstico así como el tratamiento de los animales con cojera. Para el diagnóstico, el endoscopio tiene una pequeña cámara unida al extremo que permite al veterinario ver el interior de la articulación. El veterinario también es capaz de extraer cartílagos o ligamentos muertos o dañados usando el endoscopio. Este tipo de cirugía permite un tiempo de curación más corto que la cirugía convencional. Las afecciones frecuentes que se pueden diagnosticar o tratar por artroscopia incluyen la osteocondrosis, la tenosinovitis, las fracturas articulares y las lesiones de los ligamentos y el cartílago.

Manejo del dolor

El alivio del dolor es un componente importante del tratamiento de los animales cojos y puede permitir una recuperación más rápida. También es útil para perros con afecciones crónicas, como la osteoartritis. Los antiinflamatorios no esteroideos y otros analgésicos se utilizan para controlar el dolor en los animales cojos. Otros métodos de alivio del dolor que pueden sugerirse además de (o en lugar de) los fármacos, incluyen la acupuntura, el masaje y los cambios en la dieta. La terapia con células madre o los suplementos también pueden proporcionar alivio, pero la base científica para su uso aún no está establecida. Su veterinario es quien mejor puede prescribir el tratamiento apropiado para su mascota. Es muy importante que siga todas las instrucciones exactamente según lo prescrito.