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Trastornos congénitos y hereditarios de huesos, articulaciones y músculos en los perros

PorJoseph Harari, MS, DVM, DACVS
Última revisión/modificación mar 2018

Los animales que contraen infecciones víricas en el útero pueden nacer con sistemas musculoesqueléticos enfermos o deformados. Las anomalías también pueden ser congénitas (presentes al nacimiento) si la madre ingiere plantas tóxicas en ciertas etapas de la gestación. Algunas afecciones hereditarias (genéticas) que afectan al sistema musculoesquelético pueden ser de origen neurológico.

Condrodisplasia

La condrodisplasia en perros es un trastorno esquelético hereditario en el que los huesos de las extremidades o del tronco y la cabeza pueden estar subdesarrollados o deformados. La condrodisplasia de las extremidades se ha descrito en Caniches y Scottish Terriers. El trastorno se puede observar en el tronco y la cabeza de los Alaskan Malamutes, Basset Hounds, Teckels, Caniches y Scottish Terriers. Los Malamutes con condrodisplasia también tienen una deficiencia de glóbulos rojos (anemia). Entre los Basset Hounds, Teckels y Pequineses, las características corporales producidas por el trastorno (patas cortas con cuerpos largos) son una característica importante del tipo de raza.

Miopatías similares a la distrofia

Se han descrito numerosos ejemplos de enfermedades musculares progresivas (miopatías) en los animales. Pueden ser hereditarias y muchas se asemejan a varios tipos de distrofia muscular en humanos.

En los perros se producen diversos tipos de distrofia muscular. Se ha visto un tipo (similar a la distrofia muscular de Duchenne en humanos) en los Golden Retrievers en los Estados Unidos y en los Terriers Irlandeses en Europa. Los perros machos son más propensos a estar afectados. Los signos incluyen debilitamiento muscular, dificultad al tragar, marcha rígida y pérdida de masa muscular. La enfermedad está causada por la falta de una proteína clave necesaria para el funcionamiento normal de las membranas musculares. Algunos perros afectados tienen una enfermedad acompañante del músculo cardiaco.

Un segundo tipo de distrofia implica a los Labrador Retriever en América del Norte, Europa y Australia. Los perros con este tipo de distrofia mostrarán una marcha rígida; se resistirán al ejercicio y comenzarán a perder masa muscular a partir de los 6 meses de edad. Los Boyeros en Europa pueden desarrollar otro tipo de distrofia que afecta a su capacidad para tragar.

Enfermedad por almacenamiento de glucógeno (glucogenosis)

El glucógeno es un carbohidrato complejo que se suele almacenar en el hígado y los músculos. El organismo lo convierte en glucosa (azúcar) como fuente de energía. Algunos animales con enfermedades por almacenamiento de glucógeno se debilitan progresivamente hasta que son incapaces de levantarse de una posición tumbada. Hasta la fecha, 5 de los 11 tipos de enfermedad por depósito de glucógeno hallados en humanos también se han encontrado en animales. Las especies afectadas incluyen los perros, los gatos, el ganado vacuno, el ovino, los caballos, la codorniz, las ratas y los ratones. En particular, se ha descrito la glucogenosis de tipo II en perros de Laponia.

Displasia de cadera

La displasia de cadera es un trastorno del desarrollo frecuente de las articulaciones de la cadera. El fémur (el hueso grande de la parte superior de la pata) no encaja correctamente en la cavidad de la cadera, lo que finalmente provoca artritis. El riesgo aumentado de padecer este trastorno puede ser heredado en muchas razas de perros grandes.

Osteocondrosis

La osteocondrosis se observa con mayor frecuencia en las razas grandes y gigantes de perros. La afección afecta a la formación de hueso en las primeras etapas de la vida (4-8 meses de edad), cuando un perro está creciendo más rápido y el estrés del esqueleto inmaduro es mayor. En la osteocondrosis, el cartílago articular inmaduro puede separarse del hueso. Este cartílago desprendido se deja flotar libremente en la cavidad articular, donde puede causar inflamación, restos de cartílago y una mayor interferencia en la formación adecuada del hueso. Afecta con mayor frecuencia a las articulaciones del hombro, el codo, la rodilla y el tarso (tobillo), en orden decreciente de frecuencia.

Osteogénesis imperfecta

Los perros con osteogénesis imperfecta heredan huesos muy frágiles y articulaciones laxas. Los huesos largos (como los huesos principales de las extremidades anteriores y posteriores) tienden a ser finos con capas externas delgadas. Un veterinario que diagnostica la afección busca callosidades en los huesos que indican roturas y fracturas recientes. El blanco de los ojos de los animales con osteogénesis imperfecta también puede tener un color azulado.

Osteopetrosis

La osteopetrosis, una enfermedad rara que parece ser hereditaria, se ha observado en perros. Los animales con osteopetrosis nacen muertos de 10 a 30 días antes de término. La afección produce un acortamiento de la mandíbula inferior, molares impactados y huesos largos que se rompen fácilmente. Las cavidades de la médula ósea en el cráneo, así como los huesos largos, se llenan con un tipo de hueso esponjoso en lugar de médula. El engrosamiento resultante del cráneo comprime el cerebro.

Otros trastornos musculoesqueléticos congénitos y hereditarios de los perros

En los perros se han observado otros trastornos musculoesqueléticos congénitos y hereditarios. Los perros pueden nacer sin patas (apodia) o sin ciertos huesos en sus extremidades (hemimelia). Los perros también pueden nacer con dedos partidos o ausentes, una afección llamada "pinza de langosta" o síndrome de ectrodactilia. Los dedos extra (llamado polidactilia) son mucho más frecuentes y se observan en los perros Montaña de los Pirineos. Finalmente, se han descrito algunos perros con dedos fusionados (sindactilia).