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Insuficiencia cardiaca en los perros

PorSuzanne M. Cunningham, DVM, DACVIM-Cardiology;Kursten V. Roderick, DVM
Última revisión/modificación jun 2018

La insuficiencia cardiaca no es una enfermedad o diagnóstico específico. Es un síndrome en el que una disfunción grave da lugar a la incapacidad del sistema cardiovascular para mantener una circulación sanguínea adecuada. Existen mecanismos limitados y específicos por los que las enfermedades del corazón pueden provocar un fallo del sistema cardiovascular. Por lo tanto, pueden desarrollarse signos limitados y específicos por la insuficiencia cardiaca.

Tipos de insuficiencia cardiaca

La insuficiencia cardiaca puede dividirse en cuatro clasificaciones funcionales: insuficiencia miocárdica sistólica, impedancia al flujo cardiaco, sobrecarga de presión y sobrecarga de volumen.

Insuficiencia cardiaca, insuficiencia cardiaca congestiva y el fallo cardiaco

Cualquier corazón con capacidad reducida para contraerse se considera un fallo cardiaco. Casi cualquier perro con una enfermedad cardiaca que provoque una dilatación de las cámaras o un aumento del grosor de las paredes tiene un corazón que falla, pero el organismo suele ser capaz de compensar de otras maneras estos cambios físicos. Como resultado, el perro no tiene signos y no presenta insuficiencia cardiaca o insuficiencia cardiaca congestiva.

La insuficiencia cardiaca y la insuficiencia cardiaca congestiva son síndromes médicos en los que un perro muestra signos relacionados con una compleja interacción entre un corazón que falla y los vasos sanguíneos.

En la insuficiencia cardiaca, el flujo sanguíneo es insuficiente para suministrar a los órganos suficiente sangre oxigenada para su correcto funcionamiento. Según el grado de gravedad, los signos de insuficiencia cardiaca pueden aparecer mientras el perro está en reposo, durante un esfuerzo leve o durante un ejercicio moderado o extremo.

En la insuficiencia cardiaca congestiva, la sangre se acumula en los órganos (por lo general en los pulmones, pero ocasionalmente en otros órganos importantes del organismo) y hace que los órganos congestionados funcionen de forma anormal, se hinchen de líquido o ambas cosas.

La insuficiencia miocárdica sistólica es una reducción general de la habilidad del miocardio para contraerse. Esto se puede identificar con ecocardiografía (ecografía). Hay una reducción del movimiento de la pared durante la contracción de los ventrículos. Si la reducción es significativa, no se puede mantener el flujo sanguíneo normal. Puede estar causada por la genética, un traumatismo, una infección, fármacos o venenos, descargas eléctricas, golpes de calor o tumores. Algunos casos no tienen causa conocida.

La insuficiencia cardiaca resultante de la impedancia (obstrucción) al flujo cardiaco puede dar lugar a una disminución del flujo sanguíneo. Esto puede estar causado por una compresión externa del corazón (p. ej., líquido en el saco que rodea el corazón), disfunción diastólica que da lugar a un ventrículo rígido y reducción del llenado ventricular, tumores o anomalías en las estructuras físicas del corazón.

La insuficiencia cardiaca por sobrecarga de presión se produce como resultado del aumento a largo plazo de la tensión en la pared del corazón durante la contracción. Esto puede ser consecuencia de la obstrucción del flujo sanguíneo del corazón o del aumento de la presión sanguínea en todo el cuerpo o en las arterias de los pulmones.

La sobrecarga de volumen de la insuficiencia cardiaca se produce como resultado de cualquier enfermedad que aumente el volumen de sangre en el ventrículo o ventrículos, aumentando así el flujo sanguíneo. Finalmente, esto puede provocar signos de insuficiencia cardiaca congestiva. Entre las enfermedades que provocan insuficiencia miocárdica por sobrecarga de volumen se encuentran las valvulopatías (p. ej., la valvulopatía degenerativa de las válvulas auriculoventriculares), las derivaciones de izquierda a derecha (p. ej., el conducto arterioso persistente, la comunicación interventricular) o los estados de alto rendimiento (como los provocados por el hipertiroidismo o la anemia).

Insuficiencia cardiaca

Mecanismos compensadores

El sistema cardiovascular mantiene la presión arterial y el flujo sanguíneo normales. En las cardiopatías, el organismo utiliza mecanismos específicos para intentar normalizar estas funciones y contrarrestar los efectos negativos que la enfermedad tiene en el organismo. En un animal con cardiomiopatía dilatada, por ejemplo, el flujo sanguíneo se ralentiza por la reducción de la capacidad del corazón para contraerse. Esto conduce a una reducción de la presión arterial porque se bombea menos sangre con cada latido. El organismo compensa utilizando el sistema nervioso simpático para aumentar la capacidad de contracción del músculo cardiaco y aumentar la frecuencia cardiaca. Estos efectos desaparecen a los pocos días, tras lo cual se activan los mecanismos hormonales. Estas respuestas aumentan el gasto cardiaco, la presión arterial, el volumen sanguíneo y el flujo sanguíneo. El volumen sanguíneo aumenta hasta el 30 % en las mascotas con insuficiencia cardiaca congestiva grave. Estos notables mecanismos permiten que un animal compense una enfermedad leve, luego moderada e incluso grave, a menudo durante años. Finalmente, la insuficiencia progresiva del músculo cardiaco y la activación a largo plazo de estas hormonas en un esfuerzo por normalizar el flujo sanguíneo dan lugar a daños en el corazón y otros órganos y a la insuficiencia del músculo cardiaco. El flujo sanguíneo se ve afectado aún más con signos progresivos de insuficiencia cardiaca congestiva.

Biomarcadores cardiacos

Los veterinarios pueden realizar análisis de sangre para medir las proteínas en la sangre que aumentan con ciertos tipos de enfermedad cardiaca e insuficiencia. Estos análisis de sangre, cuando se usan con otras pruebas (como radiografías y ecografías), pueden usarse para diagnosticar enfermedades cardiacas.

Signos de insuficiencia cardiaca

Los signos asociados a la insuficiencia cardiaca dependen de sus causas y de la cámara del corazón que esté afectada. En la insuficiencia cardiaca congestiva del lado izquierdo, los signos se asocian a una reserva de presión en los vasos que llevan sangre al ventrículo izquierdo. Esto hace que se acumule líquido dentro de los pulmones (llamado edema pulmonar). La tos, la dificultad para respirar y la intolerancia al ejercicio (fatiga con dificultad para respirar asociada con el ejercicio) son los signos más comunes. Muchos perros con insuficiencia cardiaca congestiva del lado izquierdo se desmayan debido a la falta de flujo sanguíneo y oxígeno al cerebro. También pueden tener una frecuencia cardiaca baja y presión arterial baja y pueden colapsar. Los perros con insuficiencia cardiaca congestiva del lado izquierdo a menudo respiran más rápido que los perros sanos. Su veterinario puede indicarle que cuente el número de respiraciones que su perro toma en un minuto cuando está durmiendo o descansando. Esta frecuencia respiratoria durante el sueño se puede controlar regularmente para identificar la insuficiencia cardiaca precoz y evaluar si su perro está respondiendo al tratamiento.

La insuficiencia cardiaca congestiva del lado derecho provoca un aumento de la presión en los vasos que llevan sangre a la aurícula derecha y a las venas y capilares del organismo. Esto puede provocar la acumulación de líquido en el abdomen (ascitis), la cavidad torácica, el hígado y las extremidades.

La insuficiencia biventricular puede surgir cuando tanto el ventrículo derecho como el izquierdo no funcionan correctamente, como en los perros con insuficiencia del músculo cardiaco derivada de una cardiomiopatía dilatada o de una intoxicación. Pueden observarse signos atribuibles a ambas formas de insuficiencia cardiaca congestiva, aunque es frecuente que los signos de una superen a los de la otra.

Tratamiento

Es importante tratar la insuficiencia cardiaca para mejorar el rendimiento del músculo cardiaco, controlar las arritmias y la presión arterial, mejorar el flujo sanguíneo y reducir la cantidad de sangre que llena el corazón antes de la contracción. Todos estos factores pueden dañar aún más el corazón y los vasos sanguíneos si no se controlan. También es necesario reducir la cantidad de líquido en los pulmones, el abdomen o la cavidad torácica.

Fármacos

Hay muchos tipos de fármacos disponibles para tratar la insuficiencia cardiaca. Los fármacos específicos, la dosis y la frecuencia utilizados variarán en función de la causa y la gravedad de la insuficiencia cardiaca y de otros factores. Su veterinario es el que mejor puede decidir los fármacos apropiados para su mascota. Todos los medicamentos recetados por un veterinario deben administrarse al animal según las indicaciones. De lo contrario, pueden no ser eficaces e incluso causar complicaciones o daños graves.

Los diuréticos suelen recetarse para controlar la sobrecarga de líquidos en los animales. El pimobendán mejora la contracción del músculo cardiaco, dilata los vasos sanguíneos, aumenta el gasto cardiaco y reduce las presiones diastólicas en pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva causada por insuficiencia de la válvula auriculoventricular o cardiomiopatía dilatada. La digoxina, que forma parte de un grupo de fármacos conocidos como inótropos positivos, se puede utilizar para ayudar al músculo cardiaco a contraerse en pacientes con ciertas arritmias. Los inhibidores de la ECA (ECA significa enzima convertidora de la angiotensina) y los vasodilatadores pueden dilatar los vasos sanguíneos y, por lo tanto, reducir la presión arterial. Los fármacos bloqueantes beta-adrenérgicos (también llamados betabloqueantes) y los bloqueantes de los canales de calcio son útiles en algunos casos de insuficiencia cardiaca congestiva.

Nutrición

Los objetivos nutricionales generales para los animales con insuficiencia cardiaca incluyen proporcionar las calorías adecuadas, reducir la inflamación, equilibrar el sodio y suplementar cualquier nutriente que falte. La suplementación con ácidos grasos omega-3 puede ayudar a disminuir la inflamación y ayudar a controlar las arritmias.

Algunos tipos de insuficiencia cardiaca están causados por la deficiencia de un nutriente y pueden tratarse suplementando el nutriente que falta. Sin embargo, este tipo de insuficiencia cardiaca es poco frecuente.

Se suele recomendar una dieta baja en sodio para los perros con insuficiencia cardiaca congestiva grave que no responde bien al tratamiento convencional. En los perros con insuficiencia cardiaca congestiva de leve a moderada no es necesaria una restricción intensa de sodio, pero se deben evitar las dietas ricas en sal y alimentos para consumo humano ("restos de mesa"). Existen dietas de prescripción adaptadas a estos diferentes niveles de restricción de sodio, así como recetas para dietas caseras restringidas en sal. También se deben dar golosinas sin sodio en lugar de las habituales. No se debe restringir la sal en los perros con enfermedades cardiacas que no presentan signos de insuficiencia cardiaca congestiva, ya que esto puede provocar la activación precoz de ciertas hormonas.

Otros tratamientos

Los perros con insuficiencia cardiaca congestiva grave del lado izquierdo y líquido en los pulmones (edema pulmonar) pueden no recibir suficiente oxígeno. El oxígeno puede administrarse mediante una jaula de oxigenación, una mascarilla o una sonda nasal.

La toracocentesis y la abdominocentesis son procedimientos quirúrgicos en los que se inserta una aguja en la cavidad torácica o el abdomen, respectivamente, para extraer el exceso de líquido. Puede usarse para tratar perros con insuficiencia cardiaca congestiva que tienen una acumulación de líquido en estas áreas. El procedimiento puede provocar una rápida mejoría de los signos y puede realizarse de forma regular, si es necesario.

El tratamiento con broncodilatadores se suele reservar para los pacientes con enfermedad respiratoria de larga duración. No suele utilizarse para tratar la insuficiencia cardiaca congestiva. La excepción a esto es para los perros que se desmayan como resultado de una arritmia cardiaca breve asociada con una enfermedad cardiaca.

Los supresores de la tos no suelen estar recomendados en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca congestiva, dado que al enmascarar los signos de la tos puede empeorar el líquido subyacente en los pulmones. Sin embargo, si un perro al que se le ha diagnosticado una cardiopatía grave tose, y la dilatación del corazón en las radiografías de tórax no muestra líquido en los pulmones, la tos puede estar causada por una inflamación a largo plazo de las vías respiratorias (bronquitis crónica). Los supresores de la tos pueden ser útiles para estos perros.

Los tratamientos ansiolíticos pueden usarse con precaución para relajar a un perro que tiene dificultad respiratoria grave durante una crisis respiratoria causada por insuficiencia cardiaca congestiva.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre la insuficiencia cardiaca.