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Estructura y función del oído en los perros

PorKaren A. Moriello, DVM, DACVD
Última revisión/modificación jun 2018

El oído es un órgano auditivo y un órgano del equilibrio. Consiste en el oído externo, medio e interno.

El oído externo incluye el pabellón auricular (la parte que usted ve y que está hecha de cartílago y cubierta por piel y pelo) y el canal auditivo. El pabellón auricular está diseñado para captar las ondas sonoras y canalizarlas a través del conducto auditivo hasta el tímpano. En los perros, las orejas son móviles y pueden moverse independientemente la una de la otra. El tamaño y la forma de las orejas varían según la raza. El canal auditivo del perro es mucho más profundo que el de las personas y crea un mejor conducto para llevar el sonido al tímpano. El perro promedio puede oír alrededor de cuatro veces mejor que la persona promedio, incluyendo sonidos de frecuencias más altas que las que puede detectar el oído humano.

El oído medio incluye el tímpano y una pequeña cámara llena de aire que contiene tres huesos diminutos: el martillo, el yunque y el estribo. También incluye dos músculos, la ventana oval y la trompa de Eustaquio (un pequeño tubo que conecta el oído medio con la parte posterior de la nariz, permitiendo que el aire entre en el oído medio).

El oído interno es una estructura compleja que incluye el caracol (el órgano de la audición) y el sistema vestibular (el órgano del equilibrio).

Interior del oído de un perro

Exploración física del oído

Las infecciones y otros trastornos del oído son frecuentes en los perros. Su veterinario examinará los oídos de su perro en cada revisión de rutina. Si el perro tiene antecedentes de infecciones de oído previas u otros problemas en el oído, debe proporcionar esa información al veterinario.

Para empezar, su veterinario inspeccionará visualmente las orejas externas, observando cualquier signo de inflamación, lesión por traumatismo, hinchazón, secreciones o cera excesiva del oído. A continuación, utilizará un instrumento llamado otoscopio para observar el canal auditivo y el tímpano. En algunos casos puede ser necesario eliminar el pelo de los conductos auditivos para permitir al veterinario una visión clara del tímpano.

Si se sospecha una infección se realizarán pruebas en muestras de líquido o secreciones del oído para determinar los microorganismos implicados y el tratamiento adecuado. Las infecciones en los perros suelen estar causadas por bacterias o levaduras. A veces se observa un crecimiento excesivo de tejido o el desarrollo de un tumor.

Para diagnosticar un tumor del oído, puede ser necesario realizar una biopsia de tejido para su evaluación. Pueden ser necesarias pruebas adicionales, como radiografías, tomografía computarizada (TC), resonancia magnética (RM), pruebas neurológicas y pruebas electrónicas para confirmar ciertas afecciones, como la sordera.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre la estructura del oído de un perro.