La glándula lagrimal, situada en el borde superior externo del ojo, produce la parte acuosa de las lágrimas. Los conductos nasolagrimales permiten que las lágrimas fluyan de cada ojo a la nariz. Los trastornos de estas estructuras pueden dar lugar a ojos que lagrimean en exceso o a ojos secos. Pueden ser congénitos (presentes al nacimiento) o estar causados por una infección, cuerpos extraños en el ojo o un traumatismo.
Ojo de cereza (glándula nictitante prolapsada)
El ojo de cereza es un trastorno común en perros jóvenes y en ciertas razas (p. ej., Cocker Spaniel Americano, Lhasa Apso, Beagle, Pequinés y Bulldog Inglés). En este trastorno, la glándula de la membrana nictitante se engrosa, se sale de su sitio y sobresale del borde de la membrana. La masa roja e inflamada resultante junto al párpado inferior da lugar al nombre de "ojo de cereza". También puede observarse una secreción llena de pus. Aunque la inflamación puede bajar durante periodos cortos, la glándula de la membrana nictitante a menudo permanece dislocada.
Como esta glándula es importante en la producción de lágrimas, su veterinario querrá conservarla, si es posible. La glándula a menudo se vuelve a colocar en su lugar y se sutura al tejido conectivo alrededor del borde del ojo o se cubre con una membrana mucosa cercana usando una técnica de envoltura o bolsa. Se suele evitar la extirpación parcial de la glándula. Los perros que tienen ojo de cereza parecen ser más propensos a desarrollar ojo seco (véase más adelante) más tarde en la vida, especialmente si se extirpa la glándula.
Prolapso del tercer párpado, perro
Inflamación del saco lagrimal (dacriocistitis)
La inflamación del saco lagrimal suele estar causada por la obstrucción del saco lagrimal y del conducto lagrimal nasal adjunto por restos inflamatorios, cuerpos extraños o masas que presionan el conducto. Produce lagrimeo, conjuntivitis resistente al tratamiento y, en ocasiones, una abertura que drena en el centro del párpado inferior. Si su veterinario sospecha que el conducto está obstruido, puede intentar desobstruirlo mediante un lavado con agua estéril o solución salina. Pueden ser necesarias radiografías del cráneo tras la inyección de una tinción en el conducto para determinar el lugar, la causa y la perspectiva de obstrucciones a largo plazo. El tratamiento habitual consiste en mantener el conducto libre de obstrucciones y utilizar colirios que contengan antibióticos. Cuando el conducto lagrimal se ha dañado de forma irreversible, puede ser necesaria la cirugía para crear una nueva vía de drenaje para vaciar las lágrimas en la cavidad nasal, los senos paranasales o la boca.
Ausencia de aberturas del conducto lagrimal nasal
La ausencia de las aberturas del conducto lagrimal nasal al nacimiento se conoce como conducto lagrimal imperforado. Esta es una causa infrecuente de ojos llorosos en perros jóvenes. El tratamiento consiste en abrir quirúrgicamente el conducto obstruido y mantenerlo abierto mediante la inserción de un tubo o sutura durante la curación.
Ojo seco (queratoconjuntivitis seca o QCS)
La afección conocida como ojo seco es el resultado de una producción inadecuada de lágrimas. A menudo causa una secreción ocular persistente y espesa y ojos enrojecidos. También puede haber úlceras de curación lenta y cicatrices en la córnea. En los perros suele asociarse a una inflamación autoinmunitaria de las glándulas lagrimales y nictitantes. Las causas menos frecuentes de ojo seco en perros son el moquillo (una enfermedad vírica), el tratamiento con antibióticos sulfamidas, la herencia y las lesiones. Para tratar esta afección, su veterinario puede recetar medicamentos oculares para aumentar la producción de lágrimas (como la ciclosporina), aumentar la humedad (soluciones de lágrimas artificiales) y reducir la mucosidad. Si no hay úlceras en la córnea se puede añadir una combinación de antibióticos y corticoesteroides. Se puede añadir medicación adicional si el ojo seco se debe a una afección neurológica. En el ojo seco a largo plazo resistente al tratamiento médico puede ser necesaria la cirugía para corregir la afección. En general, la afección requiere el uso de medicamentos para los ojos a largo plazo, a menudo de por vida.
Para más información
Consulte también el contenido para veterinarios sobre trastornos de la cavidad nasal y del conducto lagrimal.
