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Grupos sanguíneos y transfusiones de sangre en los perros

PorSusan M. Cotter, DVM, DACVIM
Revisado/Modificado dic 2017

Los grupos sanguíneos están determinados por la presencia o ausencia de ciertos antígenos (proteínas y azúcares) en la membrana de los glóbulos rojos. Los perros no suelen tener anticuerpos frente a ninguno de los antígenos presentes en sus propios glóbulos rojos, ni contra otros antígenos de grupos sanguíneos caninos, a menos que hayan estado expuestos a ellos mediante transfusión. Sin embargo, los anticuerpos contra los antígenos encontrados en otros perros pueden estar presentes ocasionalmente sin ninguna exposición previa.

Los perros tienen más de 12 grupos sanguíneos, y sus glóbulos rojos pueden contener cualquier combinación de estos, ya que cada grupo sanguíneo se hereda de forma independiente. El más importante de ellos se denomina antígeno eritrocitario canino (DEA, por sus siglas en inglés) 1.1. Antes de la transfusión se realiza la tipificación de los donantes y receptores de sangre. Aproximadamente el 40 % de los perros son positivos para DEA 1.1, lo que significa que tienen ese antígeno en sus glóbulos rojos. Si un perro es negativo a DEA 1.1 y recibe sangre positiva a DEA 1.1, puede desarrollar anticuerpos que destruyen rápidamente los glóbulos rojos si se administra una segunda transfusión positiva a DEA 1.1. Mediante la selección de animales donantes que carezcan de DEA 1.1 o que sean compatibles con el receptor, se minimiza el riesgo de sensibilización del receptor. Un perro positivo a DEA 1.1 puede recibir sangre tanto positiva como negativa.

Determinación del grupo sanguíneo

El grupo sanguíneo de un animal se determina midiendo la reacción de una pequeña muestra de sangre a ciertos anticuerpos. La sangre de los perros se analiza rutinariamente solo para el antígeno más potente, el DEA 1.1. Además del DEA 1.1, hay al menos otros 12 sistemas de grupos sanguíneos presentes. Aunque el riesgo es menor, cualquier antígeno puede causar una reacción si esas células se administran a un perro previamente sensibilizado. Cualquier perro que haya recibido una transfusión previa puede tener anticuerpos frente a cualquiera de los antígenos del grupo sanguíneo que no estén presentes en sus propios glóbulos rojos. Estos anticuerpos pueden detectarse analizando los glóbulos rojos de un donante potencial con plasma (la parte líquida y amarillenta de la sangre) extraída del receptor. Este procedimiento se llama compatibilidad cruzada. Si se produce aglutinación, el receptor tiene anticuerpos que podrían destruir los glóbulos rojos donados. Ese donante es incompatible y no debe usarse.

Transfusiones de sangre

A menudo, la necesidad de una transfusión de sangre es una urgencia, como una hemorragia grave o la destrucción repentina de glóbulos rojos debido a otra enfermedad. Las transfusiones también pueden ser necesarias para tratar la anemia. Los animales con trastornos de la coagulación suelen necesitar transfusiones repetidas de sangre completa, glóbulos rojos, plasma o plaquetas. El riesgo más grave de la transfusión es la destrucción aguda de los glóbulos rojos, por lo general causada por un anticuerpo previamente formado frente al DEA 1.1 o contra otro antígeno. Afortunadamente, esto es raro. Un problema más frecuente en los perros que han recibido múltiples transfusiones es la destrucción retardada de los glóbulos rojos, causada por anticuerpos frente a algunos de los antígenos menores del grupo sanguíneo.

Otras complicaciones de las transfusiones incluyen infección por sangre contaminada, disminución de los niveles de calcio en sangre y acumulación de líquido en los pulmones como resultado de la administración de un volumen demasiado grande de sangre. En ocasiones se ve urticaria, fiebre o vómitos. Afortunadamente, la mayoría de las transfusiones son seguras y eficaces.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre los grupos sanguíneos y las transfusiones de sangre.