La RM es la forma de diagnóstico por imagen más utilizada en la actualidad. En esta modalidad de imagen, se utiliza un potente imán, hasta 60 000 veces más fuerte que el campo magnético de la Tierra, para alinear transitoriamente los átomos de hidrógeno del cuerpo con el campo magnético. Todos los átomos con números atómicos impares se ven afectados, pero el efecto sobre el hidrógeno eclipsa el efecto sobre otros elementos naturales del cuerpo. Si los átomos de hidrógeno se someten entonces a un pulso de radiofrecuencia (RF) de la frecuencia adecuada, la alineación de estos átomos se desvía hacia un lado o se invierte, lo que aporta energía al átomo.
Una vez que el pulso de RF se apaga, los átomos de hidrógeno se realinean con el campo magnético. La velocidad a la que lo hacen está limitada por (y es característica de) la molécula de la que forman parte. Durante esta fase de relajación o realineación, los átomos de hidrógeno emiten la energía que les imparte el pulso de radiofrecuencia en forma de ondas de radio que pueden detectarse por antenas muy sensibles. La frecuencia de estas ondas depende de la fuerza del gran campo magnético principal. Utilizando un segundo conjunto de imanes denominados gradientes, el campo magnético del escáner puede disponerse de tal manera que cada pequeño volumen discreto (vóxel) tenga una intensidad de campo diferente. Dado que la RF emitida por los átomos de hidrógeno que se relajan depende de la fuerza del campo magnético en el que se encuentra, cada uno de estos volúmenes puede representarse con una frecuencia única.
Al evaluar la intensidad y la duración de la señal para cada frecuencia, se puede estimar la composición química de cada vóxel. En la práctica, esto se hace registrando las intensidades de la señal para cada volumen en una tabla tridimensional, de forma similar a como se hace con la TC. Esta tabla tridimensional se utiliza para mostrar en un monitor un mapa de intensidad de señal de cada plano en el campo de exploración, mientras se genera un conjunto de datos de imagen que se almacena permanentemente en el sistema de archivo y comunicación de imágenes. El almacenamiento del conjunto de datos de escaneo real no suele realizarse (excepto en un entorno de investigación) debido al tamaño mucho mayor y a la naturaleza de estos conjuntos de datos.
La intensidad de la señal de cada elemento de volumen es muy pequeña, por lo que se requieren muchas repeticiones o pulsos del campo de RF para proporcionar una determinación estadísticamente significativa de la intensidad de la señal relativa de los elementos de volumen. Por eso, cada secuencia del examen puede requerir varios minutos para realizarse. El examen secuencial de los cortes a través del cuerpo se realiza del mismo modo que los exámenes con TC. La RM se diferencia de la TC en que los datos de todos los cortes del volumen que se está visualizando se obtienen simultáneamente; antes solo se obtenía un conjunto de planos a la vez, pero los recientes avances en la tecnología de los escáneres permiten la obtención de conjuntos de datos de volumen (tridimensionales). Las exploraciones suelen realizarse en más de uno de los tres planos ortogonales, con diferentes secuencias de pulsación del imán para resaltar diferentes tipos de tejido. Por lo tanto, la exploración por RM casi siempre implica la realización de varias exploraciones diferentes, cada una de las cuales está diseñada para evaluar distintos tipos de moléculas en el cuerpo. A diferencia de la TC, las exploraciones por RM rara vez se replantean para proyectar planos oblicuos, aunque la representación tridimensional puede realizarse en el ordenador del escáner o en una estación de trabajo independiente.
Cortesía del Dr. Jimmy Lattimer.
La RM no utiliza radiaciones ionizantes y, por tanto, ha adquirido un rápido y amplio uso en la obtención de imágenes pediátricas en la medicina humana. Aunque esto es una preocupación menor en la medicina veterinaria, la capacidad de obtener imágenes diagnósticas sin el uso de radiación ionizante es conveniente para el personal veterinario.
Los escáneres de RM son extremadamente sensibles a la presencia de ciertos metales como el hierro y el cobalto. La presencia de estos materiales dentro del paciente puede degradar notablemente la calidad de la imagen, hasta el punto de que no sea posible revelar ninguna imagen. Aunque el acero inoxidable quirúrgico actualmente en uso tiene propiedades ferromagnéticas mínimas, puede distorsionar algo la imagen. Incluso la pequeña cantidad de hierro presente en los chips de identificación puede producir artefactos significativos en las imágenes. Por esta razón, los animales que se van a someter a una exploración por RM deben someterse a radiografías del área de interés antes de colocarse en el escáner de RM.
La presencia de material metálico extraño en el tracto GI o en los tejidos blandos puede dar lugar fácilmente a resultados no diagnósticos Un ejemplo de esto es la presencia de perdigones de acero de una escopeta o de una pistola de balines; la presencia de uno solo de estos perdigones puede degradar totalmente las imágenes. Otra fuente potencial de tales artefactos podrían ser las suturas de acero inoxidable o los hemoclips. Según su composición química, estos materiales pueden o no alterar significativamente las imágenes.
La interpretación de la RM requiere un firme conocimiento de la anatomía seccional, así como de la física del sistema de imágenes. Como este tipo de exploración está basada en la composición química del organismo en vez de en la densidad, proporciona muchos detalles y contraste de las estructuras corporales. Sin embargo, la duración de la toma de datos limita su uso en zonas de gran movimiento, como el tórax y la parte superior del abdomen, aunque las recientes mejoras en la tecnología del escáner han eliminado en gran medida esta limitación.
La RM no ofrece una buena imagen del hueso cortical y, por lo tanto, es de uso limitado en la evaluación de las lesiones óseas, aunque es bastante aplicable a la imagen de la médula ósea y el cartílago. Al igual que la TC, la RM se usó inicialmente para neuroimagen y aún se utiliza en este área.
Otra área importante del uso de la RM es la evaluación de los vasos sanguíneos profundos del cuerpo, particularmente los de las piernas, el cuello y la cabeza. Debido a su gran sensibilidad a los cambios en la organización y composición de los tejidos, así como a su densidad, la RM también se utiliza con frecuencia para la obtención de imágenes de las articulaciones y los músculos, donde se ha convertido en una valiosa herramienta para evaluar la integridad de las articulaciones por su capacidad única para obtener imágenes de los cartílagos y los ligamentos. Esto ha suscitado un gran interés en el desarrollo y la promoción de las imágenes de RM de las extremidades de los équidos, si se puede superar el problema del movimiento. Dado que muchas lesiones de las extremidades posteriores de los équidos solo pueden identificarse mediante RM, estos estudios se realizan habitualmente a pesar de la necesidad de anestesia para llevarlos a cabo.
Cortesía del Dr. J. C. Lattimer.
Cortesía del Dr. J. C. Lattimer.
Cuando se toman imágenes del cerebro y otros tejidos blandos, es común el realce de contraste en las imágenes de RM. Con frecuencia pueden permitir al radiólogo establecer un diagnóstico relativamente específico sobre la etiología de las lesiones observadas en la exploración. En otros casos, las imágenes de contraste son las únicas que revelan la presencia de una lesión. Los agentes utilizados están diseñados específicamente para su uso en RM y son diferentes de los utilizados en TC y radiografía. En los últimos años, el uso de agentes de contraste para RM se ha visto implicado en la etiología de la enfermedad renal crónica en algunos pacientes humanos, y varias fuentes han publicado directrices para su uso. Hasta la fecha, este problema no se ha documentado bien en medicina veterinaria. El uso de tales medios de contraste todavía se considera seguro en animales, aunque deben utilizarse con precaución en pacientes con enfermedad renal preexistente.
En el pasado, los equipos de RM eran grandes y caros de adquirir, instalar y mantener, pero existen muchos imanes más pequeños y de baja potencia, incluidos algunos diseñados específicamente para su uso en medicina veterinaria. Hay disponibles escáneres específicos para las extremidades equinas y, aunque estos instrumentos son relativamente caros, están económicamente al alcance de muchas clínicas importantes, especialmente las que se especializan en imágenes y neurología. El uso de intensidades de campo más bajas reducirá los requisitos de construcción de las instalaciones de RM para albergar estos instrumentos, pero a costa de tiempos de exploración más largos, menor flexibilidad del sistema y menor resolución de la imagen.
El tiempo necesario para completar las exploraciones y la exquisita sensibilidad de la RM al movimiento dictan que los estudios se realicen bajo anestesia general. Dado que se utilizan imanes potentes, por razones de seguridad no se puede introducir material ferromagnético. Los campos magnéticos más fuertes de los grandes sistemas pueden acelerar algo como una botella de oxígeno a unos 160 kilómetros por hora antes de que impacte en el escáner. Cualquier paciente o persona que se interponga en el camino de tal proyectil podría resultar gravemente herido o morir. Para los pacientes veterinarios, se puede usar anestesia inyectable si no se dispone de máquinas especiales de anestesia, tanques de oxígeno y equipo de monitorización. La anestesia inyectable puede no ser apropiada para todos los pacientes, por lo que se recomienda que las instalaciones dedicadas a los pacientes veterinarios tengan el equipo anestésico apropiado. El coste de estos equipos es menor en comparación con el del desarrollo de la propia instalación de RM.
Debido a su exquisita sensibilidad a las señales de radiofrecuencia, los sistemas de RM deben protegerse de todas las señales extrañas de este tipo. Esto requiere la instalación de material protector especializado en las paredes de la habitación en la que se encuentra la RM. Además, los sistemas más grandes y avanzados, con mayor intensidad de campo, suelen requerir helio líquido como refrigerante para minimizar el ruido de la señal dentro de la propia máquina y para mantener un campo magnético superconductor. La construcción de una instalación de RM debe realizarse bajo la dirección de un arquitecto y una empresa de ingeniería cualificados.
Los escáneres de RM los deben manejar técnicos especialmente entrenados en el uso de estos instrumentos. Cuando se prepara a un animal para una RM se deben tener en cuenta muchos factores. Esta formación no forma parte del plan de estudios de veterinaria ni del plan de estudios de técnico veterinario y debe adquirirse asistiendo a sesiones de formación especiales o, preferiblemente, como parte del programa de formación en una escuela de tecnología radiológica. Contar con técnicos bien entrenados para realizar estos estudios mejorará mucho la calidad de las exploraciones y promoverá el uso de estos instrumentos para una variedad más amplia de aplicaciones de imagen.
Debido al coste de adquirir y mantener estos instrumentos (especialmente aquellos con una intensidad de campo de 1 Tesla o superior), la complejidad técnica de la RM y el entrenamiento especial y la experiencia necesarios para interpretar las imágenes, los equipos de exploración por RM se suelen encontrar solo en grandes consultas de especialidades privadas y académicas.
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