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Miocardiopatía hipertrófica en perros y gatos

PorMark D. Kittleson, DVM, PhD, DACVIM-Cardiology
Última revisión/modificación ene 2023

    La cardiomiopatía hipertrófica (CMH) es la enfermedad cardiaca más frecuente de los gatos, que afecta a uno de cada siete (la gran mayoría de los casos son subclínicos). La CMH se caracteriza por hipertrofia ventricular izquierda concéntrica primaria debida a un trastorno miocárdico inherente, estimulación hormonal (como hipertiroidismo o acromegalia), infiltración del miocardio (p. ej., linfoma) u otra enfermedad no cardiaca. La CMH se produce principalmente en gatos domésticos y rara vez en perros pequeños. También se ha descrito en ganado vacuno. El agrandamiento del músculo papilar es una característica constante de la enfermedad en los gatos. En las personas, la miocardiopatía hipertrófica está causada por mutaciones en varios genes sarcoméricos. En los gatos Maine Coon y Ragdoll se han identificado mutaciones en un gen sarcomérico, el gen de la proteína C que se une a la miosina cardiaca. Los gatos Maine Coon que son homocigotos para su mutación (A31P) son principalmente los que desarrollan CMH clínicamente importante. La hipertrofia grave a menudo se acompaña de necrosis celular y como resultante una fibrosis de reemplazo (cicatrización miocárdica).

    Muchos gatos con cardiomiopatía hipertrófica, especialmente aquellos con enfermedad de leve a moderada, no presentan signos clínicos. Los gatos que desarrollan una enfermedad grave también pueden no presentar signos clínicos; sin embargo, por lo general desarrollarán insuficiencia cardiaca izquierda, tromboembolismo sistémico o muerte súbita. Los gatos con insuficiencia cardiaca tienen signos clínicos de taquipnea y disnea secundarios a edema pulmonar o derrame pleural; la tos es poco frecuente en gatos con insuficiencia cardiaca. Los gatos con tromboembolia sistémica suelen tener un inicio agudo de paresia/parálisis de las extremidades posteriores junto con dolor agudo y pulsos femorales débiles o ausentes. La exploración física suele mostrar sonidos cardiacos anómalos, incluyendo un soplo sistólico de leve a prominente y/o sonido de galope. Sin embargo, no existe un soplo cardíaco en al menos un tercio de los gatos con MCH.

    La evaluación radiográfica puede mostrar una dilatación pronunciada de la aurícula izquierda y una dilatación variable del ventrículo izquierdo, pero la silueta cardiaca puede parecer relativamente normal si la aurícula izquierda no está dilatada. La ecocardiografía es necesaria para establecer un diagnóstico definitivo de cardiomiopatía hipertrófica, tras lo cual se observa engrosamiento de la pared ventricular izquierda e hipertrofia del músculo papilar. Puede haber movimiento sistólico anterior de la válvula mitral, lo que crea un soplo compatible con obstrucción del flujo de salida aórtico o insuficiencia mitral. La aurícula izquierda suele estar muy dilatada y, al menos, moderadamente dilatada en todos los gatos con insuficiencia cardiaca izquierda. Las anomalías del ECG son complejos supraventriculares prematuros, complejos ventriculares prematuros y taquicardia ventricular. La concentración plasmática de NT-proBNP a suele estar aumentada en gatos con enfermedad grave y particularmente en aquellos con insuficiencia cardiaca (véase Biomarcadores cardiacos).

    El tratamiento de la CMH está dirigido a controlar los signos clínicos de ICC, mejorar la función diastólica y reducir la incidencia de tromboembolia sistémica. El clopidogrel (18,75 mg/día/gato) es el único fármaco que ha demostrado disminuir la incidencia de tromboembolia sistémica en gatos. Los betabloqueantes no deben usarse de forma rutinaria en gatos con cardiomiopatía hipertrófica, pero el atenolol disminuye el movimiento anterior sistólico de la válvula mitral y debe considerarse cuando esta anomalía es grave. Los inhibidores de la ECA no tienen un efecto beneficioso aparente antes del inicio de la insuficiencia cardiaca.

    El pronóstico para los gatos con miocardiopatía hipertrófica es muy variable. Muchos gatos moderadamente afectados tienen un buen pronóstico a largo plazo. Los gatos con ICC tienen un pronóstico malo, la media de supervivencia es de 3 meses. La miocardiopatía hipertrófica es familiar en muchas razas de gatos, incluyendo Persas, Sphynx, Bosque de Noruega, Bengalíes, Van Turcos y Americanos y Británicos de pelo corto. La enfermedad afecta a gatos de 6 meses a 17 años de edad, aunque también se presenta en gatos de mediana edad. La miocardiopatía hipertrófica no está presente al nacer; se desarrolla con el tiempo. La penetrancia es a menudo <100 %. Si bien tanto los gatos machos como hembras están igualmente predispuestos, los machos tienden a desarrollar una enfermedad más grave a una edad más temprana.