Al igual que los perros y los gatos, los caballos pueden desarrollar hipercalcemia debido a varios trastornos, como la insuficiencia renal crónica, la toxicosis por vitamina D y el hiperparatiroidismo primario. La causa más común de hipercalcemia en los caballos es la insuficiencia renal crónica. El riñón equino es importante en la excreción de calcio; por lo tanto, la excreción renal de calcio alterada asociada con la absorción intestinal normal de calcio puede explicar la hipercalcemia encontrada en estos caballos.
Se ha descrito que la hipercalcemia humoral de malignidad se asocia con carcinoma de células escamosas gástrico, carcinoma adrenocortical, carcinoma de células escamosas de la vulva, linfosarcoma y ameloblastoma. Estos caballos presentan hipercalcemia, hipofosfatemia, concentraciones séricas elevadas de PTHrP y concentraciones séricas reducidas de PTH.
La intoxicación por ergocalciferol o colecalciferol se ha documentado en caballos. La ingestión de plantas que contienen compuestos similares a la 1,25-dihidroxivitamina D (Solanum malacoxylon, S sodomaeum, Cestrum diurnum, Trisetum flavescens) causa signos clínicos típicos de intoxicación por vitamina D, incluida la hipercalcemia.
El hiperparatiroidismo primario es un trastorno poco frecuente en ponis y caballos. Al igual que en los perros y en los gatos, en los caballos que padecen este trastorno se ha observado hipercalcemia, hipofosfatemia y elevadas concentraciones séricas de PTH. Las pruebas adicionales para descartar otras afecciones asociadas con la hipercalcemia pueden incluir la medición de la PTHrP y las concentraciones de metabolitos de vitamina D.
Como en otras especies, el tratamiento definitivo de la hipercalcemia equina consiste en tratar o eliminar la causa subyacente. Desafortunadamente, la causa puede no ser evidente y algunas veces se han de utilizar medidas de apoyo (p. ej., fluidoterapia, diuréticos y/o glucocorticoides) para aumentar la excreción urinaria de calcio y disminuir la concentración de calcio sérico.