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Tumores de células C de la tiroides en animales

Revisado/Modificado jul 2023

Los tumores de células C de la tiroides se describen con mayor frecuencia en toros, caballos y perros. En toros, el desarrollo de tumores se ha asociado con feocromocitomas y adenomas hipofisarios coincidentes. En perros, estos tumores suelen reconocerse como una masa cervical palpable. Suelen estar bien encapsulados y no tienen tendencia a la metástasis; por tanto, a menudo son susceptibles de escisión quirúrgica.

Los tumores tiroideos de células C (o tumores medulares de la tiroides) se derivan de las células C (también conocidas como células parafoliculares o ultimobranquiales) de la tiroides. Pueden ser benignos (adenoma de células C) o malignos (carcinoma de células C). En toros, el desarrollo de tumores se ha asociado con feocromocitomas y adenomas hipofisarios coincidentes.

Etiología y patogenia de los tumores de células C de la tiroides en animales

La estimulación crónica de las células C por un aporte excesivo de calcio en la dieta durante un largo periodo de tiempo puede estar relacionada con una mayor incidencia de este tumor en toros; a los toros adultos se les alimentaba frecuentemente con dietas que contenían 3,5-6 veces la cantidad de calcio recomendada para el mantenimiento, y cuando se disminuyó la ingestión de calcio se redujo sustancialmente la incidencia de estos tumores.

La hipersecreción de calcitonina no se ha documentado claramente en los pacientes afectados.

En toros con feocromocitomas coincidentes, una hiperplasia difusa o nodular de las células secretoras en la médula adrenal a menudo precede al desarrollo del feocromocitoma.

Epidemiología de los tumores de células C de la tiroides en animales

En los perros, los tumores de células C de la tiroides son un pequeño porcentaje de todos los tumores tiroideos (las estimaciones son del 0,1-12 %, pero la incidencia puede ser mayor).

Los tumores de células C de la tiroides son más frecuentes en toros y caballos adultos y de edad avanzada y en ciertas líneas de ratas de laboratorio.

Se ha descrito que un porcentaje elevado de toros de edad avanzada ha desarrollado tumores de células C (≥30 %) o hiperplasia de células C y derivados ultimobranquiales (≥15-20 %). Esto no se ha observado en las vacas alimentadas con raciones similares. La incidencia en toros se incrementa con la edad y frecuentemente se asocia con el desarrollo de una densidad vertebral incrementada.

Los tumores endocrinos múltiples, especialmente los feocromocitomas bilaterales y en ocasiones los adenomas hipofisarios, se detectan coincidentemente en los toros con tumores de células C. Se ha detectado una elevada frecuencia de tumores de células C tiroideas y de los feocromocitomas en una familia de toros Guernsey, lo que sugiere un patrón hereditario autosómico dominante.1

Referencias

  1. Sponenberg DP, McEntee K. Pheochromocytomas and ultimobranchial (C-cell) neoplasms in the bull: evidence of autosomal dominant inheritance in the Guernsey breed. Vet Pathol. 1983;20(4):396-400. doi:10.1177/030098588302000402

Características clínicas de los tumores de células C de la tiroides en animales

Los adenomas de células C se encuentran en uno o ambos lóbulos tiroideos en forma de nódulos discretos, individuales o múltiples y de color gris a marrón. Los adenomas son más pequeños (~1-3 cm de diámetro) que los carcinomas y están separados del parénquima tiroideo por una delgada cápsula de tejido conectivo fibroso. La tiroides adyacente está comprimida pero no invadida por el tumor.

En los caballos, los adenomas de células C pueden producir un agrandamiento palpable en la región cervical ventral.

Los adenomas más grandes de células C incorporan la mayor parte del lóbulo tiroideo, pero con frecuencia existe un borde tiroideo de color marrón oscuro a rojo en un lado.

Los carcinomas tiroideos de células C ocasionan extensos agrandamientos multinodulares de uno o ambos lóbulos tiroideos y pueden incorporar la glándula tiroides completa.

Los síndromes asociados con las anomalías en la secreción de calcitonina se reconocen con mucha menos frecuencia que los trastornos que implican a la hormona paratiroidea. Se ha descrito una hipersecreción de calcitonina en humanos, en toros y en ratas de laboratorio con neoplasias tiroideas medulares (ultimobranquiales) derivadas de las células C. Se han especificado cambios osteoescleróticos en toros con este síndrome; sin embargo, la relación entre la secreción excesiva de calcitonina a largo plazo y la patogenia de las lesiones esqueléticas y su incidencia en otras especies no está clara.

Tal vez relacionada con la liberación excesiva de prostaglandinas o serotonina, la diarrea es un signo clínico común en perros con tumores de células C de la tiroides.

Estos tumores suelen estar bien encapsulados y no muestran la tendencia a la metástasis que presentan otros carcinomas tiroideos. Si están presentes, las metástasis en los nódulos linfáticos cervicales superficiales (preescapulares) suelen ser grandes y tienen zonas de necrosis y hemorragia. Las metástasis pulmonares son infrecuentes y se encuentran como nódulos discretos de color marrón en todos los lóbulos pulmonares.

Diagnóstico de tumores de células C de la tiroides en animales

Distinguir los tumores de células C de otros carcinomas tiroideos solamente con el microscopio óptico es difícil, por lo que la confirmación requiere tinción inmunohistológica.

En los perros, la graduación histológica del carcinoma tiroideo ha sido importante para el pronóstico, aunque el tipo histológico no. De mayor importancia es el volumen del tumor, así como su relación con el potencial metastásico; también, cuanto más profundamente fijado esté el tumor a las estructuras subyacentes, menos probable será conseguir una resección quirúrgica completa.

El carcinoma medular de tiroides puede ser difícil de distinguir histológicamente del carcinoma que se origina en las células foliculares.

Tratamiento y pronóstico de los tumores de células C de la tiroides en animales

La cirugía es el tratamiento principal para los tumores de células C; sin embargo, alguna forma de tratamiento adyuvante es razonable debido a la posibilidad de diseminación metastásica y tejido residual no resecable. Una combinación de radioterapia y quimioterapia podría ser lo ideal en teoría, y existe un interés creciente en dicho tratamiento combinado.

Para el carcinoma tiroideo funcional, más bien raro en perros, el tratamiento con yodo radiactivo (I 131) sería una elección razonable.

Puntos clave

  • El carcinoma medular de tiroides se ha descrito en toros, caballos y perros.

  • El carcinoma medular de tiroides puede ser difícil de distinguir histológicamente del carcinoma de origen folicular tiroideo.

Para más información

  • Hamilton-Elliot J, Finotello R, Murgia D, Blundell R, Dukes-McEwan J. Ectopic medullary (C cell) thyroid carcinoma in a dog with pericardial effusion. Vet Rec Case Rep. 2018;6(4):e000729. doi:10.1136/vetreccr-2018-000729