ver Farmacoterapia sistémica del sistema tegumentario.
La terapia tópica es una parte importante de la dermatología veterinaria. Ahora se reconoce como un componente clave del tratamiento del sobrecrecimiento bacteriano y de levaduras (a menudo como la primera línea de tratamiento), la seborrea primaria y la dermatitis alérgica.
Las siguientes son unas directrices básicas que conviene tener en cuenta cuando se prescriba una terapia tópica para una afección dermatológica:
Los productos de champú medicados no son "champús de aseo". El pelaje debe peinarse a fondo para eliminar los pelos sueltos y la capa interna. Esto a menudo lo hace mejor un peluquero profesional. La práctica de un acicalado correcto facilita la terapia tópica y puede ayudar a acortar el curso de la enfermedad de forma significativa.
La terapia tópica no se debe prescribir si el propietario del paciente no puede bañar o rociar al animal.
A los animales se les ha de prelavar primero con un champú limpiador para eliminar los restos, y luego se les debe lavar con un champú medicado. Para minimizar las reacciones irritantes y mejorar la liberación y el aclarado del pelaje, se ha de indicar al propietario que diluya previamente el champú medicado en un cubo o recipiente. El animal debe estar completamente enjabonado y la piel y el pelo han de masajearse durante el tiempo de contacto. El animal nunca debe quedarse en estación con espuma temblando en una bañera. De 3 a 5 minutos es eficaz. Los animales deben bañarse tres veces por semana.
Los animales tienden a lamerse los productos tópicos y pueden vomitar después de la ingestión. El riesgo de toxicidad es una constante preocupación para los propietarios. Las pomadas locales, geles y aerosoles deben usarse con moderación, bajo oclusión y para enfermedades específicas. Este tipo de medicaciones con frecuencia pican cuando se aplican a la piel, especialmente muchas de las que se instilan dentro de los oídos. Muchos agentes también pueden volver el pelo mate.
El animal debe mantenerse bajo observación por la posibilidad de desarrollar una dermatitis por contacto irritante o alérgica por agentes tópicos. Muchos agentes tópicos tienen bases o ingredientes muy similares, y cambiar de uno a otro solo puede exacerbar el problema.
Los propietarios deben recibir instrucciones completas y minuciosas sobre cómo aplicar el tratamiento.
Terapia de champú en animales
Los champús son los tratamientos tópicos usados con más frecuencia. Hay tres clases generales de champús: de limpieza, antiparasitarios y medicados. Los champús de limpieza eliminan la suciedad y el exceso de aceites del pelaje. Entre estos productos se incluyen los champús para acicalado de perros de venta libre, champús para pulgas y muchos productos suaves de uso en humanos. Estos productos producen mucha espuma y deben enjuagarse del pelaje. Los champús antiparasitarios son "champús antipulgas". En la mayoría de los casos, la cantidad de insecticida que hay en estos productos no es adecuada para lograr matar todas las pulgas en una infestación grave. Sin embargo, estos productos son excelentes para la limpieza rutinaria. Los champús medicados comprenden productos antimicrobianos y antiseborreicos.
Las mejores opciones para los champús antimicrobianos son los que contienen clorhexidina combinada con miconazol, ketoconazol o climbazol. Los champús antiseborreicos contienen una combinación de brea, azufre y ácido salicílico, es decir, ingredientes que son queratoplásticos y queratolíticos. La brea se recomienda solo para la seborrea oleosa, mientras que el azufre y el ácido salicílico están indicados para la seborrea escamosa. La mayoría de los animales obtienen beneficio de los productos que contienen los tres agentes; sin embargo, los productos de la brea están contraindicados en gatos.
