VERSIÓN PARA PROFESIONALES
Las anomalías congénitas y hereditarias pueden provocar el nacimiento de neonatos enfermos o deformes. Los trastornos congénitos se pueden deber a infecciones víricas del feto o a la ingestión de plantas tóxicas por parte de la madre en ciertos estadios de la gestación. El sistema musculoesquelético también se puede afectar por ciertos trastornos neurológicos congénitos.