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Luxación de rótula en perros y gatos

PorJoseph Harari, MS, DVM, DACVS
Revisado/Modificado nov 2020

La luxación de rótula, un trastorno hereditario en perros y gatos, se caracteriza por el desarrollo ectópico de la rótula medial o lateral al surco troclear del fémur. La luxación de rótula se asocia con múltiples deformidades de la extremidad posterior, incluyendo la cadera, el fémur y la tibia. Las luxaciones mediales de la rótula pueden implicar un ángulo coxofemoral reducido (coxa vara), arqueo lateral del fémur, rotación interna de la tibia, surco troclear poco profundo e hipoplasia del cóndilo femoral medial; las luxaciones laterales ocasionan cambios en sentido inverso.

Los signos clínicos son variables y están basados en la gravedad de la lesión. Pueden resultar afectados animales de cualquier edad. En general, los gatos y las razas de perros pequeños y miniatura sufren una luxación medial, mientras que los perros grandes sufren una luxación lateral. Los animales afectados están cojos o caminan a saltos. La palpación de la articulación de la rodilla revela un desplazamiento de la rótula.

La luxación de rótula se puede clasificar según el nivel de gravedad:

  • En el grado I, los signos clínicos son leves e infrecuentes, y la rótula puede luxarse de forma manual, pero regresa con facilidad al surco troclear.

  • En el grado II, la rótula se luxa durante la flexión de la articulación y vuelve a su posición durante la extensión, lo que hace que los animales tengan una cojera saltarina resoluble.

  • En el grado III, la rótula dislocada se encuentra con mayor frecuencia fuera, en lugar de dentro, del surco troclear, y la cojera es consistente. En estos animales son evidentes las deformidades óseas.

  • En el grado IV la cojera y las deformidades son más graves.

Las radiografías de los animales afectados revelan varios grados de cambios en las extremidades, a partir del grado de la luxación.

La corrección quirúrgica es el tratamiento habitual. El tipo de intervención quirúrgica se basa en la gravedad de la luxación y puede incluir procedimientos ortopédicos y de los tejidos blandos. Las actuaciones útiles son las incisiones de liberación fascial (en el lado de la luxación), la imbricación de la cápsula articular y retináculo (en el lado opuesto a la luxación), la profundización del surco troclear, la transposición de la cresta tibial y la sutura de imbricación de la tuberosidad tibial a la fabela. En las deformidades graves puede ser necesario practicar una osteotomía femoral o tibial, artrodesis de la articulación de la rodilla, o amputación de la extremidad.

El pronóstico de recuperación es bueno en los animales con afectación de leve a moderada. Las lesiones simultáneas del ligamento cruzado craneal y del menisco medial se deben identificar y tratar. La afección en gatos es menos grave que en perros y tiene un pronóstico excelente.

Para más información

  • Consulte también la información para propietarios sobre la luxación de rótula en perros y gatos.