Los trastornos de los tendones flexores están relacionados con cambios posturales y del casco, cojera y debilidad. Pueden ser congénitas y, por lo tanto, identificadas en potros recién nacidos o adquiridas a una edad más avanzada. Se han implicado la mala posición en el útero, los daños teratógenos (artrogriposis) y los defectos genéticos, o se ha demostrado que causan contractura de las extremidades en los potros neonatos. El dolor crónico es la causa más común de contractura tendinosa adquirida. El dolor puede estar causado por fisitis, osteocondrosis, enfermedad articular degenerativa, fractura del tejuelo o lesiones e infección de los tejidos blandos. El dolor induce la contracción muscular refleja con acortamiento de las unidades musculotendinosas flexoras. El caballo camina sobre las puntas o los nudillos en los menudillos u ocasionalmente en la articulación de la cuartilla. Los errores nutricionales, referidos a problemas relacionados con el crecimiento óseo (es decir, osteocondrosis y fisitis), están íntimamente relacionados con el síndrome y su corrección debe formar parte del tratamiento ( See also page Contractura de los tendones flexores y ver Deformaciones angulares de las extremidades).
Hallazgos clínicos:
Cortesía del Dr. Chris Whitton.
Los signos varían mucho en potros neonatos. Algunos no se pueden mantener de pie, algunos intentan caminar con el dorso de sus menudillos, y otros pueden estar de pie, pero se doblan a la altura de las articulaciones del menudillo o de los carpianos. Un potro puede mejorar espontáneamente mientras que otro, evidentemente sano al nacer, puede empeorar progresivamente. En potros mayores el inicio tiende a ser rápido; estos animales pueden caminar de puntillas con los talones levantados del suelo. Un inicio más lento se caracteriza por un casco recto con un talón alargado y una punta cóncava. En estos caballos se produce a menudo una fisitis. La mejoría bilateral de ambas extremidades torácicas es lo común, pero hay tendencia a empeorar en una extremidad. Los abscesos ungulares constituyen una complicación frecuente de los cambios en el casco y la locomoción, y se suman al dolor y deformación.
Es habitual que los caballos mayores (1-2 años) flexionen sobre las articulaciones metacarpofalángicas. Los potros de un año suelen ser los más gravemente afectados, y son más difíciles de tratar que los animales más jóvenes. Es importante intentar identificar cualquier enfermedad ósea o articular subyacente, pero esto a menudo es difícil y puede haberse resuelto.
Tratamiento:
Los casos leves en potros recién nacidos a menudo no requieren tratamiento. Los casos más graves requieren tratamiento de apoyo, y es esencial corregir el fracaso de la transferencia pasiva de inmunidad si el potro no ha sido capaz de mamar adecuadamente. El uso de férulas requiere una colocación y un tratamiento cuidadoso, porque las úlceras por fricción son frecuentes y pueden ser graves. Las escayolas suelen ser más seguras si se usan solo durante periodos cortos (5-7 días). El tratamiento con altas dosis de oxitetraciclina es frecuente, a 40-60 mg/kg diluidos en 250-500 mL de solución salina normal, IV, una vez al día hasta un máximo de 3 días.
Los casos adquiridos temprano en potros mayores y destetados pueden tratarse de forma conservadora con corrección nutricional, corte adecuado de los cascos y analgesia; sin embargo, una vez que la deformidad está presente durante >1 semana, esto rara vez tiene éxito. El tratamiento quirúrgico puede ser simple o complejo, según el grado de afección. La desmotomía del ligamento accesorio del tendón flexor digital profundo (desmotomía inferior) es el procedimiento más exitoso y comúnmente utilizado para la deformidad flexural de la extremidad distal y no interfiere con el desempeño futuro. La desmotomía del ligamento accesorio superior puede incluirse en caballos con deformaciones del menudillo. Para las deformidades del carpo se realiza la sección de los tendones de inserción en el lateral cubital y el flexor cubital del carpo. En las extremidades posteriores se realiza una tenotomía de la cabeza medial del flexor digital profundo, porque el ligamento accesorio inferior a menudo es vestigial. En los casos graves, la tenotomía del tendón flexor digital profundo puede utilizarse como procedimiento de rescate. Las correcciones de la nutrición, el recorte adecuado del casco y la analgesia son factores claves para la recuperación, cuando se realiza la cirugía. El pronóstico es de regular a bueno para caballos diagnosticados precozmente y cuyo tratamiento es el adecuado.