Cortesía del Dr. Ronald Green.
Las fracturas del hueso navicular suelen ser el resultado de un traumatismo o una conmoción excesiva del casco, pero la causa no siempre se conoce. Es mucho menos frecuente que la fractura de la falange distal y se observa más en la extremidad anterior. Aunque el dolor es variable, las pinzas de casco suelen inducir una respuesta dolorosa sobre la ranilla. La cojera es grave en las fracturas agudas, pero puede ser menor en una fractura crónica en la que supuestamente ha fracasado una unión fibrosa. La cojera suele mejorar notablemente con el bloqueo nervioso digital palmar (que bloquea tanto la región navicular como la articulación interfalángica distal). La radiografía confirma el diagnóstico, en el que se suele encontrar una fractura sagital medial o lateral a la línea media; se debe tener cuidado de tapar los surcos de la ranilla para evitar artefactos que aparezcan como fracturas del hueso navicular.
El tratamiento conservador consiste en un descanso prolongado con herraje correctivo para aplicar un talón muy elevado (hasta 12°); sin embargo, una unión ósea en el lugar de la fractura rara vez es satisfactoria y el pronóstico es de reservado a malo. Se ha descrito una reparación quirúrgica empleando un tornillo de tracción para tener un mejor pronóstico.
