El carpo consta de tres articulaciones: la radiocarpiana (antebraquiocarpiana), intercarpiana (mediocarpiana) y la carpometacarpiana. Los problemas se localizan en el área del carpo en base a la cojera, tumefacción, derrame sinovial y dolor a la palpación, y respuestas a la flexión y analgesia diagnóstica. La visualización y la palpación son importantes para determinar el origen de la tumefacción en el carpo (p. ej., líquido sinovial en la articulación o vaina tendinosa, o tumefacción en el espacio subcutáneo). La palpación ligera con los dedos con el caballo en estación y con la pata levantada es beneficiosa para determinar el área específica de acumulación de líquido. El conocimiento de los límites anatómicos normales de las estructuras es importante.
La analgesia diagnóstica de las articulaciones carpales se suele hacer de forma intraarticular. Las articulaciones antebraquiocarpiana y mediocarpiana pueden inyectarse fácilmente. La articulación carpometacarpiana se comunica con la articulación mediocarpiana; por lo tanto, la analgesia local en la articulación mediocarpiana proporciona analgesia de la articulación carpometacarpiana. Hay una bolsa distal palmar considerable en la articulación carpometacarpiana, y con el tiempo, la analgesia se difundirá al área del ligamento suspensor proximal, lo que produce resultados confusos.
La radiografía del carpo es crucial para el diagnóstico específico y debe incluir vistas en flexión lateral y en skyline de la hilera distal de los huesos del carpo (así como la fila proximal/radio distal en algunos caballos).