La artritis séptica, o enfermedad articular, es una infección de una o más articulaciones que por lo general se debe a la transmisión hematógena de bacterias a las estructuras sinoviales de los animales jóvenes. El diagnóstico a menudo se puede establecer basándose en los signos clínicos de una articulación caliente, dolorosa e inflamada; sin embargo, la confirmación puede realizarse con artrocentesis y análisis del líquido sinovial. El tratamiento se basa en un tratamiento antimicrobiano rápido y agresivo y puede necesitar intervención quirúrgica en los casos graves.
Etiología de la artritis séptica en cabras
Varias articulaciones pueden estar implicadas en la enfermedad articular, una infección bacteriana inespecífica que se suele originar por transmisión hematógena de microorganismos ambientales. Entre las bacterias implicadas figuran Trueperella pyogenes, estafilococos, estreptococos, Corynebacterium spp, Actinomyces spp, Erysipelothrix rhusiopathiae y Escherichia coli.
Las bacterias del medio ambiente entran en la circulación del neonato, por lo general a través de la onfalitis. Otros métodos de entrada incluyen la contaminación de heridas cutáneas o a través del aparato gastrointestinal o de las vías respiratorias. Los factores predisponentes comprenden falta de baños rutinarios del cordón umbilical; transferencia pasiva inadecuada; escasa higiene de los corrales de los cabritos, condiciones de hacinamiento y suciedad en la zona de partos de las cabras. E rhusiopathiae son bacterias que viven en la tierra, que pueden persistir en granjas o en corrales empleados por ovejas o cerdos. La infección por Mycoplasma es también un diagnóstico diferencial de la poliartritis en cabritos.
Hallazgos clínicos de la artritis séptica en cabras
Con la artritis séptica, una o más articulaciones están calientes, hinchadas y doloridas. A menudo, las extremidades afectadas no pueden soportar el peso y los cabritos con más de una pata afectada pueden ser incapaces de mantenerse en pie. Las articulaciones afectadas más comúnmente incluyen el carpo, el hombro, el corvejón y la rodilla. Puede haber fiebre, pero el cabrito suele permanecer alerta y activo sin reducción del apetito. A veces la onfalitis es activa o hay un absceso de las estructuras umbilicales; sin embargo, la infección puede ser importante y puede no haber anomalías detectables.
Si la afección se torna crónica, las extremidades están rígidas, algunas articulaciones pueden estar anquilosadas y el crecimiento global es insatisfactorio.
Diagnóstico de la artritis séptica en cabras
El recuento leucocitario puede incrementarse con o sin un desplazamiento a la izquierda. Las radiografías pueden revelar solo una leve tumefacción o lisis de los tejidos blandos y una reacción del hueso subcondral. El examen ecográfico a menudo demuestra un aumento del volumen del líquido sinovial y de la ecogenicidad, y las vainas tendinosas asociadas también pueden mostrar evidencia de infección.
El diagnóstico definitivo se realiza mediante artrocentesis. El líquido sinovial puede ser de turbio a completamente opaco, acuoso, maloliente o fibrinoso. El líquido sinovial macroscópicamente normal puede estar todavía séptico, por lo que se deben realizar recuentos celulares y una valoración citológica. Los neutrófilos dominan la población celular en la artritis séptica y puede haber bacterias intracelulares presentes. Un líquido articular transparente o turbio con muchas células mononucleares sugiere el virus de la artritis y encefalitis caprina.
En los casos en los que se va a continuar el tratamiento, se recomienda en gran medida el cultivo bacteriológico y las pruebas de sensibilidad antimicrobiana. Los resultados de ausencia de crecimiento en los cultivos bacterianos son relativamente frecuentes, incluso en la artritis séptica, debido a la baja carga bacteriana o a la reciente administración de antimicrobianos.
Tratamiento de la artritis séptica en cabras
Para tener éxito, el tratamiento de la artritis séptica ha de administrarse rápidamente y, cuando sea posible, la selección antimicrobiana debe basarse en los resultados del cultivo bacteriológico y las pruebas de sensibilidad antimicrobiana. El origen de la bacteriemia también debe resolverse y se ha de realizar la extirpación de los abscesos o de las estructuras umbilicales infectadas de forma crónica si no se espera una recidiva. El tratamiento con antimicrobianos parenterales que probablemente alcancen concentraciones terapéuticas en el líquido sinovial (p. ej., florfenicol y macrólidos) puede resolver los casos tempranos o leves. En animales valiosos, el lavado articular con solución salina (NaCl al 0,9 %), la inyección intraarticular de antimicrobianos y la perfusión regional de las extremidades pueden mejorar la probabilidad de éxito.
Algunos animales pueden estar tan gravemente afectados que pueden ser necesarios la artrotomía y el desbridamiento del hueso y el cartílago infectados. Incluso con un tratamiento rápido y agresivo, el pronóstico permanece reservado, especialmente en animales con múltiples articulaciones afectadas, infección ósea subcondral o producción exuberante de fibrina en la articulación.
En los rebaños comerciales, el tratamiento de los cabritos gravemente afectados puede no justificarse económicamente y hay que considerar la eutanasia. Los animales que se recuperan pueden tener un crecimiento disminuido y no ser rentables en comparación con sus compañeros, y es más probable que la artritis se desarrolle más adelante en la vida. Los animales tratados sin éxito o no tratados tendrán daño permanente en la articulación, lo que provocará una contractura y la imposibilidad de utilizar la extremidad.
Control de la artritis séptica en cabras
Para el control de la artritis séptica, la higiene en el parto es esencial, incluyendo una zona de parto limpia y seca.
Los cordones umbilicales de los cabritos recién nacidos deben sumergirse en tintura de yodo al 7 % u otra solución antiséptica varias veces durante las primeras 24-48 horas después del nacimiento. La ingestión adecuada de calostro es esencial, por lo que se debe ayudar a los cabritos más pequeños o más débiles a mamar o proporcionarles calostro conservado o sustitutivo de calostro. Las infecciones umbilicales y cualquier otra enfermedad perinatal deben tratarse rápidamente.