La contractura tendinosa en los cabritos recién nacidos se manifiesta esporádicamente en cabras de todas las razas en todo el mundo, habitualmente sin una explicación causal. Sin embargo, hay dos afecciones hereditarias y específicas de las cabras que resultan en contracturas tendinosas en recién nacidos.
Una afección por lo general bilateral y congénita causada por un defecto genético se desarrolla en las cabras Angora de Australasia. Se debe a un alelo autosómico recesivo que debe alcanzar un cierto nivel antes de que aparezcan animales afectados; el tiempo entre la compra de un portador y la aparición de cabritos afectados puede ser de 5-6 generaciones. Resultan afectadas las extremidades torácicas o las pélvicas. En casos raros, solamente un miembro torácico está torcido. En casos graves, el cabrito no puede mantenerse de pie, o camina sobre los menudillos. En los casos menos graves, el cabrito puede moverse con relativa facilidad con los menudillos permanentemente flexionados. En los casos leves, las extremidades pueden entablillarse para enderezarlas gradualmente hasta que el cabrito pueda mantenerse sobre sus pies.
Los animales de raza Anglonubia en EE. UU., Canadá, Australia y Nueva Zelanda pueden sufrir una rara afección genética denominada beta-manosidosis. Al nacer, estos cabritos presentan grados variables de flexión fija de las extremidades torácicas y extensión fija de las pélvicas. Pueden ver, balar y succionan bien si se los sostiene en el pezón. Sus reflejos de retirada son normales o están deprimidos, y hay temblor intencional, especialmente de la cabeza. Puede haber nistagmo, sordera y anomalías faciales. En la necropsia el corte de los tendones permite el movimiento libre de las extremidades. El examen microscópico revela lesiones características de enfermedad lisosomial de almacenamiento definida por una vacuolizacion celular. Los cabritos afectados no tienen los valores plasmáticos de beta-manosidosis, y los padres tienen los valores a la mitad del grado normal.
