El nervio radial es otro de los nervios del plexo braquial y se origina en los segmentos de la médula espinal C7-T2. La parálisis del nervio radial distal provoca la incapacidad del animal para extender su carpo y dedo. La parálisis del nervio radial proximal es difícil de diferenciar clínicamente de la lesión del plexo braquial e impide que el animal extienda el codo, el carpo y el menudillo (articulación metacarpofalángica) para soportar el peso.
Etiología de la lesión del nervio radial en el ganado vacuno
El nervio radial proximal se puede lesionar al estirar cerca del plexo braquial, y en ese caso pueden estar afectados el músculo tríceps y los extensores del carpo y los dedos. La lesión está relacionada con frecuencia con la sujeción de un animal con cuerdas o con cualquier situación en que la extremidad torácica resulte accidentalmente aprisionada, y el animal se debata violentamente para liberarse. La parálisis del nervio radial distal puede ser el resultado de un decúbito prolongado en animales con mucho peso.
El nervio radial distal es vulnerable a las lesiones en el surco musculoespiral del húmero, ya sea por decúbito lateral prolongado sobre una mesa inclinada o, con menor frecuencia, por fracturas o por traumatismos del tejido blando profundo.
Hallazgos clínicos y diagnóstico de la lesión del nervio radial en el ganado vacuno
En la parálisis del nervio radial proximal y la lesión del plexo braquial, el codo cae, el carpo y el menudillo están en flexión parcial y la extremidad se suele arrastrar. En la parálisis del nervio radial distal que se produce con mayor frecuencia, debido a que los músculos del tríceps permanecen funcionales, la caída del codo es mínima y el animal puede soportar peso sobre la extremidad afectada si se coloca el pie directamente debajo del animal. Sin embargo, está presente una paresia que afecta a la posición del carpo y del menudillo, y el animal es incapaz de hacer avanzar la extremidad.
Tratamiento de la lesión del nervio radial en el ganado vacuno
En la mayoría de los casos se puede esperar una rápida mejoría de la parálisis del nervio radial con un tratamiento antiinflamatorio. Los pacientes han de estar confinados en una cama generosa y el menudillo debe protegerse con un vendaje para evitar que la artritis séptica lesione la piel sobre el menudillo. Es necesario aplicar una férula hasta el codo en los casos graves para minimizar el traumatismo en la cara ventral del menudillo cuando el animal arrastra la extremidad anterior. La administración de antiinflamatorios puede ser útil, especialmente en los primeros días después del traumatismo inicial. Cuando la afección persiste durante ≥2 semanas, probablemente se ha producido un daño permanente y el pronóstico es grave.