En la parálisis del nervio tibial hay parálisis de los extensores del corvejón y flexores de los dedos.
Etiología de la lesión del nervio tibial en el ganado vacuno
El nervio tibial es la rama caudal del nervio ciático que, en su curso proximal, está bien protegido por los músculos glúteos. Distalmente discurre por la parte inferior del tendón del músculo gastrocnemio y se puede lesionar cuando el tendón sufre un traumatismo. La lesión del nervio tibial es infrecuente debido a su localización bien protegida, y muchos casos diagnosticados como parálisis del nervio tibial son más propensos a ser parálisis del nervio ciático.
Hallazgos clínicos de la lesión del nervio tibial en el ganado vacuno
Los signos clínicos de la parálisis del nervio tibial son similares a los de la parálisis del nervio ciático, que es mucho más frecuente. La articulación del corvejón está sobreflexionada (síndrome del corvejón caído) y el menudillo está parcialmente flexionado. El gastrocnemio se desarrolla más largo de lo normal y da la impresión de que él o su tendón se pudieran romper. El menudillo tiende a estar retorcido; sin embargo, el animal puede andar y soportar el peso, a pesar de que sean torpes sus intentos de hacerlo. En comparación con la lesión del nervio peroneo, la anomalía de la marcha es leve; sin embargo, la de la postura puede ser permanente.
Tratamiento de la lesión del nervio tibial en el ganado vacuno
El uso de antiinflamatorios puede ser útil en las primeras fases de la parálisis del nervio tibial. Sin embargo, los principales esfuerzos se centrarán en asegurar que el animal no sufra más autolesiones, manteniéndolo en superficies con buena base.