La paresia espástica es un trastorno neuromuscular progresivo que causa una contracción espástica del gastrocnemio o del cuádriceps, con la consiguiente hiperextensión de una o ambas extremidades posteriores. Se manifiesta esporádicamente en la mayoría de las razas bovinas. Los bovinos con "pata poste" están afectados con mayor frecuencia. Se cree que los intentos que realizan para moverse provocan simultáneamente contracciones en ambos extensores y flexores de la extremidad. Durante mucho tiempo se ha considerado que la paresia espástica se hereda a través de un gen recesivo o genes con penetrancia incompleta, aunque la etiología no se ha dilucidado de forma concluyente. Aunque la afección aparece en muchas razas de carne y leche, en los terneros Holstein, la paresia espástica también se conoce como talón de Elso en referencia a un posible vínculo genealógico con un toro popular: un toro Frisón llamado Elso II.
Hallazgos clínicos de la paresia espástica en el ganado vacuno
Cortesía del Dr. Sameeh M. Abutarbush.
La paresia espástica puede desarrollarse durante los primeros 6 meses de vida. Cuando el animal se hace mayor, los músculos gastrocnemios se contraen gradualmente. El corvejón y la rodilla quedan cada vez más extendidos. Durante un periodo de meses, las extremidades pélvicas se vuelven tan rígidas que el animal anda con trancos cortos parecidos a un péndulo. Si solo está afectada una extremidad, el animal permanece con la extremidad afectada estirada hacia atrás, y la extremidad sana controlateral se mantiene hacia la línea media para sostener el equilibrio. Si ambas extremidades pélvicas están afectadas, el animal puede intentar soportar más peso en las torácicas, manteniéndolas hacia atrás y arqueando simultáneamente el lomo.
El músculo cuádriceps se ha implicado en la patología de la paresia espástica y puede diferenciarse de la forma del trastorno que afecta al gastrocnemio mediante la administración de un bloqueo del nervio femoral o epidural lumbosacro con procaína o lidocaína. Se cree que los signos clínicos están causados principalmente por un reflejo de estiramiento hiperactivo que parece estar asociado con una transmisión sináptica glicinérgica defectuosa en el segmento de la médula espinal acompañante.
Tratamiento de la paresia espástica en el ganado vacuno
No existe un tratamiento médico eficaz para la paresia espástica. Dado que el trastorno es hereditario, los animales afectados (especialmente los toros reproductores) se deben ser eliminar de la explotación. Se puede intentar un tratamiento quirúrgico paliativo, a pesar de que se deben considerar cuestiones éticas cuando la estirpe reproductora está afectada. Los procedimientos, por lo general realizados en terneros, incluyen los siguientes: neurectomía tibial completa, que produce un alivio suficiente para permitir que un novillo esté acabado para el sacrificio; tenotomía completa del tendón del gastrocnemio, que da lugar a una caída del corvejón; y tenectomía parcial de las dos inserciones del músculo gastrocnemio y de la vaina del tendón calcáneo, que resuelve el problema de la caída del corvejón. De estos tratamientos, la neurectomía tibial proporciona los resultados más satisfactorios porque conserva la anatomía normal al tiempo que aborda la respuesta específica a un reflejo de estiramiento hiperactivo.
Para más información
de Lahunta A, Divers TJ. Chapter 13: Neurologic Diseases. In: Divers TJ, Peek SF. Rebhun's Diseases of Dairy Cattle. 3rd ed. Philadelphia: Saunders Elsevier, 2018;605–667.
Lorenz MD, Coates JR, Kent M. Handbook of Veterinary Neurology. 5th ed. St Louis: Saunders/Elsevier; 2011.
