Cuando hay invasión por Dichelobacter nodosus de la dermatitis interdigital, se produce una necrosis podal contagiosa. Mientras que en Australia el pedero se divide en las categorías benigno o virulento, según la cepa de D nodosus presente, en EE. UU. y otros países, el pedero benigno y virulento a menudo se considera lo mismo y se trata en consecuencia.
Pedero benigno
El pedero benigno se limita principalmente a la piel interdigital, con solo una afectación mínima de la pezuña adyacente. Clínicamente, el pedero benigno es indiferenciable de la dermatitis interdigital ovina. Puede estar presente el olor necrótico característico de D nodosus. La cojera es frecuente, pero menos grave que en el pedero virulento. La etiología y la patogenia son las mismas, pero las cepas de D nodosus son menos virulentas y carecen de las propiedades invasivas de la pezuña de las cepas que causan el pedero virulento. Las cepas de D nodosus que afectan al ganado vacuno solo suelen causar la forma benigna del pedero en ovejas.
El impacto económico de la forma benigna es mucho menor que el de la forma virulenta. Para el control suele ser adecuado pasar las ovejas a través de pediluvios que contengan un 10 % peso/volumen de sulfato de zinc una vez cada 14 días durante la estación húmeda. El uso de antimicrobianos de acción prolongada como la tetraciclina se ha adoptado con buenos resultados.
Pedero virulento
El pedero virulento es una enfermedad específica, crónica y necrosante de la epidermis de la piel interdigital y la matriz de la pezuña. Empieza como una dermatitis interdigital y se extiende hasta afectar a zonas amplias de la matriz de la pezuña. Debido a que la lámina sensible y su red de capilares son destruidas por la infección, la pared de la pezuña (corion) pierde su aporte sanguíneo y se ancla al tejido subyacente y se desprende. La necrosis de la pezuña es extremadamente contagiosa y, en condiciones adecuadas, la morbilidad puede acercarse al 100 %. La infección se observa de forma rara en la cabra, el ciervo, y el ganado vacuno. Se ha establecido la posibilidad de una selección genética para incrementar la resistencia frente al pedero, en el sentido de que ciertas razas parecen más resistentes a la infección.
Etiología de la pezuña virulenta en ovejas
Dichelobacter nodosus, un anaerobio gramnegativo y patógeno obligado, es el agente etiológico primario que debe estar presente para que se desarrolle el pedero. Fusobacterium necrophorum, una bacteria anaerobia gramnegativa, puede desempeñar un papel sinérgico en la patogenia y es un residente normal de ambientes contaminados con estiércol que contribuye a la dermatitis interdigital ovina y al pedero. Bajo condiciones ambientales favorables, coloniza la piel interdigital húmeda y macerada y proporciona las condiciones ideales para la invasión por D nodosus en la interfaz piel/pezuña. Por acción de las proteasas, D nodosus, licúa las células del estrato granuloso y del estrato espinoso, causando la separación de la pared de la pezuña del epitelio basal. La enfermedad progresa desde el estrato córneo interdigital hasta el talón, después a la suela y finalmente al lado lateral de la pezuña. El microorganismo es capaz de sobrevivir hasta 2 semanas en el medio ambiente, pero puede permanecer alojado en las cavidades, grietas o deformaciones de la pezuña afectada durante toda la vida de la oveja. Existen al menos 20 cepas de D nodosus, con diferente patogenicidad. La transmisión se produce más rápidamente cuando las condiciones son cálidas y húmedas; sin embargo, las condiciones frías y húmedas también favorecen la transmisión.
Hallazgos clínicos del pedero virulento en ovejas
El signo clínico más obvio del pedero virulento en las ovejas es la cojera, pero las extremidades afectadas rara vez apoyan o no soportan peso. En ovejas con infección crónica, la pezuña se torna nudosa y deformada. Cuando está afectada más de una extremidad, algunas ovejas terminan postradas o caminan sobre sus carpos. La región del pecho y el carpo tienden a perder pelo y a ulcerarse. Las ovejas afectadas no compiten bien por el alimento, pierden condición corporal y producen menos lana, lo que provoca considerables pérdidas de producción en algunos rebaños. Los carneros con las extremidades posteriores afectadas pueden ser reacios a aparearse, y las hembras con lesiones en las extremidades posteriores pueden volverse incapaces de sostener el peso del carnero durante la monta.
Cortesía del Dr. Philippa Gibbons.
En los casos tempranos el examen no suele revelar más que una dermatitis interdigital. En casos algo más avanzados, en los que la infección comienza a extenderse a la matriz de la pezuña, hay un ligero desprendimiento de la pared de la pezuña en la interfase entre la piel interdigital y la pezuña. A medida que la enfermedad progresa, la separación de la pezuña se extiende más abajo del talón y la suela. Pasar el pulgar entre la pared y el tejido subyacente en el espacio interdigital a menudo separa la pared del talón y la suela, revelando una sustancia blanca, ligeramente húmeda (pero no purulenta), olorosa. Finalmente, se ve afectada la pared exterior. El estrato córneo puede finalmente adherirse solo a la punta y a la corona en el lado lateral de la pezuña.
El olor del tejido necrótico es característico y ayuda a diagnosticar la enfermedad. Una secuela común es la miasis durante la temporada de moscas; puede extenderse a las zonas del cuerpo de las ovejas con las cuales los tejidos afectados están en contacto cuando la oveja se tumba. Los síntomas clínicos de la enfermedad persisten hasta que el ambiente se seca o las ovejas son tratadas. Después de una aparente curación, D nodosus puede permanecer oculto en pequeñas bolsas dentro de la pezuña, donde es detectable solo mediante un recorte extenso, se vuelve activo de nuevo cuando las condiciones de humedad recurren. Estas ovejas son portadoras y suelen permanecer infectadas de por vida. No parece producirse inmunidad al pedero después de la infección, porque las recidivas son comunes.
Diagnóstico del pedero virulento en ovejas
Signos clínicos compatibles con cojera, dermatitis interdigital, estrato córneo deformado y mal olor.
Cultivo o prueba de PCR de muestras individuales o combinadas de hisopos interdigitales de un animal o lote, diferenciando cepas benignas y virulentas.
Cortesía del Dr. John Prescott.
En los rebaños con pedero virulento la fisuración y la separación del tejido córneo de la pezuña de una o más extremidades, junto con el olor caracterísco, es diagnóstico. Si el problema se descubre precozmente cuando la dermatitis interdigital es el único signo clínico, debe suponerse que la afección es una etapa temprana de la necrosis de la pezuña contagiosa, y el tratamiento debe iniciarse inmediatamente.
Dichelobacter nodosus es un microorganismo exigente que necesita condiciones anaeróbicas para su crecimiento y puede ser difícil de aislar. La siembra rápida en placa en medios específicos o el transporte en medios apropiados con condiciones anaeróbicas es esencial para el éxito en la recuperación del microorganismo. Las muestras de hisopos estériles secas o humedecidas tomadas del espacio interdigital de las cuatro extremidades pueden usarse para cultivo o agruparse para la prueba de PCR y emplearse para la detección o el control a nivel de explotación. La virulencia se determina mediante proteasas extracelulares y fimbras de tipo IV, y las cepas virulentas pueden identificarse mediante pruebas de termoestabilidad de las proteasas o mediante prueba de PCR en tiempo real para detectar genes de virulencia. Los genes de la proteasa aprB2 y aprV2 están asociados con cepas benignas y virulentas, respectivamente. Se ha demostrado que las pruebas de PCR identifican la infección por D nodosus antes de que los signos clínicos sean aparentes en las explotaciones, por lo que puede ser una herramienta útil de erradicación cuando esté disponible. Las pruebas diagnósticas no están disponibles en todas partes y varían según la región y la priorización de las pruebas y la eliminación.
Tratamiento del pedero virulento en ovejas
Antimicrobianos parenterales de acción prolongada o inmersión en un pediluvio.
No se recomienda un recorte excesivo de la pezuña.
Los esfuerzos terapéuticos pueden dirigirse hacia el control temporal de la enfermedad o hacia su total erradicación. En determinadas temporadas, como durante una estación lluviosa, el control temporal puede ser el único objetivo realista.
Tradicionalmente, el tratamiento consistía en un pediluvio con soluciones antibacterianas después de un cuidadoso recorte de las pezuñas para eliminar todo el tejido córneo muerto y exponer al aire el tejido infectado y las bacterias. Sin embargo, se ha demostrado que el pediluvio durante 30-60 min es más eficaz incluso cuando no se realiza el recorte. De hecho, algunas investigaciones han demostrado que el recorte puede hacer más daño que bien. Una solución de baño de pezuñas comúnmente utilizada es la de 10 % en peso/vol de sulfato de zinc con 0,2 % en vol/vol de detergente para ropa que contiene tensioactivos no iónicos como el lauril sulfato de sodio. El formaldehído al 2-5 % y el sulfato de cobre al 5 % también se utilizan con frecuencia con éxito. Aunque las pautas para los pediluvios pueden variar, deben tener al menos 6 cm de profundidad, con las ovejas pasando al menos 10 minutos en la solución y dejándolas secar en un área limpia después. Los aerosoles se han usado en lugar del pediluvio, e incluyen sulfato de zinc, tintura de yodo, tetraciclina, sulfato de cobre, formol, lejía clorada y otros desinfectantes. Sin embargo, los aerosoles no son tan eficaces como los baños de pezuñas o el remojo.
El advenimiento de los antibióticos de acción prolongada utilizados en combinación con tratamientos tópicos ha mejorado la recuperación y reducido los animales portadores. La administración parenteral de una oxitetraciclina de acción prolongada o un macrólido es un tratamiento sistémico eficaz. En animales con cojera se deben considerar los AINE para el tratamiento del dolor. Las ovejas deben colocarse en un área "limpia" (es decir, una en la que no se haya mantenido ninguna oveja durante al menos 3 semanas) o en un lote completamente seco después de pasar por un pediluvio y de recibir el antibiótico. Las ovejas se reinfectarán tan pronto como se elimine el antibiótico si se devuelven a un ambiente contaminado. Las ovejas tratadas deben examinarse cada semana para identificar las que no responden al tratamiento. Las ovejas que no responden deben ser aisladas y preferiblemente sacrificadas. Dichelobacter nodosus es difícil de erradicar de los animales que han sufrido numerosas recidivas. Además, los casos subclínicos o recidivantes requieren un tiempo valioso para su manejo, identificación y aislamiento, y siguen siendo una fuente de infección para otros animales.
Prevención y control del pedero virulento en ovejas
No se deben comprar animales de explotaciones desconocidas o de subastas. Cualquier oveja, al ser incorporada al rebaño, se debe poner en cuarentena durante varias semanas para evitar la propagación del pedero y otras enfermedades crónicas. Durante el periodo de cuarentena, las pezuñas del animal deben recortarse ligeramente y examinarse de cerca en busca de bolsas y otras malformaciones que sugieran una infección previa por D nodosus, y se pueden realizar pruebas para detectar la presencia de D nodosus, si están disponibles. Se deben limpiar a fondo los vehículos (p. ej., camiones o remolques) o instalaciones ocupados por ovejas desconocidas o infectadas antes de introducir ovejas no infectadas en ellos. Si no es posible desinfectar completamente los vehículos de transporte, se puede esparcir sulfato de zinc abundantemente por el suelo para reducir las bacterias viables.
El recorte rutinario constituye una oportunidad importante para la transmisión. Cuando se realiza el recorte, las pinzas de recorte de pezuñas deben limpiarse con una solución antiséptica entre usos, y el personal ha de cambiarse los guantes entre las manipulaciones de cada oveja.
Dado que el periodo de incubación del pedero es de ~14 días, los baños de pezuñas a intervalos de 10 días controlarán la diseminación del microorganismo en los rebaños afectados durante los periodos húmedos. El pedero se ha controlado colocando pediluvios con solución de sulfato de zinc al 10 % peso/volumen alrededor de los abrevaderos, obligando a las ovejas a caminar a través de ellos y pararse para beber. Las ovejas cojas deben separarse para su tratamiento y no devolverse al rebaño hasta que desaparezca toda evidencia de pedero.
Las vacunas de Dichelobacter nodosus aceleran la recuperación de las ovejas afectadas y ayudan a proteger a las ovejas que no lo están. Se recomiendan como una herramienta adicional para controlar o erradicar la enfermedad. Sin embargo, su eficacia depende de la cepa que causa la infección y de las que están presentes en la vacuna. Ninguna vacuna contiene todas las cepas de D nodosus y la vacunación sin otros medios de control probablemente seleccionará cepas no contenidas en la vacuna. Las vacunas precipitadas con alumbre requieren dos dosis separadas durante 4-6 semanas para provocar una inmunidad eficaz, que dura 2-3 meses. Las lesiones mejoran en 4-6 semanas si se desarrolla la inmunidad. En las 3 semanas siguientes a la dosis inicial, las vacunas en emulsión oleosa inducen una respuesta inmunitaria que confiere protección que puede persistir durante 3-4 meses. En regiones endémicas se recomienda la revacunación a intervalos de 3-6 meses. La reacción a la vacuna es frecuente, dando lugar a granulomas grandes y abscesos ocasionales. Las vacunas frente a F necrophorum han demostrado algún beneficio, tanto en el tratamiento como en la prevención. La disponibilidad de las vacunas varía según la región, y actualmente no están disponibles en EE. UU.
La adición de zinc a la sal de oligoelementos, que se ha descrito como eficaz en la reducción de la dermatitis interdigital en el ganado vacuno, no ha demostrado ser especialmente útil para el pedero de las ovejas. Sin embargo, el zinc es importante para la inmunidad y la salud de la piel y pezuña. Proporcionarlo en una mezcla bien equilibrada de oligoelementos puede ser útil en lugares con deficiencia de zinc.
Erradicación del pedero virulento en ovejas
Para tener éxito, las campañas de erradicación exigen planificación, dedicación e inversión de tiempo y dinero. La erradicación solo puede lograrse eliminando todos los casos de infección por D nodosus en el rebaño y previniendo su reintroducción. Esto puede lograrse reponiendo los animales afectados con ovejas libres de pedero o tratando rigurosamente todos los casos nuevos de infección y sacrificando las ovejas afectadas que no responden al tratamiento. La erradicación es más fácil cuando el ambiente es seco; en otras ocasiones, los tratamientos deben dirigirse más hacia el control de la transmisión.
Históricamente, las ovejas afectadas se han identificado mediante un examen minucioso de las cuatro extremidades; sin embargo, la prueba de PCR de hisopos interdigitales está disponible en algunas áreas y se ha demostrado que detecta animales portadores antes de que los signos clínicos sean evidentes. Los casos subclínicos constituyen un problema importante y causan recidivas en rebaños aparentemente no afectados. Otros rumiantes como cabras, venados o bovinos son fuentes potenciales de D nodosus. Si están en contacto con las ovejas, deben considerarse en el programa de erradicación.
En el primer paso de un programa de erradicación, las pezuñas de todas las ovejas deben recortarse y examinarse cuidadosamente. El rebaño debe dividirse en grupos afectados y no afectados. Las ovejas sin lesiones visibles se pasean a través de un baño de pies, se aíslan y se ubican en un suelo limpio y seco (es decir, donde no se han mantenido ovejas durante al menos 3 semanas). Este grupo puede tener cierto grado de resistencia genética, por lo que se recomienda identificarlos de alguna manera. La retención de las crías de este grupo podría ayudar aún más a controlar la enfermedad. A este grupo se le ha de administrar una inyección de tetraciclina de acción prolongada y se debe retirar inmediatamente a cualquier oveja coja.
El grupo de ovejas con lesiones de pedero se sacrifica o, después de un corte cuidadoso de las pezuñas, se empapan las patas durante al menos 30 min y los animales se tratan con antibióticos y se mantienen separados del grupo libre de lesiones. Este segundo grupo debe someterse a remojo de las pezuñas una vez por semana durante un total de tres veces o medicarse con oxitetraciclina de acción prolongada en el momento del remojo. Al final de este periodo, se ha de examinar a las ovejas nuevamente y se les debe recortar las pezuñas. Cualquier oveja con un caso activo de pedero debe ser sacrificada. Este grupo debe vigilarse estrechamente durante el siguiente periodo húmedo para detectar cualquier portador, que suele ser el primer animal en mostrar cojera. Cuando no se han producido recidivas durante 1 mes o más, este grupo puede colocarse con el grupo libre de lesiones. Sin embargo, devolver un solo caso activo o subclínico al rebaño no afectado puede anular los esfuerzos de erradicación previos. A medida que las pruebas mejoran y están más disponibles, los hisopos interdigitales pueden desempeñar un papel más importante en la identificación de animales portadores y casos subclínicos, lo que podría acelerar los esfuerzos de erradicación.
Australia ha llevado a cabo un eficaz programa de erradicación, implicando a muchos rebaños. El programa tiene tres fases. La fase de control se utiliza durante los periodos de propagación activa o bien para reducir el número de infectados. Durante esta fase pueden utilizarse la vacunación, los pediluvios y antibióticos parenterales. La fase de erradicación debe tener lugar durante la estación seca y no puede comenzar hasta pasadas varias semanas después de la interrupción de la administración de cualquier fármaco y 10-12 semanas después de la vacunación. El pediluvio y la vacunación tienden a enmascarar la presencia de una infección. Durante esta fase, las extremidades de cada oveja se inspeccionan cada 3-4 semanas. Las ovejas infectadas se pueden tratar con antibióticos parenterales solo al principio de la inspección. Después de esto, las ovejas infectadas son seleccionadas en cada inspección. Esto continúa hasta que hay dos pruebas consecutivas totalmente negativas en el rebaño. En la fase de vigilancia, todas las ovejas del rebaño son examinadas de inmediato. Si el pedero está presente, el rebaño regresa a la fase 1 o 2 de nuevo.
Puntos clave
El pedero es una enfermedad contagiosa que puede causar grandes pérdidas económicas y afectar al bienestar animal.
El diagnóstico se basa en los signos clínicos compatibles, como la cojera, la inflamación interdigital y la deformación de las paredes de la pezuña.
El tratamiento implica antimicrobianos parenterales, el uso de pediluvios o ambos.
La prevención y el control dependen de una estricta bioseguridad, la vacunación cuando esté disponible y el tratamiento o eliminación de los animales infectados.