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Enfermedad de la grasa amarilla en gatos y otros animales

(Esteatitis nutricional, paniculitis nutricional)

PorJoseph Harari, MS, DVM, DACVS
Revisado/Modificado nov 2020

La enfermedad de la grasa amarilla se caracteriza por una inflamación notable del tejido adiposo y deposición de pigmento "ceruminoso" en las células adiposas. La enfermedad puede producirse por sí sola en el gato o acompañada de miopatía en ratas, visones, potros y cerdos.

Se cree que la peroxidación de lípidos y deposición de pigmento "ceruminoso" en el tejido adiposo se debe a una superabundancia de ácidos grasos no saturados en la ración, junto con un déficit de vitamina E u otros antioxidantes. La mayoría de los casos, tanto espontáneos como inducidos experimentalmente, se han producido en animales que recibían dietas exclusiva o parcialmente basadas en pescado o subproductos del pescado. Se cree que la causa específica está relacionada con el alto grado de insaturación de los ácidos grasos del aceite de pescado junto con la falta de protección con vitamina E u otros antioxidantes.

Los gatos afectados suelen estar obesos, suelen ser jóvenes y de ambos sexos. Muestran pérdida de agilidad y desgana para moverse y resienten la palpación del lomo o del abdomen. En la enfermedad avanzada, incluso el contacto leve provoca dolor. La fiebre constituye un hallazgo constante y puede haber anorexia.

En el visón, las crías pueden presentar esteatitis poco después del destete y, si no se trata, las pérdidas pueden continuar hasta el momento de cuerear. Los signos aparecen de repente; las crías pueden rechazar la alimentación una noche y encontrarse muertas a la mañana siguiente. Los visones afectados pueden rechazar la ración y exhibir una marcha tambaleante peculiar que provoca una pérdida total de la locomoción y coma. En el momento de cuerear, los supervivientes presentan depósitos de grasa amarilla y hemoglobinuria.

El hallazgo característico de laboratorio consiste en un aumento del recuento leucocitario acompañado de neutrofilia y en ocasiones de eosinofilia. La biopsia revela que la grasa subcutánea tiene un color pardo amarillento y está firme. El examen microscópico revela cambios inflamatorios graves y pigmento ceruminoso asociado.

Debe eliminarse de la dieta la fuente de grasa excesiva. La administración de vitamina E en forma de alfa-tocoferol será en dosis de por lo menos 30 mg diarios al gato y 15 mg diarios al visón. Los antibióticos son de dudoso valor, a pesar de la fiebre y la leucocitosis. No se recomienda administrar fluidos por vía parenteral, salvo en caso de deshidratación. Debido al dolor relacionado, los animales afectados deben manipularse lo menos posible y tratarse con analgésicos.

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