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Descripción general de los trastornos desmielinizantes

PorT. Mark Neer, DVM, DACVIM
Última revisión/modificación may 2013

La hipomielinización y la desmielinización son trastornos del desarrollo de la mielina caracterizados por axones con vainas de mielina finas, o no mielinizados o con mielina anormal. Hay dos posibles clasificaciones patológicas: 1) axones poco mielinizados con mielina predominantemente normal y ocasionalmente axones no mielinizados o 2) axones escasamente mielinizados con mielina predominantemente anómala y axones mayormente no mielinizados. Estas categorías se han denominado enfermedad hipomielinizante y desmielinizante, respectivamente, y son características de los trastornos congénitos de la mielina observados en animales jóvenes. Estos cambios patológicos no deben confundirse con la desmielinización, en la cual hay una degradación y pérdida de la mielina anteriormente normal. En general, estos tipos de enfermedades desmielinizantes no se presentan clínicamente como problemas congénitos.

Etiología y epidemiología:

Los trastornos desmielinizantes se han descrito en todo el mundo en personas, ratones, cerdos (Saddleback Británico, Landrace) bovinos (Hereford, Holstein, Jersey, Murray Grey, Shorthorn), hámsteres, ratas, ovejas, gatitos Siameses y un gran número de razas de perros, como el Chow Chow, el Springer Spaniel, el Dálmata, el Samoyedo, el Golden Retriever, el Lurcher, el Boyero de Montaña Bernés, el Weimaraner, el Silky Terrier Australiano y cruces. Este problema también se ha documentado en una camada de perros de raza Vizsla y Leopardo de Catahoula.

Las dos causas generales de hipomielinización son la infección in utero y la herencia. Se han relacionado con esta enfermedad los virus de la fiebre porcina clásica, la enfermedad de la frontera y la diarrea vírica bovina, pero no se han definido los mecanismos responsables de la hipomielinización; estos tres pestivirus son miembros estrechamente relacionados de la familia Togaviridae y se transmiten tanto vertical como horizontalmente. Los trastornos neuroaxiales inflamatorios en animales domésticos en los que se encuentra la desmielinización son el moquillo canino, el visna y el síndrome de encefalitis-artritis caprina. Sin embargo, en ninguno de ellos se produce la desmielinización del SNC como característica predominante del trastorno, como ocurre en la esclerosis múltiple humana. La mayoría de toxinas que afectan a la mielina causan desmielinización. Una en particular, el triclorfón, es un organofosforado ( ver Insecticidas organofosforados) con una toxicidad singular que causa el síndrome del temblor congénito porcino del tipo A-V. Las cerdas gestantes tratadas con triclorfón durante la mitad y el final de la gestación (días 45-77) tienen camadas en las que hasta el 90 % de los lechones desarrollan un temblor congénito secundario a una hipoplasia cerebelosa e hipomielinogénesis. La tasa de mortalidad es elevada.

Otros trastornos que producen hipomielinización son hereditarios. Casi todos estos trastornos producen hipomielinización del SNC, excepto en el Golden Retriever, en el cual se ha descrito una hipomielinización del sistema nervioso periférico (SNP). En la hipomielinización del SNC, el defecto básico implica una interferencia en la maduración funcional de los oligodendrocitos. El mecanismo exacto del defecto se desconoce, pero se ha encontrado una mutación puntual en un gen crítico en el Springer Spaniel. En la hipomielinización del SNP, el defecto afecta a las células de Schwann.

La base genética de los síndromes de hipomielinización hereditaria no está bien definida, pero, en la mayoría de los casos, los machos están afectados más gravemente que las hembras y con mayor frecuencia. Esto apoya un rasgo o modo de herencia recesivo ligado al sexo.

Hallazgos clínicos:

Los signos clínicos de la hipomielinización del SNC se pueden observar a los 10-12 días de edad y con seguridad en el momento del destete. Los signos incluyen, sobre todo, un temblor generalizado de todo el cuerpo que afecta a extremidades, tronco, cabeza y ojos. El temblor disminuye o desaparece cuando el animal descansa o duerme, pero reaparece al levantarse y aumenta con la excitación. Los temblores son muy evidentes cuando el animal se alimenta y son una forma grave de temblor intencional. Además, algunos animales pueden tener dificultades para ponerse de pie y andar, y pueden tener debilidad en las extremidades. Como consecuencia, las reacciones posturales pueden ser deficientes. Los animales afectados parecen tener visión y otras funciones de los nervios craneales, pero en ocasiones se ve nistagmo pendular o de sacudida al mover voluntariamente los globos oculares. En algunos animales, estos déficits neurológicos pueden ser tan graves que se justifica la eutanasia. En algunas razas de perros, como el Chow Chow y el Leopardo de Catahoula, los signos desaparecen lentamente durante el primer año de vida y llegan a ser perros normales a los 12-18 meses de edad. En algunos perros, los signos pueden desaparecer a las 12-16 semanas de edad.

En el Golden Retriever con una hipomielinización del SNP, los signos clínicos incluyen ataxia, paresia, atrofia muscular e hiporreflexia o arreflexia. No hay evidencias de hipomielinización del SNC en esta raza, y no se producen temblores.

Lesiones:

Macroscópicamente, la patología revela, en la hipomielinización del SNC, palidez de la sustancia blanca del encéfalo y de la médula espinal y posiblemente un aspecto gelatinoso. En la hipomielinización del SNP, los cambios macroscópicos son mínimos, sin evidencia de afección del SNC. En la hipomielinización del SNC, los cambios microscópicos comprenden falta de mielina (normalmente grave pero no absoluta), menos oligodendrocitos, mayor número de astrocitos que de oligodendrocitos, oligodendrocitos con una apariencia diferente a la de animales sanos y tipos anómalos de células gliales. En la hipomielinización del SNP, los cambios microscópicos consisten en una escasez de fibras mielinizadas, fibras con unas vainas de mielina inapropiadamente finas con respecto al calibre de sus axones, ocasionalmente fibras con mielina poco compacta, células de Schwann con un volumen citoplasmático mayor de lo normal y un número incrementado de núcleos en las células de Schwann.

Diagnóstico:

El diagnóstico de la hipomielinización del SNC se realiza principalmente a partir de la gama de déficits y signos neurológicos, y de la temprana edad de aparición. Desafortunadamente, la histopatología es el único método definitivo para confirmar el diagnóstico. En los casos con un origen hereditario, la evaluación del pedigrí puede ayudar. En aquellos de causa viral, la confirmación puede incluir técnicas de inmunofluorescencia o el aislamiento del virus en el tejido nervioso (o ambos). En los casos de hipomielinización del SNC, la biopsia de nervios periféricos es útil.

El diagnóstico diferencial incluye aquellos trastornos que provocan temblores en animales jóvenes. Las posibilidades son numerosas, pero algunas de las más frecuentes son: enfermedad de almacenamiento del glucógeno, enfermedad de almacenamiento lisosómico, hipoplasia cerebelosa, encefalitis, hipocalcemia, hipoglucemia, hiperamonemia, toxinas (p. ej., metaldehído, organofosforados, hidrocarburos clorados, fluoroacetato, estricnina, hexaclorofeno, brometalina) y micotoxinas (p. ej., penitrem A).

Tratamiento, control y prevención:

No hay tratamiento específico para la hipomielinización. Los únicos medios de control y prevención son la reproducción selectiva (para síndromes hereditarios) y la inmunización (para síndromes inducidos por virus). Si se les da tiempo para que desarrollen mielina normal o adicional, algunos animales con síndromes congénitos de hipomielinización se vuelven normales entre las 12 semanas y los 18 meses de edad.