Anomalías del testículo y del epidídimo en animales
La criptorquidia se refiere al fracaso para descender al interior del escroto de uno o ambos testículos. Se observa en todos los animales domésticos, es frecuente en sementales y verracos y es el trastorno más frecuente del desarrollo sexual en los perros (13 %). La criptorquidia está causada por una combinación de factores genéticos, epigenéticos, y ambientales. La criptorquidia bilateral produce esterilidad. La criptorquidia unilateral es más frecuente, y el macho suele ser fértil debido a la producción de esperma a partir del testículo descendido normal. El testículo que no ha descendido se puede localizar en cualquier lugar, desde justo caudal al riñón hasta dentro del canal inguinal, y puede identificarse mediante ecografía transrectal o transabdominal. Los testículos abdominales producen hormonas masculinas, y los animales criptórquidos presentan características sexuales secundarias y comportamiento de monta normal. La criptorquidectomía se recomienda para todos los animales de compañía debido a la sospecha de la naturaleza hereditaria de la afección y a la predisposición a la neoplasia testicular (seminomas, tumores de células intersticiales).
La hipoplasia testicular se ha descrito en varias especies domésticas, y en algunos casos se asocia con anomalías cromosómicas. Es común en algunas líneas familiares de camélidos.
Ecografía transrectal (superior) y laparoscópica (inferior) de un testículo abdominal en un semental.
Cortesía del Dr. Ahmed Tibary.
Ecografía transabdominal de un testículo abdominal en un cerdo vietnamita.
Cortesía del Dr. Ahmed Tibary.
Hipoplasia testicular en una alpaca.
Cortesía del Dr. Ahmed Tibary.
La histología muestra una ausencia completa de espermatogénesis en los túbulos seminíferos y en las células intersticiales normales (Leydig).
Cortesía del Dr. Ahmed Tibary.
Testículo ectópico en un toro. El testículo se localizó subcutáneamente en el área inguinal.
Cortesía del Dr. Ahmed Tibary.
Testículo ectópico en una alpaca.
Cortesía del Dr. Ahmed Tibary.
Quistes del epidídimo (arriba) y de la red testicular (abajo) en una alpaca.
Cortesía del Dr. Ahmed Tibary.
Hernia inguinal en un potro árabe de un día.
Cortesía del Dr. Ahmed Tibary.
Aspecto ecográfico de un quiste de la red testicular y un espermatocele en un carnero con aplasia segmentaria del epidídimo.
Cortesía del Dr. Ahmed Tibary.
Testículo de un toro Jersey de 4 años con aplasia segmentaria del epidídimo e hipoplasia testicular.
Cortesía del Dr. Ahmed Tibary.
El anorquismo es la ausencia completa de desarrollo de uno o ambos testículos. El anorquidismo unilateral se ha descrito en équidos y camélidos. En los camélidos, también falta el riñón ipsilateral al testículo faltante.
La aplasia segmentaria parcial o completa de las estructuras originadas en el conducto mesonéfrico (epidídimo, conducto deferente, ampollas y vesículas seminales) se ha descrito en toros. La hipoplasia epididimal bilateral se ha descrito en équidos y camélidos azoospérmicos. En los camélidos, la aplasia segmentaria del epidídimo se asocia a menudo con quistes del epidídimo y de la red testicular.
Anomalías del pene y del prepucio en animales
El frenillo peniano persistente no es infrecuente. Los toros afectados son incapaces de protruir el pene desde el prepucio y, en la mayoría de los casos, no logran la intromisión. La adherencia puede ser mínima (p. ej., 0,5 cm), o la mucosa prepucial puede estar adherida en toda la longitud del rafe ventral de la parte libre del pene. En algunas razas se sospecha asociación genética. La corrección quirúrgica no debe realizarse en toros destinados a la reproducción. En muchos potros machos puede parecer que presentan un frenillo persistente en el nacimiento, pero la afección se resuelve en pocos días. Si la situación persiste, no debe intentarse la corrección hasta que el potro tenga al menos 1 mes de edad.
El prolapso prepucial se produce debido a la falta o debilidad del músculo retractor prepucial en las razas acornes. La afección se exacerba cuando estas razas se cruzan con ganado vacuno Brahman.
Se ha descrito en toros la presencia de un pene corto congénito y puede estar asociado con los músculos retractores cortos del pene, que impiden la erección completa. Los toros pueden reproducirse satisfactoriamente en la primera temporada, pero la cópula se vuelve imposible a medida que aumenta su tamaño corporal.
Se puede observar un músculo peniano retractor pequeño de forma congénita o después de una lesión en el pene o prepucio. Los toros afectados presentan una libido normal, pero durante la cópula el pene solo sobresale parcialmente del prepucio y no se produce el empuje eyaculatorio. En los toros, el fracaso en la erección puede ser una afección congénita, aunque frecuentemente es una secuela de un traumatismo y/o hematoma en el pene.
Se han descrito derivaciones vasculares congénitas en toros con erección parcial o fracaso de la erección.
La hipospadias es una apertura anormal de la uretra debido a un fallo o cierre incompleto del surco uretral embrionario.