logoVERSIÓN PARA PROFESIONALES

Brucelosis en el ganado vacuno

(Aborto contagioso, enfermedad de Bang)

PorJohn WA Larsen, BVSc, PhD;Brandon Dominguez, DVM MS DACVPM
Última revisión/modificación may 2023

La infección por Brucella abortus puede causar abortos, nacimiento de terneros muertos o débiles, retención de placenta y reducción de la producción de leche. El ganado vacuno infectado suele abortar solo una vez, pero aún puede eliminar el microorganismo en el líquido amniótico y la leche en los partos posteriores. Esto es importante porque el microorganismo es muy infeccioso para los humanos. No se dispone de un tratamiento práctico; por tanto, los esfuerzos están dirigidos a la detección de lotes infectados y a evitar que la infección se infiltre en lotes no infectados. El ganado joven dentro de una explotación a menudo aborta en un periodo de tiempo relativamente corto, lo que se conoce como una "tormenta de abortos".

Etiología y epidemiología de la brucelosis en el ganado vacuno

La brucelosis en el ganado vacuno, búfalos de agua y bisontes está causada casi exclusivamente por Brucella abortus. B suis se aísla ocasionalmente en vacas seropositivas, pero no parece causar signos clínicos y no se transmite entre vacas. En algunos países, B melitensis, que no está presente en EE. UU., puede producir un síndrome similar al causado por B abortus.

La infección se disemina rápidamente y causa muchos abortos en una explotación de ganado vacuno sin vacunar. En un rebaño en el que la enfermedad es endémica, la vaca infectada por lo general solo aborta una vez después de la exposición. Las gestaciones y lactaciones posteriores parecen normales; sin embargo, los microorganismos todavía pueden eliminarse en la placenta, el líquido amniótico y la leche.

Después de la exposición, el ganado vacuno desarrolla bacteriemia durante un periodo corto, así como aglutininas y otros anticuerpos. Algunos individuos resisten la infección, y un pequeño porcentaje de vacas infectadas se recuperan de forma espontánea. Suele haber una prueba positiva de aglutinación sérica antes del aborto o del parto normal, aunque en ~15 % de las vacas infectadas esta puede demorarse. El periodo de incubación puede ser variable y está inversamente relacionado con el estadio de la gestación en el momento de la exposición.

Los microorganismos se eliminan en la leche y los líquidos uterinos y amnióticos, y la vaca puede volverse temporalmente infértil. Las bacterias pueden encontrarse en el útero durante la preñez, durante el periodo de involución uterina y, con poca frecuencia, durante un tiempo prolongado en el útero no grávido. La secreción vaginal cesa en gran parte después del parto. Algunas vacas infectadas que habían abortado previamente excretan el microorganismo a través del útero en los siguientes partos normales. Las bacterias se excretan en la leche durante un periodo variable (en la mayoría del ganado vacuno de por vida). B abortus puede aislarse frecuentemente de las secreciones de la ubre de vacas no lactantes.

La transmisión natural de la enfermedad se produce por la ingestión de los microorganismos, presentes en gran número en los fetos abortados, en las membranas fetales y líquidos uterinos y amnióticos. El ganado vacuno puede ingerir alimentos o agua contaminados o puede lamer los genitales contaminados de otros animales. La transmisión venérea a través de toros infectados a vacas sensibles parece ser rara. Las vacas pueden infectarse durante la inseminación artificial si se deposita semen contaminado con Brucella en el útero; sin embargo, aparentemente no cuando se deposita en la mitad del cuello uterino, según se ha descrito. El agente causal puede penetrar en el cuerpo a través de las membranas mucosas, la conjuntiva, laceraciones o bien a través de la piel intacta tanto en personas como en animales.

Se han aislado bacterias del género Brucella de fetos y de feces que han permanecido en un ambiente no caluroso durante >2 meses. La exposición a la luz solar directa destruye los microorganismos en unas pocas horas.

Hallazgos clínicos de la brucelosis en el ganado vacuno

El aborto es el signo más evidente. Las infecciones también pueden dar lugar a producción de mortinatos o terneros débiles, retención de placenta y menor producción de leche. En los abortos no complicados no suele estar afectada la salud general.

En los toros se puede producir la infección de las vesículas seminales, las ampollas, los testículos y los epidídimos. Por consiguiente, los microorganismos están presentes en el semen y se pueden observar aglutininas en las muestras de plasma seminal de los toros infectados. Pueden aparecer abscesos testiculares. Las infecciones crónicas de larga duración pueden conducir a artritis en algunos animales.

Diagnóstico de la brucelosis del ganado vacuno

  • Basado en los signos clínicos, los resultados de las pruebas serológicas y el cultivo microbiano.

  • Las muestras para cultivo incluyen la placenta, secreciones de ubre de animales vivos; muestras de tejido (p. ej., contenido del estómago, pulmón) de fetos abortados.

B abortus puede cultivarse a partir de la placenta; sin embargo, las muestras más típicas y convenientes son el contenido del estómago y los pulmones de un feto abortado. La mayoría de las vacas cesan la excreción del microorganismo desde el tracto genital una vez completada la involución uterina. Algunos focos de infección permanecen en determinadas partes del sistema reticuloendotelial, especialmente en los nódulos supramamarios linfáticos y en la ubre. Estos tejidos pueden cultivarse para confirmar la infección en las vacas en la necropsia, mientras que las secreciones de la ubre son las muestras preferidas para el cultivo de una vaca viva.

Las pruebas serológicas han sido el método diagnóstico estándar y pueden detectar anticuerpos en muestras de sangre, leche, suero y semen. Cuando se emplea la prueba estándar de aglutinación sérica en placa o en tubo, la aglutinación completa a diluciones séricas de 1:100 o superiores en muestras de suero obtenidas de animales no vacunados y de 1:200 o superiores en animales vacunados a los 4-12 meses de edad, se considera positiva y los animales se clasifican como reactores. Otras pruebas serológicas incluyen la fijación del complemento, el ELISA (que detecta anticuerpos en la leche y el suero), la prueba de aglutinación en placa de precipitación de rivanol y los procedimientos de acidificación del antígeno.

Pruebas de cribado

En los programas oficiales de erradicación de explotaciones lecheras, la prueba del anillo en leche de Brucella se suele usar como prueba de detección a intervalos de 3 a 6 meses para identificar explotaciones infectadas. Se recogen muestras de leche de cada rebaño en la granja o en la planta procesadora de leche. Sin embargo, hay muchas pruebas falsas positivas; por tanto, todas las vacas de los rebaños con una prueba del anillo en leche de Brucella positiva se analizan individualmente. Dependiendo de la etapa del programa en un área o país, las vacas seropositivas a menudo se sacrifican para determinar con mayor precisión el estado de la explotación.

Tanto las explotaciones no lecheras como las lecheras también pueden someterse a pruebas de detección de la brucelosis mediante análisis de muestras de suero recogidas del ganado vacuno destinado al sacrificio o a la reposición a través de mercados intermedios y finales, o en los mataderos. Se sigue la trazabilidad de los animales reactores hasta el rebaño de origen, y este se analiza. El coste para identificar a animales reactores por este método es mínimo en comparación con el de analizar al ganado vacuno en todos los rebaños. Las pruebas de detección, incluida la prueba de la tarjeta de brucelosis (o rosa de bengala) y la prueba de la placa de precipitación con rivanol, se pueden utilizar en los mercados y laboratorios para identificar animales presuntamente infectados, reduciendo así los costes generales de las pruebas.

Se pueden conseguir y mantener zonas libres de brucelosis, de forma eficaz y económica, mediante el uso de la PAB en los rebaños lecheros y a través de las pruebas de ganado vacuno de mercado. Las muestras del ganado adulto se recogen en el momento del sacrificio.

Las pruebas suplementarias a través de métodos más sensibles de cribado pueden utilizarse en el ganado vacuno en el que no sea claro su estatus de brucelosis. El empleo de varias pruebas mejora la probabilidad de detectar el ganado vacuno infectado que ha permanecido en algunos hatos como posible reservorio de infección. Las pruebas suplementarias también se usan para aclarar los resultados de las pruebas de tarjeta o placa, en especial en las muestras de suero de ganado vacuno vacunado. Estas pruebas, que incluyen fijación del complemento y precipitación con rivanol, están diseñadas para detectar principalmente anticuerpos específicamente asociados a la infección por Brucella. Otro procedimiento diagnóstico suplementario es la PAB por dilución seriada a partir de muestras de leche de cuarterones individuales de la ubre, la cual puede ser útil para detectar una infección crónica de la ubre en vacas que pueden presentar reacciones séricas equívocas.

Control de la brucelosis en el ganado vacuno

  • No se dispone de ningún tratamiento viable. Los programas de control deben basarse en la detección de lotes infectados y en la prevención de la infección que se infiltra en explotaciones "limpias".

  • La erradicación final depende de las pruebas repetidas y del sacrificio de todos los animales positivos.

La brucelosis se ha erradicado de muchas explotaciones individuales mediante la repetición de las pruebas y la eliminación de todos los reactores. Se deben analizar los rebaños en intervalos regulares hasta que se obtengan dos o tres pruebas sucesivas negativas.

El mayor riesgo para la introducción de la infección en lotes no infectados ("limpios") es a través de los animales de reemplazo. Estos animales de reposición deben ser terneros vacunados o novillas no gestantes. Si se incorporan vacas gestantes o vacas recién paridas, estas deben proceder de áreas libres de brucelosis o rebaños seronegativos. Los animales de reposición deben ponerse en cuarentena durante ~30 días y volver a analizarse antes de incorporarlos al rebaño.

La vacunación de terneros con B abortus cepa 19 o RB51 incrementa la resistencia a la infección. La resistencia puede no ser completa y algunos terneros vacunados pueden desarrollar la infección, según la gravedad de la exposición. Un reducido porcentaje de terneros vacunados desarrolla anticuerpos frente a la cepa 19 que pueden persistir durante varios años y provocar resultados erróneos en las pruebas de diagnóstico. Para minimizar este problema, los terneros en EE.UU. se vacunan típicamente con una vacuna de la cepa RB51. Se trata de una cepa atenuada salvaje que no causa la producción de anticuerpos, los cuales se detectan fácilmente mediante la mayoría de las pruebas serológicas.

En ciertas áreas de incidencia elevada y en rebaños seleccionados de EE. UU. se ha practicado con mucho éxito la vacunación de todos los animales adultos del rebaño utilizando la cepa 19 o la RB51.

La vacunación empleada como único medio de control de la enfermedad ha resultado eficaz. La reducción del número de reactores en un rebaño se relaciona directamente con el porcentaje de animales vacunados. Sin embargo, cuando se progresa desde un programa de control a otro de erradicación, se hace necesario instaurar un programa de prueba y sacrificio. B abortus se ha erradicado de las explotaciones de ganado vacuno en muchos países, incluido EE. UU., donde todos los estados se consideran libres de brucelosis. La vacunación de los animales jóvenes se interrumpe cerca de las etapas finales de las campañas de erradicación para reducir la frecuencia de falsos positivos en las reacciones de las pruebas serológicas.

La brucelosis es endémica en algunos visones y rebaños de alces silvestres en EE. UU. La transmisión de B abortus a los rebaños domésticos de ganado vacuno es rara, pero se ha producido en varios rebaños de ganado vacuno que se mezclan con alces infectados en el área del Parque de Yellowstone.

Puntos clave

  • La brucelosis causa aborto contagioso.

  • La infección puede controlarse mediante la vacunación de las vacas jóvenes antes de que se cubran.

  • La erradicación de explotaciones y áreas requiere pruebas serológicas regulares y la eliminación de los reactores (programas de "prueba y sacrificio").

  • La infección en humanos sigue a la exposición a fetos abortados, placentas y líquidos amnióticos/uterinos o a la ingestión de leche contaminada.

Para más información