También ver Manejo de la reproducción: perros y gatos.
La mayoría de los perros "infértiles" son sanos y fértiles. Se deben revisar las prácticas de cría antes de realizar pruebas diagnósticas para las causas menos comunes de infertilidad canina. Es esencial un conocimiento básico del ciclo reproductivo de la perra para diagnosticar problemas de "infertilidad" relacionados con la cubrición en el momento incorrecto, la inseminación artificial, etc. La mayoría de las perras ciclan dos veces al año, con un intervalo interestro de al menos 4 meses. Las perras con <4 meses entre dos ciclos no suelen quedar preñadas. Algunas razas grandes (p. ej., el Gran Danés) pueden ciclar cada 9-12 meses con fertilidad normal.
La perra es de ovulación espontánea, es decir, la ovulación se produce sin ningún estímulo de monta. La perra comienza a ciclar con la influencia de las hormonas liberadas por el hipotálamo y la hipófisis. La hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH), secretada por el hipotálamo, estimula la secreción de la hormona foliculoestimulante (FSH) y de la hormona luteinizante (LH). La FSH tiene como papel principal el crecimiento de los folículos en los ovarios, mientras que la LH provoca la ovulación de los folículos.
El ciclo estral en la perra es único y diferente al de otros animales domésticos. Comienza con el proestro, al que la mayoría de los criadores se refieren como el comienzo de la "estación", cuando se notan manchas o sangrado de la vagina. Durante el proestro, la perra atrae a los machos, pero todavía no es receptiva para la monta. Los estrógenos producidos por los folículos ováricos causan cambios en las células epiteliales de la mucosa vaginal, que pueden evaluarse mediante citología vaginal ( ver Citología vaginal:). El celo o tiempo de receptividad sigue al proestro, cuando la perra acepta al macho para la monta. La duración del proestro y del estro se considera tradicionalmente de 9 días cada uno, en promedio, pero cada fase puede variar de 2 o 3 a 21 días. Durante el proestro, los labios vulvares de la perra están turgentes o firmes y se vuelven blandos y "con pliegues" a medida que la perra se acerca al momento de la receptividad. En la mayoría de las perras, la secreción sanguinolenta del proestro también cambia a un color pajizo a medida que se acerca el celo, pero algunas pueden sangrar durante todo el estro.
La producción de progesterona también es única durante el ciclo estral de la perra. El aumento precoz de la progesterona durante el celo proviene de los folículos luteinizados de los ovarios y puede usarse en el manejo de la reproducción. Las perras ovulan ~2-3 días después del pico de LH. Después de la ovulación, los folículos se reemplazan por cuerpos lúteos (CL), que producen progesterona. La producción de progesterona continúa durante todo el diestro, la fase del ciclo estral después del estro, independientemente de si la perra está preñada. La duración del diestro es similar a la gestación, ~62-63 días desde el pico de LH. A diferencia de otras especies domésticas, en la perra no hay producción de prostaglandina F2α por parte del endometrio que produzca luteólisis (regresión de CL). Durante el diestro, muchas perras pasan por una pseudogestación en la que pueden aumentar de peso y presentar un abdomen agrandado; pueden observarse otros signos evidentes, como el agrandamiento de las glándulas mamarias, así como un comportamiento maternal, como anidar o "adoptar" juguetes y zapatos. La pseudogestación (o diestro) se considera una acontecimiento normal y puede no necesitar ningún tratamiento.
Ovulación:
Los óvulos liberados durante la ovulación en la perra se encuentran en la fase de ovocito primario, es decir, el primer cuerpo polar no ha salido del óvulo y los espermatozoides son incapaces de penetrar en el óvulo. El óvulo tarda ~3 días en convertirse en un ovocito secundario, que sí puede penetrar el espermatozoide. Los espermatozoides pueden sobrevivir hasta 10 días en el aparato reproductor de la perra. Esto puede convertirse en un desafío diagnóstico cuando el propietario de una perra solicita una cesárea 62 días después de la cubrición, porque teóricamente el periodo de gestación puede ser de solo 52 días. Un factor predictivo bastante fiable del parto es la hipotermia o una disminución de la temperatura rectal de 1-1,5 °C, causada por una disminución de la progesterona 12-36 h antes. La citología vaginal también puede usarse para predecir el parto a través de la determinación del día 1 de diestro.
Anatomía reproductiva:
El éxito de la técnica de frotis vaginal requiere el conocimiento de la anatomía reproductiva única de la perra. La vagina de la perra es muy larga, ~20 cm en una perra de tamaño mediano. El cérvix se localiza en la cavidad abdominal, mientras que en otros animales domésticos (p. ej., la vaca, la yegua) se localiza en la entrada de la pelvis. Por lo tanto, el cuello uterino de la perra no puede visualizarse con un endoscopio o un espéculo; se requiere un endoscopio flexible con una fuente de luz. Esto es importante a la hora de depositar el semen transcervicalmente en el útero para la inseminación artificial (IA). El tamaño del útero y los ovarios varía considerablemente con la raza.
Citología vaginal:
Se suele usar un hisopo limpio con punta de algodón para frotar la vagina y obtener una muestra de citología. Se puede utilizar un cono de endoscopio o un espéculo vaginal para guiar el hisopo. Una persona diestra puede sostener la vulva de la perra con la mano izquierda enguantada, abriendo los labios vulvares con el pulgar y el dedo medio, mientras usa el dedo índice detrás de la vulva para sostenerla. El hisopo se humedece con agua tibia del grifo y se inserta casi verticalmente en la vagina, evitando el área del clítoris, hacia arriba y sobre el borde de la pelvis. Puede ser útil avanzar el hisopo, especialmente en perras de tamaño pequeño y en perras sin secreción serosanguinolenta. Si el hisopo se siente "atascado" en los pliegues vaginales, puede retirarse ligeramente y redirigirse antes de continuar. Una vez que el hisopo se inserta a una profundidad de al menos 6-10 cm, se gira varias veces en una dirección (si se gira hacia adelante y hacia atrás, el algodón puede desenrollarse y caer en la vagina) y se retira. La inserción del hisopo tan profundo como sea posible para alcanzar la parte craneal de la vagina (frente a recoger muestras de la parte caudal) minimiza la acumulación de desechos extraños. Adquirir el hábito de alcanzar la vagina craneal también es útil para tomar muestras para cultivo vaginal y para IA. El hisopo se rueda sobre un portaobjetos de microscopio limpio, se seca al aire y se tiñe; se recomienda realizar dos extensiones en portaobjetos. Las tinciones que se pueden utilizar incluyen Wright-Giemsa, Romanowsky, azul de metileno, eosina-nigrosina, tinción de Gram, etc. Los portaobjetos con frotis se sumergen 5-7 veces en cada frasco, se aclaran con agua corriente, se secan al aire y se examinan bajo el microscopio. La observación con un aumento de ×200 en primer lugar es útil para obtener una impresión general de los tipos y la distribución de las células antes de examinar más de cerca con un aumento de ×400.
Interpretación de la citología vaginal
Varios teriogenólogos, patólogos clínicos y otros profesionales han interpretado la citología vaginal de la perra de forma algo diferente. Aquí se describe un método. La mucosa vaginal responde principalmente a los estrógenos, por lo que la citología vaginal es útil solo durante la fase estrogénica del ciclo. Las células parabasales son células pequeñas y redondas con núcleos grandes y diferenciados. El área total de la parte del citoplasma de la célula es menor que el núcleo. Estas células (junto con los eritrocitos) están presentes durante el proestro. Las células intermedias superficiales son más grandes que las células parabasales, con núcleos pequeños y bordes irregulares/plegados. Un gran número de estas células se observan desde el final del proestro hasta el comienzo del estro. Las células superficiales, también llamadas cornificadas o anucleadas, son las más grandes de las células epiteliales presentes durante el estro. Bajo microscopía simple, los núcleos de estas células aparecen ténues o ausentes. Las células también parecen "ligeras de peso", en múltiples capas y con bordes doblados. La aparición de un 80-90 % de estas células en el frotis se usa para indicar que puede comenzar el apareamiento. Se necesita realizar citologías vaginales seriadas para observar el cambio progresivo en las células epiteliales; un solo frotis no es fiable. Las células epiteliales pueden permanecer iguales durante muchos días en algunas perras, mientras que en otras pueden cambiar en 24 h. Además, muchas perras alcanzan el 80-90 % de cornificación durante el celo, mientras que en otras la cornificación nunca supera el 70 %. En estas perras, esperar a alcanzar el 80-90 % de cornificación dará lugar a la pérdida de la cubrición durante ese ciclo. Otra herramienta de manejo reproductivo es el análisis de progesterona, que se expone a continuación. La aparición de neutrófilos en la citología vaginal indica el primer día del diestro, y el parto se produce 57-58 días después. Se recomienda realizar citologías vaginales diarias, ya que en algunas perras las células cambian de cornificadas a intermedias superficiales y aparecen neutrófilos en 24 horas.
Análisis de progesterona:
La progesterona se secreta no solo por los CL, sino también por los primeros folículos luteinizados de los ovarios. El aumento precoz de progesterona se puede utilizar para determinar la ovulación en la perra, que se produce ~3 días después del pico de LH. El pico de LH es muy corto. Hay disponibles kits de LH, y la LH debe controlarse todos los días durante el periodo de ovulación esperado. Los análisis de progesterona se suelen usar para el manejo de la reproducción canina. Estos kits de pruebas cualitativas ELISA se basan en un cambio de color que corresponde a un rango de valores de progesterona. Muchos clínicos prefieren enviar las muestras de sangre a un laboratorio de endocrinología para la determinación de progesterona por radioinmunoensayo. La progesterona es la misma hormona en todas las especies, incluidas las personas; por lo tanto, las muestras de sangre pueden analizarse en busca de progesterona en laboratorios de diagnóstico veterinario o humano.
El análisis de progesterona es una herramienta excelente para determinar el momento de la ovulación y establecer una cubrición adecuada. Esto resulta crítico cuando se usa semen refrigerado o congelado-descongelado para la IA. Como en la citología vaginal, la concentración de progesterona se monitoriza comenzando unos días después del inicio del proestro, extendiendo hacia delante con concentraciones de progesterona de 2-10 ng/mL, con 2-2,9 ng/mL indicativos de ovulación en aproximadamente 2 días, 3-3,9 ng/mL en 1 día y 4-10 ng/mL indicativos del día de la ovulación.