La hiperplasia vaginal, una proliferación de la mucosa vaginal que se suele originar desde el fondo de la vagina anterior al orificio uretral, se produce durante el proestro y el estro como resultado de la estimulación estrogénica. A veces, el prolapso continúa durante toda la gestación o aparece de nuevo en el parto. El signo más frecuente es una masa que protruye de la vulva. Inicialmente, su superficie es lisa y brillante, pero con la exposición prolongada se vuelve seca y desarrolla fisuras. Puede haber una ligera secreción vaginal. Aunque el tejido hiperplásico se origina cerca del orificio uretral, la disuria es poco frecuente. La hiperplasia vaginal interfiere en la cópula. La negativa del animal a aparearse o el fallo en la intromisión pueden ser el único signo clínico si el tejido hiperplásico está contenido dentro del antro vaginal. La hiperplasia vaginal se resuelve espontáneamente tan pronto como declina el nivel de estrógenos.
El diagnóstico se establece mediante la historia clínica (estadio del ciclo estral) y la exploración de la vagina. Se puede confirmar la estimulación estrogénica mediante la cornificación de las células epiteliales vaginales, la presencia de descarga serosanguinolenta característica del estro y la presencia del comportamiento típico del celo. El diagnóstico diferencial incluye neoplasia vaginal, que puede excluirse mediante biopsia del tejido protruyente.
Si el tejido hiperplásico no está causando problemas, el tratamiento no está indicado. Sin embargo, si sobresale de la vulva, se debe mantener limpio y húmedo y aplicar una pomada antibiótica. Puede ser necesario un collar isabelino para prevenir la automutilación. Estos animales se pueden reproducir mediante inseminación artificial. La hiperplasia desaparece tan pronto como haya pasado la fase folicular del ciclo estral. Si la masa es demasiado grande o si existe una lesión mucosa extensa, puede ser necesario realizar la resección submucosa. La recidiva es frecuente incluso después de la extirpación quirúrgica. La hiperplasia vaginal se resuelve a los pocos días de desaparecer los estrógenos. En raras ocasiones, la hiperplasia recidiva en el parto, tal vez asociada al incremento de los estrógenos. La ovariohisterectomía, el tratamiento de elección, corrige permanentemente este cuadro por la eliminación de la fuente gonadal de estrógenos y así previene la recidiva.