También ver Manejo de la reproducción: perros y gatos.
Reproducción canina normal
La reproducción canina normal requiere un tracto reproductivo sano, la ovulación de ovocitos normales, la inseminación durante la ventana fértil y la capacidad de mantener una gestación durante 2 meses.
Después del primer ciclo de celo, la perra experimenta la pubertad y alcanza la madurez reproductiva. La edad típica de inicio de la pubertad es de 10 a 12 meses (rango, 6 a 24 meses). Las diferencias de raza y el tamaño pueden explicar algunas de estas variaciones. Por ejemplo, las perras de razas grandes y gigantes entran en celo a una edad mayor que las perras de razas pequeñas.
Los ovarios contienen los folículos en desarrollo. Los folículos producen estradiol (E2) y contienen los ovocitos que se liberan en el momento de la ovulación. El cuerpo lúteo subsiguiente producirá progesterona (P4) y, a diferencia de otras especies, continuará produciendo P4 durante toda la gestación, independientemente del estado gestacional.
El útero canino es bicorne con cuernos largos y un cuerpo uterino corto. El cérvix une el útero a la vagina. En la perra, el cérvix se sitúa perpendicular al eje longitudinal de la perra.
La vagina, el vestíbulo y la vulva no son ambientes estériles. La vagina es muy larga en la perra y el vestíbulo contiene la abertura uretral. Durante la inseminación artificial se debe tener cuidado de no cateterizar accidentalmente la vejiga de la orina.
Los espermatozoides han de someterse a un proceso de capacitación dentro del tracto femenino antes de que pueda producirse la fertilización. Los espermatozoides normales frescos pueden durar de 7 a 9 días en el tracto, razón por la cual, en condiciones naturales, cuando la perra es receptiva al semental, los espermatozoides tienen suficiente tiempo para encontrarse con el ovocito maduro para la fertilización.
El "bloqueo" copulatorio no es necesario para la concepción. El propósito del bloqueo copulatorio es estimular el movimiento hacia delante de los espermatozoides; sin embargo, no es un indicador de una monta exitosa.
Anticoncepción canina
Cuando se considera la prevención de la gestación canina, la opción más común es la esterilización permanente mediante ovariohisterectomía (OHE) u ovariectomía (OE). La OHE sigue siendo el procedimiento estándar que se realiza, pero las OE se están volviendo más populares y tienen las ventajas de reducir el tiempo de cirugía y anestesia, una incisión más pequeña y menos traumatismo abdominal.
No se han encontrado diferencias en las complicaciones a corto o largo plazo entre la OE y la OHE.
Cuando se contempla la esterilización permanente, no hay consenso en cuanto a la edad óptima. Los factores que han de considerarse para determinar la mejor edad para la esterilización pueden diferir en cada paciente. Las preguntas que deben abordarse al tomar esta decisión pueden incluir si el perro tiene un propietario. Las esterilizaciones tempranas se llevan a cabo en las entidades de protección animal basándose en investigaciones que muestran que muchos de los que adoptan animales se niegan a esterilizarlos de manera oportuna, si es que lo hacen.
Los estudios que muestran los beneficios de la retirada hormonal en perros han provocado controversias sobre el momento de la esterilización. Varios estudios mostraron efectos beneficiosos de la influencia hormonal en ciertas razas de animales. Cada paciente y cliente debe ser considerado individualmente para formular un plan para manejar mejor la capacidad reproductiva de su animal.
Otras opciones que se están investigando para evitar la gestación son las nuevas formas de anticoncepción, los abortivos y la supresión del celo. Las preocupaciones por dejar a los perros sexualmente intactos incluyen las neoplasias ováricas, uterinas y mamarias, los quistes ováricos y la piometra.
La OHE no está exenta de riesgos o complicaciones posquirúrgicas. En las hembras esterilizadas se han descrito obesidad, incontinencia urinaria que responde a los estrógenos, aumento del recambio óseo y pérdida de hueso. Independientemente de la opción que se elija para evitar la gestación, los riesgos relativos de muerte por enfermedades prevenibles mediante la esterilización deben sopesarse frente a los que tienen menos probabilidades de producirse en perras sexualmente intactas de una raza y tipo específicos.
También existen opciones no quirúrgicas para la anticoncepción. Pueden emplearse progestágenos para posponer el estro.
Los estudios han encontrado que el acetato de megestrol (2,2 mg/kg durante 8 días, comenzando al principio del proestro) tiene una eficacia del 92 % para posponer el estro en las perras. Si no se inicia lo suficientemente pronto o si se inicia con una dosis insuficiente, el acetato de megestrol es ineficaz para esta indicación. En los perros, el acetato de megestrol pospone el celo durante aproximadamente un ciclo reproductivo completo, por lo general de 4 a 6 meses (rango, 1 a 7 meses). Las complicaciones del uso de acetato de megestrol pueden incluir piometra, hiperplasia mamaria y cáncer, diabetes mellitus y supresión de la glándula adrenal. Se han descrito con frecuencia aumento de peso y letargo, así como otros cambios de comportamiento. No se suele recomendar el uso extendido.
La mibolerona es un andrógeno que puede usarse para suprimir la aparición del estro hasta 24 meses. Los andrógenos deben administrarse al menos 1 mes antes de que la perra entre en celo. Después de suspender el tratamiento, la mayoría de las perras vuelven al estro en 2-3 meses. La mibolerona está registrada para su uso en perros, pero no en gatos, y está contraindicada en hembras que tienen una función hepática deteriorada o que están en periodo de lactancia o gestación, ya que los fetos femeninos pueden estar masculinizados.
Otras opciones no quirúrgicas para la anticoncepción incluyen los análogos de la GnRH y la inmunoesterilización.
Interrupción de la gestación en perras
Las indicaciones para interrumpir la gestación pueden incluir un animal que es demasiado joven o demasiado mayor, que se ha cruzado con un macho indeseable o que tiene otra enfermedad que puede empeorar la gestación.
No deben seguirse protocolos de interrupción de la gestación hasta que la gestación se haya confirmado mediante ecografía o con una prueba de relaxina sérica. A menudo, el desajuste se describe poco después de observarse. La detección de espermatozoides en la cavidad vaginal puede confirmar que se produjo una monta, pero la confirmación de la gestación es necesaria aproximadamente 30 días antes de iniciar un protocolo de interrupción.
Si no se desea una reproducción futura, se puede realizar la OHE o la OE en cualquier momento.
Los estrógenos (cipionato de estradiol) no se recomiendan debido a las complicaciones graves (mielotoxicidad inducida por estrógenos, anemia aplásica, trombocitopenia, leucopenia, piometra) que pueden darse.
Las prostaglandinas y los inhibidores de la prolactina son opciones para interrumpir la gestación.
El mecanismo de acción de las prostaglandinas (PGF2a o análogos de PGF2a) es para inducir la regresión lútea. Puede usarse dinoprost (50 a 250 mcg/kg, SC, cada 8-12 horas durante 4 días o hasta que se interrumpa la gestación) o cloprostenol (2,5 mcg/kg, SC, cada 48 horas durante 3 dosis).
Se necesitan dosis elevadas durante los primeros 25 días de gestación, por lo que es mejor tratarlas 30-40 días después de la confirmación de la gestación. No es necesario someter a la madre a dosis elevadas de prostaglandinas si no está gestante.
Los efectos adversos incluyen dolor abdominal, taquipnea, hipersalivación, vómitos y diarrea. Los efectos adversos gastrointestinales pueden minimizarse mediante la administración simultánea de atropina (0,025 mg/kg, SC). La pérdida fetal se debería confirmar mediante ecografía.
El mecanismo de acción de los inhibidores de la prolactina es disminuir la función del cuerpo lúteo (CL) y la progesterona.
Los agonistas de la dopamina como la bromocriptina (15 a 30 mcg/kg, PO, cada 12 horas después de la mitad de la gestación hasta que se interrumpe la gestación) o la cabergolina (5 mcg/kg, PO, cada 24 horas después de la mitad de la gestación hasta que se interrumpe la gestación) son alcaloides del cornezuelo, con potente actividad agonista del receptor D2, por lo que pueden reducir la secreción de prolactina y suprimir así las concentraciones de progesterona.
Los efectos adversos con los inhibidores de la prolactina son menores que con las prostaglandinas, pero aún pueden producirse anorexia y vómitos.
Se puede combinar una prostaglandina con un inhibidor de la prolactina en el extremo inferior del rango de dosis.
No se ha descrito que ningún protocolo médico de interrupción de la gestación sea eficaz al 100 % y ninguno de estos fármacos está registrado para la interrupción de la gestación en perras en EE. UU., pero se puede utilizar fuera de registro.
Se ha descrito que el antagonista del receptor de la progesterona aglepristona (10 mg/kg, SC, cada 24 horas durante 2 dosis) puede interrumpir la gestación al administrarla el día 15, 30 o 34 de la gestación. Actualmente no está disponible en EE. UU., pero se comercializa en un número limitado de países de Europa con una indicación para la interrupción de la gestación en cualquier momento después del apareamiento.
Al interrumpir una gestación, es importante preparar al cliente para los efectos adversos y lo que puede esperarse. Las consecuencias de la interrupción de la gestación varían. Cuando una gestación se interrumpe antes de los 40 días, toda evidencia de gestación desaparecerá. Cuanto más tarde se produzca la terminación de la gestación, más desarrollado estará el tejido fetal y, por tanto, habrá más material expulsado a través de la vulva. Después de 55 días, los cachorros pueden nacer vivos y deben ser eutanasiados. Se recomienda hospitalizar a la paciente durante la interrupción de la gestación para proporcionar cuidados de apoyo a la perra.
Ciclo estral canino
La perra es una ovuladora espontánea (es decir, la ovulación se produce sin ningún estímulo de monta). La perra comienza a ciclar con la influencia de las hormonas liberadas por el hipotálamo y la hipófisis. La hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH), secretada por el hipotálamo, estimula la secreción de la hormona foliculoestimulante (FSH) y de la hormona luteinizante (LH). La FSH tiene como papel principal el crecimiento de los folículos en los ovarios, mientras que la LH provoca la maduración y ovulación final de los folículos.
Hay cuatro etapas del ciclo estral canino que se pueden clasificar según las características físicas y de comportamiento, el estado endocrinológico, la evaluación citológica exfoliativa vaginal y los cambios fisiológicos: proestro, estro, diestro y anestro.
Los cambios físicos externos observados durante el proestro son la aparición de tumefacción vulvar. La turgencia de la vulva alcanza su máximo al final del proestro coincidiendo con el pico de concentración de E2. También puede observarse hemorragia del proestro, que es el resultado de la extravasación de eritrocitos por diapédesis del endometrio hiperémico bajo estimulación de la E2.
Los cambios físicos internos incluyen que el endometrio se vuelva edematoso y que las glándulas endometriales sufran hipertrofia. El útero se dilata, casi doblando su longitud, y el cuello uterino se vuelve palpable aproximadamente al nivel de las alas del íleon, craneal al hueso púbico.
Durante el proestro, la perra atraerá a los machos, pero todavía no es receptiva para la monta. A medida que continúa el proestro, se volverá más juguetona y pasiva.
Los principales cambios hormonales durante el proestro incluyen las concentraciones de E2, P4, LH y FSH. Durante el proestro, la concentración de E2 alcanza su punto máximo a la mitad y después disminuye antes del estro. La concentración de P4 es basal (<1 ng/mL) y comenzará a aumentar antes del estro. La concentración de LH es baja hasta que la concentración de E2 disminuye y la concentración de P4 comienza a aumentar, lo cual es coincidente con el pico de LH. Esto ocurre al final del proestro citológico o al comienzo del estro citológico. La concentración de FSH alcanza su punto máximo antes del inicio del proestro y disminuye durante el proestro.
El estro podría caracterizarse físicamente por el periodo en el que la perra permite que se produzca la monta. La vulva ya no está tan hinchada o turgente como en el proestro, y la descarga serosanguinolenta suele estar disminuida y es más bien de color pajizo, si es que todavía está presente. Otra característica física observada durante el celo es que la estimulación perineal inducirá a la perra a desviar la cola.
El inicio del comportamiento de estro es el resultado de la disminución de la concentración de E2 y del aumento de la concentración de P4 (duplica la línea de base). El pico de LH se considera el día cero (0) del estro y dura aproximadamente 24-48 horas.
A medida que el celo disminuye y la perra entra en diestro, ya no es receptiva a la monta. Los cuernos uterinos se vuelven notablemente tonificados y tortuosos bajo la influencia de la P4. El desarrollo mamario en la perra no gestante es sutil, pero se nota mediante una palpación cuidadosa aproximadamente 30 días después del pico de LH. En el diestro, las concentraciones de E2 y FSH son bajas. La concentración de P4 alcanzará su punto máximo durante el diestro, después disminuirá hasta la concentración basal (<1 ng/mL) y los pulsos de LH se incrementarán en el diestro tardío.
Los signos físicos del anestro son similares al diestro pero la vulva continúa disminuyendo de tamaño. Citológicamente, predominan las células intermedias no cornificadas y las parabasales, de forma similar a una perra esterilizada; sin embargo, los ovarios están activos (folículos presentes), la concentración de E2 fluctúa y las concentraciones de LH y FSH están elevadas al final del anestro.
Ciclo estral felino
En contraste con la perra, que es una ovuladora espontánea, la gata es una ovuladora inducida pero todavía experimenta un periodo de diestro de secreción de progesterona si no se produce la monta después de la ovulación.
El ciclo estral de la gata consiste en proestro, estro, posestro, diestro y anestro:
El proestro tiene una duración variable (de 0-2 días) y puede no observarse en todas las gatas.
El estro dura 2-19 días y es la etapa conductual de receptividad a la monta. Se ha observado que la duración del estro no difiere significativamente entre las gatas cubiertas y no cubiertas. Durante el celo felino se produce el pico de actividad folicular y las concentraciones de E2 pueden alcanzar 70 pg/mL.
El comportamiento del celo en la gata incluye inquietud, vocalización, agachamiento y lordosis, pisada con las patas traseras y desviación de la cola. La cópula puede producirse 20-36 veces en el transcurso de 36 horas. La magnitud de la secreción de LH aumenta con el número de cópulas durante el periodo receptivo, y solo alrededor de la mitad de las gatas cubiertas solo una vez secretan LH adecuada para inducir la ovulación.
Excepcionalmente en la gata, el posestro es el término para el periodo interestro que dura 8-10 días que sigue a un estro y precede al siguiente en las gatas que no han sido inducidas a ovular.
Durante el posestro, la concentración plasmática de E2 es <20 pg/mL y no hay comportamiento sexual ni receptividad.
El término metaestro utilizado en la vaca para describir el periodo que sigue al estro no es apropiado para la hembra en la que no se produce la ovulación, ya que el metaestro implica la formación de un cuerpo hemorrágico y la diferenciación de las células de la granulosa y de la teca en células lúteas grandes y pequeñas.
Las gatas que ovulan experimentarán un periodo de diestro durante el cual los cuerpos lúteos son funcionales y producen P4. La concentración sérica de P4 varía de 1,5 a 20 ng/mL. El diestro dura unos 40 días en la gata con pseudogestación y 60 días en la gata gestante. No hay conducta receptiva durante el diestro.
La gata experimenta un anestro estacional durante los últimos meses del otoño (octubre, noviembre, diciembre) cuando se expone a la luz natural en el hemisferio norte.